«Si creéis que ahorcándonos podéis acabar con el movimiento obrero … ¡entonces ahórcadnos! Aquí pisoteáis una chispa, pero allí y allá, detrás de vosotros, frente a vosotros, y por todas partes, las llamas surgirán. Es un fuego subterráneo. No lo podréis apagar».
Albert Spies (ejecutado en Chicago el 11 de noviembre de 1887)
Hoy, como en 1886 no hay nada que celebrar. En 1886, “Labor union” convocó una huelga general pidiendo las 8 horas. La huelga fue seguida masivamente, pero en enfrentamientos explotó una bomba que mató a varios policías. Se detuvo a varios de los cabecillas de las movilizaciones y amañaron el juicio. Ahorcaron a 7 trabajadores acusados falsamente del atentado y los trabajadores de todo el mundo salieron a la calle durante décadas todos los primeros de mayo, convirtiéndose en el “Día internacional de la Clase Obrera”.
Sin embargo, aún hoy seguimos trabajando más de 8 horas con la productividad más alta de la historia, para que España sea “competitiva”, para que las empresas ganen un 20% más que en el 2004, para que los beneficios de la banca sean un 52% más. Mientras, 1000 trabajadores mueren cada año en el “tajo” y 8 millones de españoles son pobres.
Los 1 de mayo empezaron como días de lucha obrera, huelgas, reivindicaciones. Pero la burguesía ha sabido asimilar muy bien este día. Lo incluye en su calendario de festivos, en sus presupuestos. Es más lo utiliza como música que calma a los leones. Qué mejor manera de no oír llorar más a un niño que dándole un caramelo.
Al hacer festivo este día, es fácil que pierda su carácter reivindicativo y de lucha. Y así ha sido, pero este año no puede ser festivo.
El 2006 es el año de otra contrarreforma más del gobierno, las cúpulas sindicales y la patronal. Los detalles de la reforma ya han sido publicados en la prensa y en el anterior agitación. Lo importante para la juventud trabajadora es que nos la quieren vender como una reforma que disminuirá el empleo temporal. Para que esto fuera cierto, un contrato indefinido debería dar más estabilidad que uno temporal, que es lo que los trabajadores pretendemos. Hagamos cuentas, un sueldo de unos 800€, 40 horas semanales, 5€ la hora. Si te despiden, el finiquito será de 33 días por año trabajado, máximo 48 meses = 1760 €, trabajes 2, 3 o 15 años. La incertidumbre que genera el que al jefe no le cueste mucho despedirte es peor que un contrato de 9 meses porque es raro que te echen antes de que termine.
No puede ser festivo porque cientos de miles de personas trabajarán el 1º de mayo.
No puede ser festivo y debe ser de lucha porque 1000 personas mueren cada año en su puesto de trabajo, y decenas de miles se mueren al buscarlo. Cuando a un chaval de 19 años, en el siglo XXI, muere aplastado al caerle encima una piedra de varias toneladas, no se está produciendo un accidente, es un asesinato. Puede que dentro de nuestro actual marco legal sea un asesinato involuntario, (la empresa no quiso matarlo), pero sí es un asesinato en toda regla cuando lo estudiamos a nivel global. Porque no se ponen las medidas para evitarlo:
Formación laboral, por qué un albañil no debe ser formado como un fontanero.
Subcontratación: del presupuesto inicial de una obra se pierde hasta el 40% en las distintas empresas subcontratas, por lo que la última no invertirá en seguridad. Además se conoce perfectamente al delincuente: 30.000 empresas concentran el 48% de los accidentes laborales.
Modo de organizar la producción: Este es el factor más importante y que engloba al resto. ¿quién y para? ¿quién decide lo que se produce y para qué se produce? Los trabajadores no decidimos lo que se fabrica y los empresarios no hacen casas para que sean habitadas sino para ganar dinero. Les da igual para qué se compre, si es para especular, hacer negocio o simplemente vivir, siempre que ganen con la venta. Estas dos preguntas son las causas de TODOS los problemas actuales del mundo.
Crisis energética y sus guerras, paro, inflación, pobreza, precariedad en general, bajos salarios y muchas horas de trabajo, contaminación y destrucción del medio ambiente. Sólo con analizar cada una de ellas llegaremos a la conclusión de que la única manera de solucionar realmente cada uno de estos problemas es que toda la Humanidad decida sobre la producción y no como hasta ahora lo hagan unos pocos, los empresarios, accionistas, banqueros, burgueses, terratenientes, oligarcas, caciques, etc.
Denunciamos sin tapujos la actuación de las cúpulas de UGT y CCOO como actores de la política neoliberal, como agentes de la banca infiltrados en las organizaciones de los trabajadores para que estos no luchemos. Aún así seguimos defendiendo el sindicato, la unidad sindical y el binomio movilización-negociación. Sólo con la organización de los trabajadores en un sindicato de clase, masivo, combativo y democrático hasta la médula, se podrá aspirar a que los trabajadores españoles tomemos conciencia de nuestras posibilidades y de nuestro poder. Y de que sólo participando y democratizando los procesos productivos, que no es más que democratizar nuestro trabajo diario, conseguiremos que ese otro mundo sea posible.
ANTE EL TERRORISMO PATRONAL: HUELGA GENERAL
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