part-time heroes

Una mentira se convierte en realidad a base de mucho repetirla.

Pero yo creía que había varias mentiras que ya no hacía falta seguir repitiéndolas. Por ejemplo, que EEUU financió a los «afganos» para librarlos de los tiranos comunistas, y lo hicieron desinteresadamente.

Pues no, de vez en cuando tienen que dar un repaso a la lección, vaya que a los aspirantes a Heroes se les olvide que son el país de la «libertad».

La lección va de una peli, basada en hechos reales (como las de sobremesa de A3), La guerra de Charlie wilson, en la que se ve incluso con imágenes reales lo crueles que eran los rusos, que asesinaban a millones de afganos por placer, mientras conversaban de mujeres y otras banalidades por la radio del helicóptero. Mientras los sufridos (sic) congresistas entre copa y copa buscan millones de dólares para dárselos a los pobres Mujahideen, «guerreros sagrados». Pero es que los muy sinvergüenzas, en toda la película no nombran ni la palabra talibán, ni a Bin Laden…

Pero lo más interesante de la peli es que se supone una crítica a los EEUU, o sea, Charlie critica que sólo se ayude con 1 billón de dólares para derrotar a los soviéticos, pero no para construir escuelas, carreteras, etc. Ohh, gran país este, del que se enamoró el congresista porque consiguió engañar a un barrio de negros para que votara en contra del alcalde porque le había envenenado el perro.

Lo de este país no puede ser «incultura», es una sub-cultura! Llevan varias vidas creyéndose los héroes del mundo, y lo son hasta los subnormales que pasean en barca por el mississippi, pero que se llaman guardacostas. Esto es un gran hermano de 300 millones de personas. Cada vez que voy al baloncesto me acuerdo de esta escena de American Beauty:

Y es que al más cateto sureño le encanta Los Simpsons y «Padre de familia», son el icono estadounidense. Maldita sea!, pero ¿cómo puede ser posible?  La respuesta la he encontrado fuera de aquí, en mi «patria». El español que conoce este país lo aborrece y lo adora. Os podéis imaginar qué aborrece, pero ¿qué admira?. Inconscientemente la capacidad de consumo, de TENER, conscientemente su «capacidad de crítica». En más de una ocasión he oido eso de «sin embargo en este país tienen mucha capacidad de autocrítica».

Los estadounidenses que vean la Guerra de Charlie sacarán varias conclusiones según su nivel de sub-cultura:

El mundo es maravilloso gracias a América. (estos son los que llevan una bandera ondeando en su coche).

El mundo sería peor si no fuera por América.

A veces nos equivocamos pero lo hacemos por una causa justa, la libertad.

Tendríamos que  haber enseñado a leer a esos niños afganos antes de que se convirtieran en talibanes…

Tal como dice Zizek,  la crítica superficial del sistema sólo lo legitima aún más, lo refuerza. Yo diría que no es una crítica, sino matices. No, son mentiras bien contadas.