Creo (confío) en pocas cosas. Pero sí creo en la capacidad revolucionaria de las relaciones humanas, consecuencia de las relaciones de producción, de sus «extensiones» ideológicas.
Pero en los tiempos que corren, más que nunca la revolución tiene que empezar en la consciencia de los individuos que nos rodean, y esto si no es dramático, no es revolucionario. Por lo que no se trata de una concienciación folletinesca, panfletaria.
Cuando critico los golpes de pecho y las masturbaciones colectivas no es porque piense que esta gente va demasiado delante de las masas, de la realidad de la lucha de clases, sino porque en realidad van por detrás.
Que esto sea consejismo, es una simplificación bastante infantilista, ese infantilismo «de izquierdas». Lo que es consejista es creer que meter a los trabajadores en sindicatos es revolucionario «per se». Porque si esta lucha economicista no es dramática, si no tiene consecuencias traumáticas en la concepción de la lucha de clases, del mundo de esa persona, no deja de ser una forma de tradeunionismo.
No lo he leído y yo no sería capaz de estudiarlo, pero la «superestructura ideológica», esa amalgama que lo rellena todo, lo pule; es muy diferente ahora de hace 100 años. Y no es una cuestión de «conciencia de clase» que usan tanto «estalinistas» como «trotskistas». Es ahora cuando el capitalismo es todopoderoso, es ahora, en plena «crisis» cuando se hace cuerpo la mercancía en la tierra.
Es en plena crisis del feudalismo, como sistema económico y político (como sistema capaz de garantizar el «bienestar»), cuando es más fuerte y estable a nivel ideológico, y las masas, sin ningún atisbo de duda cosifican a Dios.
Es ahora, en el peor momento de la Historia de la humanidad, medido como número de ambrientos y enfermos total (y probablemente relativo), cuando el dios Mercancía se cosifica.
Si no, ¿por qué salen pelis como la del Che o Batalla en Seattle? El mundo feliz se ha hecho realidad, y los documentales de los «salvajes» (Che) y el soma (Prozak) mantienen el equilibrio, igualito al libro.
Los que nos llamamos revolucionarios lo único que hacemos es alimentar el fuego, lo oxigenamos. Porque no tenemos la «paciencia» de buscar la arena a nuestro alrededor con la que apagarlo. No soy pesimista, la arena está, y está en nuestro trabajo, en nuestra explotación, tanto la económica como la ideológica.
Utilizamos piedras contra pistolas. Hoy nuestra lucha no puede ser abierta, la gente no está esperando un mesías, ya lo tiene, se llama consumo, y ni todos los panfletos del mundo lo van a cambiar. La lucha es persona por persona, pero de manera exponencial, como el grano de trigo y la tabla de ajedrez.
Cuando hablo de lucha velada, clandestina, no quiero decir desorganizada, sin teoría, sin redes ni programa, no. Montemos el club de lectura del Padre de blancanieves «con fines prácticos».
Nosotros también cosificamos, idealizamos, al capitalismo. Creemos que una especie de consejo de ancianos gobiernan el mundo en la sombra, deciden que ahora toca Obama porque la esperanza de los malditos prolongará la agonía del capitalismo. Porque no podemos o queremos entender que un sistema se rige por reglas básicas de funcionamiento. Y como en todo sistema complejo existen miles de factores que interaccionan, pero pocos de ellos funcionan como «atractores extraños«, sobre los que pivotan todos los demás, que son prescindibles y modificables.
Creo que los 2 atractores actuales son la Ideología y la explotación, y por ese orden. No podemos atacar al sistema por sus elementos inestables (o prescindibles), como son la democracia, el ecologismo, las guerras, la educación, etc. Porque el sistema volverá enseguida al equilibrio, es más probablemente esas luchas lo ayuden a mantener el equilibrio. Esto no quiere decir que no haya que luchar en esos ámbitos, sino que el fin de la lucha, del impulso que el «revolucionario» dé a la misma sea «empujar» alguno de los atractores. (por eso no soy consejista).
Y claro, eso es lo que hacían los manifestantes del otro día, «llamaban a la huelga general». Y eso es estúpido se mire por donde se mire. Es una consigna alejada de la realidad objetiva, y sobre todo de la ideológica, porque la fuerza que genera el atractor 1 (Ideología) es tal que es un esfuerzo inutil, es clamar en el desierto. A no ser, que esa consigna surja de un «ataque» contra el atractor 1.
¿cómo concretar todo esto en algo tangible? Ni idea, cada militante, cada cuadro (que espero no dejar de serlo nunca) debe saber cómo aplicarlo, en qué ámbito. Del «programa», de la teoría, se ocupa el conjunto de cuadros, la pinacoteca, el Partido.
25 noviembre, 2008 at 10:49 am
Creo que esta vez he entendido algo más de lo que querías decir, aunque me temo que no del todo. Algunas primeras reflexiones:
– La situación general del movimiento obrero es desastrosa. La socialdemocracia se ha transformado en social liberalismo (muy en consonancia con las nuevas necesidades de las clases dominantes) y su ala izquierda ni siqueira es reformista, sino keynesiana. Los PCs entraron en una crisis abierta por el estalinismo y el eurocomunismo de la que aún no han sabido salir sino siendo órbita del social liberalismo. A la izquierda del PCE, las organizaciones se hicieron el araquiri y hoy sólo quedamos pequeñas agrupaciones sin a penas base social. Dentro de los grandes sindicatos la hegemonía política corresponde al social liberalismo, ni siquiera a la socialdemocracia entendida desde un punto de vista clásico. El alejamiento de las masas respecto de los partidos y de los sindicatos es abismal, sólo quedando aquellos sectores con mayor tradición sindical que provienen de lo que aún queda de fordismo en la producción europea (vease Nissan en Barcelona). Evidentemente todo este panorama entra en relación con la nueva estrategia de la burguesía a partir de los 70. Esta derrota hay que entenderla, como tú bien dices, no sólo desde el punto de vista económico, sino desde el ideológico.
– Trabajar la ideología es importante. Ya lo apuntaban los clásicos: la revolución proletaria tendrá de novedad que dentro del seno del antiguo sistema no se pueden anticipar formas de ordenación de la producción de la nueva sociedad (más allá del orden imperialista). Esto en cambio sí se dió en la transición del feudalismo al capitalismo (había producción capitalista desde antes del siglo XVII), lo que les llevó a muchos autores a pensar que la superestructura iba a la saga de la estructura incipiente. Pero, sino podemos anticipar una producción socialista en el seno de esta sociedad como un «contrapoder» estructural la tarea de los revolucionarios es harto complicada. Aquí juega un papel importante la ideología y el de crear en torno a la producción y criculación experiencias comunes que ayuden al menos a crear ese contrapoder, aunque sea desde el punto de vista ideológico.
– Ahora bien, teniendo en cuenta de dónde partimos y cuán dura es la tarea que tenemos por delante yo soy un poco más caótico en esto de los caminos a seguir. En el desierto actual no sabemos cuales son los caminos, como mucho podemos saber cuales no son y no todos los que no son. No es que me haya vuelto relativista. Lo que considero es que las organizaciones revolucionarias hoy han de estar en todos los frentes que puedan. El panorama es tan desorientador que no podemos permitirnos el no estar en un lugar que potencialmente pueda prender una mecha por pequeña que esta sea. Lo peor de todo no es que el mapa nos haya llevado a una realidad mucho más abrupta, sino que es que además nos hemos quedado sin bújula porque se cayeron muchas de las referencias que la clase trabajadora tuvo. Por eso pienso que te equivocas al criticar a las organizaciones que allí estuvieron, y esto no quiere decir que piense que la estrategia que aportas sea equívoca. La consigna de la huelga general creo que es importante, también en los años 70 muchas organizaciones mantuvieron la consigna de la Huelga General Revolucionaria y creo que era acertada para aquella época. Hoy, evidentemente eso carece de sentido, pero la huelga general tiene todo su sentido y si está o no alejada de las masas eso es algo que ya se verá conforme esta crisis nos vaya fagocitando y dependiendo del trabajo que hagan esas asociaciones «con su estiércol incluido» como tú dices, comentario que por otro lado me parece excesivamente gratuito. La ideología es importante, pero no olvidemos que la realidad material (el economicismo que tu comentas) es importante a la hora de iniciar la acción que lleve a la gente de a pié a una primera toma de conciencia.
Volviendo al simil del paisaje abrupto: sólo hay algunos lugares en los que sabemos que no hay que estar (quizá en la paredes rocosas de las que es dificil que se abra ninguna senda) en el resto hay que estar en función de las fuerzas. A mi, como organziación, me gustaría estar en todos los puntos del mapa porque no sabemos de donde puede partir un camino. Y cuando encontremos uno, ya veremos cómo lo afrontamos. Lamentablemente esa es la estrategia más elaborada que puede tener hoy una organización revolucionaria.
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21 diciembre, 2008 at 9:37 pm
Mu güenas moncadista, me alegro de encontrar un blog tan shulo cmo este y sea tuyo, me alegra. Vamos al tema: en una lectura rápida de tu rebedía subprime, tienes muchas reflexiones interiores que muchos y muchas revolucionarias o como deberiamos decir que preterndemos serlo, a veces nos detememos a pensar en la dura tarea de la organizaación y la lucha… como el que me antecede explica creo acertadamente, después de décadas de derrota de la izquierda social y política lo cierto es que la militancia que no las masas cada vez ven más claro que las medias tintas se quedaron en el camino de la traicion quise decir de la transición hasta acá… yo empecé a militar cuando cayó el muro y me he mamao to las huidas y caidas de caretas de muchas izquierdas… seguimos débiles la conciencia de la clase obrera para sí,¡claro!, cuantos círculos hay de experiencia propia donde el trabajador se haga sujeto de su propia aunque sea rabia… o gusto al cine organizado… tu sabes que se intenta y son casi en las catacumbas de la realidad pero si es verda que de un tiempo a esta parte este momento de crisis en sus concepción oriental de momento de cambio de ooprtunidad estamos en un momento en que el capitalismo se puede reforzar aún viendo el abismo pero está claro que el natural oponente esta de sobremanera alienado… hablando de la lucha ideológica creo que el poderio consumista del capitalismo hace estragos pero… cada vez menos pues sus mentiras ha muchos ya no les arrasca donde pica pues estamos llegando a situaciones personales que empiezan a ser dramáticas y los dos años que se avecinan ya me diras… es por lo que si es bueno que se diga que HACE FALTA YA una Huelga General hace un año ni se pasaba por la mente del más revolucionario de los mortales y ya la base más consciente lo hace suya, se moviliza a la base militante ahora haria falta que cada ravolucionario, cmonuista de distinto pelaje se convirtiera en un tribuno de pueblo pero sobretodo para organizar los círculos de experiencia propia del obrero para hacerse proletario clase para sí… ahi es ná… bueno nosotros ahora estamos con la ASAMBLEA DE PARADOS DE GRANADA blog: asambleadepatadosgranada.wordpress.com espero tengas buenas noticias pronto nuestras…
saludos, abrazos y revolución
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