forgesCuánto se puede retorcer un argumento para que lo más mezquino e injusto se vuelva comprensible y hasta de agradecer.

En una fundación de investigación de esas sin ánimo de lucro (sic), que además investigan para curar el cáncer (ohh), que dependen de un patronato parcialmente «público» buena parte del personal está sin contrato ni seguridad social.

Un grupo de predocs (becarios para la mayoría) decide que «no está bonico» eso de andar trabajando sin derechos en pleno siglo XXI y encima por una causa tan noble como la cura del cáncer…

La empresa y el comité de empresa, tanto monta monta tanto como en los sindicatos verticales de antaño, se empeñan en hacer piruetas lingüísticas para convencernos de que te den una beca de 700€ para currar de técnico de laboratorio durante julio y agosto puede que no sea perfecto pero que si se eliminan estas becas a quien perjudica es al becario. Atención al tema, si no hay beca no hay becario al que perjudicar. Aún así todo el mundo asiente como en misa. Lo que esconde este argumento es que a quien perjudica que no haya becas que encubran puestos de trabajo es al investigador principal y a la empresa. Que si quiere que salga pa´lante ese trabajo necesita contratar a un técnico.

Otro argumento que me encanta es el de que, atención, el comité de empresa no puede obligar a la empresa a que cumpla la ley en relación a un contrato a media jornada de un predoc que efectivamente trabaja más de 8 horas al día. Pues no puede obligarla porque entonces iría en contra de ¡la voluntad del trabajador!. Sí señores, la voluntad del afectado es estar contratado 4 horas, porque así lo ha firmado. Por tanto el comité de empresa, como garante de las voluntades de los trabajadores a los que dice representar, no puede posicionarse en contra. Tooma moreeeno.

Está claro que ese argumento no se sostiene y así se lo he demostrado. Un trabajador predoctoral es obligado bajo coacción a trabajar más de 8 horas contratado por 4. Y resulta que nadie puede «obligar» a la empresa a que se cumpla el estatuto de los trabajadores. Cuando yo le digo que sí se puede, el comité me pregunta sorprendido: ¿cómo?

Es el mismo argumento de los empresarios que utilizan a trabajadores extranjeros sin contratarlos. Es que los inmigrantes lo aceptan. Ya está, esa es la libertad individual que nos regala el capitalismo, la de elegir cómo quieres que te enculen si con una beca por 700€ sin derecho a médico de cabecera o un contrato parcial que no te cubre que te rompas la crisma por la tarde. Ni la vaselina te la cubre…

Bendita democracia que Dios nos ha dado.