Estoy impresionado con lo del volcán en Islandia.

El capitalismo destruye la naturaleza, y no creo que la naturaleza sea capaz de destruir el capitalismo, pero le puede hacer mucho daño.

No suelo escribir sobre ecología, creo que el desastre ecológico en el que estamos inmersos es consecuencia de la explotación del hombre por el hombre, o sea, del capitalismo. Por eso me centro en eso.

Pero hoy me han enviado este vídeo, sólo 15 minutos.

En él se mezcla la mentira global de los «bio»-combustibles, la explotación salvaje de «las personas» (cuando veáis el vídeo entenderéis a qué me refiero), y de la aparente fragilidad de la naturaleza.

Pero cuando la naturaleza dice aquí estoy, vemos la fragilidad del sistema. Basado en el combustible, dependiente de la deslocalización, del «just in time», de la interdependencia… Cualquier desajuste, cualquier alteración de los flujos de capital o mercancía hacen tambalearse a todo el sistema. Las compañías aéreas están perdiendo unos 15 millones de € al día por el volcán, y si la NASA tiene razón y esto no hace más que empezar, la que se va a armar será gorda, eso espero.

No, no es el lema maoísta de cuanto peor mejor, es que esta salvajada tiene que parar, y ya que nosotros no estamos por la labor, que empiece Gaia.