Este es el primero de una serie de posts que contarán nuestra experiencia en Uganda desde el punto de vista moncadista.

Cuando llegué a Uganda, al salir del aeropuerto nos esperaba un hombre con un cartel que decía “Alfredico Moncadista”. La siguiente sorpresa fue encontrarme a un soldado español en el aeropuerto. Qué hará aquí?

El sabado 11 por la noche estuvimos en una zona de marcha de Kampala llamada Kabalagale tomando una cerveza con una chica ugandesa de 18 anos. Esta chica, Ruth, se levanta casi todos los días a las 4 de la madrugada. Lo he visto con mis propios ojos cuando yo me dedicaba a cazar un mosquito. La máxima aspiración de esta chica es estudiar ingeniería o ingresar en Cambridge, aquí en Uganda. Estudiar ingeniería cuesta unos 5 millones de chelines, que vienen a ser casi 2000 € al año. Y según me decía un carpintero metido a guía, su sueldo es de 30.000 chelines al mes. Hacer cuentas. Por supuesto no hay universidades públicas, o al menos gratuitas.

Al día siguiente de la cerveza nos fuimos al oeste y en un hotel de lujo de la ciudad vimos cómo el equipo de fútbol llamado España ganaba la copa del mundo de lucha libre o karate, quiero decir fútbol.

En ese momento, a unos pocos metros del bar donde nos tomamos la birra la noche anterior explotaba una bomba. Las 2 bombas mataron a unas 75 personas. En este país velan y entierran a los muertos en su casa, en el jardín, y no se hacen autopsias.

Es curioso que esa tarde hablábamos con nuestros anfitriones en Fort Portal de por qué habrían soldados alemanes y españoles en la ciudad. El enigma se resuelve con el atentado, estos soldados entrenan al ejército ugandés, que con la misión africana está en «misión de paz» en Somalia. Los «rebeldes» musulmanes de ese país no piensan lo mismo, creen que el gobierno ugandés apoya al somalí.

Alguien os ha preguntado si también tenemos que estar en esta guerra? A mí no.

Continuará…