Visto en Twitter: «Cómo te escuece que el hijo de tu portera sea ingeniero y el tuyo sólo haya llegado a vulgar enchufado. Eso es la Pública.»
La marea verde la llaman. Un movimiento ciudadano que reparte lacitos verdes y reivindica la educación pública, en contra del ataque neoliberal que quiere privatizarla. Y como parece que tenemos que ser más simples que el mecanismo de un chupete, pues tenemos que estar o a favor o en contra de las cosas.
Y yo estoy en contra…como siempre. Ya está el Moncadista tocando las pelotas y los ovarios del personal.
Pero es que me perdonen ustedes, pero yo estoy muy en contra de la educación reglada, y en este caso de la educación “púbica” que nos tocó a millones de niños en España. Y lo digo yo, que no hice ni el CAP, para mí Vygotsky es una marca de Vodka; y como saben los (mayormente las) pocos estudiantes que he tenido, mis habilidades educativas son nulas.
Pero empecemos por el principio. ¿Qué es para mí la educación? Toda esa serie de habilidades que se inculcan a una personita desde que nace (incluso antes) que la convierten en un ser social. Y por “ser social” entiendo que es aquellas habilidades que te permiten ser uno más de la manada. Pero se da el caso que hace por lo menos 15.000 años, mes arriba, mes abajo, que las manadas están compuestas de subgrupos. No sé si habéis visto-leído «Un mundo feliz de» Aldous Huxley, pero cuando a alguno que iba para alpha se le daba durante el desarrollo algo de los gamma tenían el follón montado al generarse un Bernard Marx. Para evitar eso, las distintas sociedades decidieron “educar” diferentemente dependiendo a qué grupo social pertenecieras. Si te tocaba ser esclavo en Grecia para qué querías saber de matemáticas.
La escuela ha sido durante buena parte de la historia de la humanidad el lugar donde las élites aprendían. O sea, parte de su educación era en la escuela, donde adquirían las habilidades que les permitiría formar parte de la élite dominante, y así seguir dominando… ya sea la matemática, como la política, etc. Porque todos esos profesores listillos que equiparáis educación con escuela, o tenéis un problema de autoestima, o os saltasteis aquella clase.
En estas que hace unos siglos se produjo una «revolución», que para algunos autores como Silvia Federeci fue una contrarevolución, y después el imperialismo, la división internacional del trabajo, la revolución y contrarevolución (estalinismo) rusas, el fordismo, el keynesianismo, y el mal llamado Estado del bienestar.
Para mediados del siglo XX existía bastante consenso en que ese Estado del bienestar era producto casi exclusivamente de las luchas obreras. Los partidos comunistas se olvidaron de la parte económica del imperialismo y de la división internacional del trabajo. Como consecuencia, se consideró la «Educación Pública» como una conquista obrera, popular.
Bueno, yo he leído más bien poco, pero un libro que me ha influenciado fue «Aparatos Ideológicos de Estado» de Althusser. Lo tachan de estructuralista creo, no sé muy bien lo que es, pero sí sé que dice algo muy claro, la escuela (se refiere a la de los 60) es un Aparato Ideológico de Estado (AIE), y tiene una función social clara: reproducir al sistema capitalista. El Estado, escolariza a las masas populares para darles la «educación reglada» apropiada a su función social. Básicamente, si combinas el AIE escuela con el AIE familia tendrás: hijo de profesor de instituto + escuela pública = licenciado. Hijo de currelas + escuela pública en barrio chungo= jony, quinqui, cocacolo (y diversas variantes). Hijo de currelas + escuela pública en pueblo pobre andaluz = currela (jornalero, camarero y si tienes la suerte de ser de Cai, camello). Hijo de currelas anarquistas + escuela pública en pueblo pobre andaluz= Moncadista.
Ya sé, esto es más mecanicista que los pinzones de Darwin, pero es para ver si me explico. Si bien me podéis poner todas las excepciones que queráis a esa «causística», la realidad, y es a donde quiero llegar, es que la educación pública dejó en la estocada a millones de hijos de trabajadores en España. Y lo hizo no porque no tuviera suficientes recursos, o porque las circunstancias de la transición, o porque «el ambiente socio-familiar», o porque…no. La escuela pública del fordismo-keynesianismo tenía una función socializadora clara, y una función productiva enclavada en la división internacional del trabajo. Según cálculos que hago de memoria, ni el 10% de mis compañeros de clase llegaron a la universidad. Y si repaso cada una de esas personas, eran hijos e hijas de pequeños empresarios, comerciantes, o políticamente comprometidos. ¿es eso un «fracaso escolar»? Pues no. Es un éxito escolar, porque sólo unos pocos, los «elegidos», merecíamos estar ahí. Era un éxito porque ese era el cometido. Y por qué éramos los elegidos, porque nuestras circunstancias personales, sociales o económicas nos hacían más aptos para ocupar el puesto correspondiente en la división internacional del trabajo. El resto, a picar piedra, coger tomate, servir guiris y recoger aceituna… literalmente.
Me diréis que al menos la educación, o sea la escuela, era universal y gratuita. Sí, se permitía que todos hasta los 14, y después hasta los 16, «estuviéramos» aunque fuese físicamente allí. Pero no queríamos. El magnífico profesorado de la educación pública me ha pegado, me ha humillado, me ha enseñado sumisión, frustración, violencia y machismo. Podría poner mil ejemplos. Eso era la educación pública de las clases más populares de nuestro país hace unos pocos años, hablo de los ’90. Eso sí, nos permitían estar. La escuela pública te permitía estar aunque fueras un «nadie», la escuela del s. XXI si eres un nadie, no estarás.
Defender la «Educación Pública» sin más es como defender que las nubes huelan. No se puede volver al pasado, y además yo no quiero. Yo no quiero que mis hijos sufran lo que mi hermano o yo sufrimos. El futuro tiene dos caminos, el del neoliberalismo y la dictadura total del capital, o el del socialismo. En este último hay que mirar a la educación y la escuela como lo que es, una herramienta de dominación de clase para el mantenimiento de la explotación. Los profesores no son santos, son tan fascistas o tan comunistas como lo puede ser un policía o un juez. Y tienen un cometido: educar, o sea, socializar. ¿o tenían ese cometido?
La acometida internacional contra los servicios públicos, incluida la escuela, es un reajuste de la burguesía a los nuevos tiempos. Los «nadie» ya no necesitan «estar» en la escuela para su educación. Ahora, o estás dentro o no existes. Hay que luchar contra eso, pero mirando al futuro, sin contarnos historias de mundos de fantasía. Porque los hijos de las porteras habrán llegado a ingenieros, pero la mayoría de los hijos de los jornaleros no. Y eso también es la pública.
Respuesta al 1er comentario
Kike, obviaré la primera frase de tu comentario. E iré argumento por argumento:
«ni una alternativa»: la escuela pública, que no educación, responde a un momento histórico. Defenderla sin más, de manera acrítica, como se está haciendo además de equivocado e injusto, es un sinsentido. hay que luchar contra el desmantelamiento de la pública, pero no nos engañemos diciendo que de los hijos de las porteras salen ingenieros. Yo no tengo ni puta idea, y el texto es sesgado y sin datos, pero yo pensaba que los datos de fracaso escolar estaban claros. Y en mi memoria está clarísimo quién salió del pueblo y quién no. Cuántos profesores nos trataban como chusma. Nos humillaban, nos pegaban, o permitían que a los que éramos diferentes se nos pegaran palizas en la misma escuela hasta que nos llevaban al hospital. Eso TAMBIÉN es la pública, la escuela piloto del s XXI. La de los que no tienen un sitio en la universidad. Y por eso pongo lo de hijos de anarquistas, porque sólo el tesón de esos padres, los míos, o los de cualquier otro licenciado del Almanjayar, o de La Mina, junto con algún profesor que no perdió la esperanza, nos hizo salir de esa espiral.
El objetivo con este texto sí, es generar polémica, pero no porque me de placer que me llamen burgués engreído, sino porque no soporto toda esta marea verde acrítica, chupiguay, alabando al «profesorado» como un ente por encima del bien y del mal. Porque los profesores TAMBIÉN son co-responsables del fracaso escolar. Por cierto, y no lo he puesto en el texto a posta: ¿dónde están los profesores de la privada? ¿Por qué no se les defiende y reivindica en este movimiento por igual?
1) que me digas que yo no tengo referencias, jejeje. todos esos miles de tweets pro-educación pública, como el del hijo de la portera sí que tienen referencias ¿verdad?
2) Demagogia e insulto. Si me conoces sabes cuál es mi estima hacia los jornaleros y campesinos. No por nada me fui a Colombia, ;). Es demagogia porque yo no digo que las clases populares sean «nadie», sino que son relegados a ser «nadie» por el Estado, y en este caso por su brazo educativo: la escuela.
3)Cierto, pero la educación pública, con su «Educación por la ciudadanía» no pretende cambiarlo tampoco. Al contrario.
Lo que he escrito no te habrá gustado, no estarás de acuerdo, te parece mierda, pero sólo yo sé si me las he pensado, si las he debatido con otros antes de escribirlo, si están fundadas. Y siento haberte ofendido, pero para defender a los profesores (en general) ya hay miles de blogs.
Segunda actualización y respuesta a comentarios.
No te preocupes Kike, ahora sí podemos empezar a hablar.
Voy a repetirme, pero de otra manera. La escuela, cualquier escuela de cualquier Estado, es de clase. Se diseñan para reproducir el status quo. En nuestro caso, el de nuestra generación, el status quo era el keynesianismo a lo español, y eso (junto con las luchas obreras, no lo niego), se diseñó una escuela para los que valen, para los que valen un poquillo (FP), y el resto… Ese resto, los nadies, son los que la pequeñoburguesía, (y lo siento, pero el profesorado es pequeñoburgués en sus prácticas) ha ignorado, y eso es lo que he vivido yo, mi familia, compañeros, camaradas y amigos. No es que haya buenos o malos profesores, nunca me leerás referirme a esos valores, sino que a nivel sistémico, y (tú de sistemas Kike sabes más que yo), están para reproducir un modelo de capitalismo, de explotación.
Y, contestando a Laure, ese modelo ha pasado. Y es que además era injusto. Que era menos injusto que lo que viene ahora, pues sí, pero no tiene sentido defenderlo a pies juntillas. Mira Laure, y por ahí no paso, nunca, digo, nunca dejaré de criticar una acción «de izquierdas», venga de donde venga, cuando sea, porque pueda favorecer «a la derecha». Eso ha hecho mucho daño a la historia del movimiento obrero y las clases populares. ¿tú sabes quién decía eso: «critica cuando sea oportuno»? Venga, venga…
Porque no es lo mismo parar una reforma laboral: explotación; o la sanidad, que también es salario, por tanto privatizando la sanidad baja el salario total, real; que parar una reforma «educativa».
Lo digo con todas las palabras: a quien afecta esta contrareforma educativa es principalmente a las clases medias, las clases populares ya estaban totalmente abandonadas hace 10 años con la LOGSE, y parcialmente abandonadas SIEMPRE. Porque para los pobres, para los marginados no había educación pública que valga. Y al profesorado se la traía al pailo, es ahora cuando se movilizan «por la educación pública» cuando quieren decir por nuestros empleos, nuestro salario.
Propuestas: Arozamena lo esbozaba, si tan por la escolarización universal está el profesorado y los opositores, por qué no construís escuelas populares en los barrios marginales? Hay que construir un nuevo paradigma educativo popular, integrador y universal. Y ahí los que sabéis de educación sois muy importantes. Basta de contarnos cuentos
22 mayo, 2012 at 4:24 am
Hijo de currelas anarquistas + escuela pública en pueblo pobre andaluz = burgués engreido que no es consciente de sus derechos obtenidos tras siglos de lucha, que piensa que la historia de la humanidad es sólo el siglo XX, perdón, lo que conoce de él.
Alfredo, te admiro en muchos aspectos, pero es la primera vez que sólo te veo soltar mierda por esa bocaza sin poner ni una alternativa. Creo que con este texto buscas crear polémica por el gusto de crearla. Piensa las cosas antes de ponerlas, cual es tu objetivo con este texto? Hay alguno que no sea la vanagloria de tener lectores y comentarios?
No digo que la educación pública sea el único camino, estoy abierto a mil opciones. Pero vengo de una familia de muchos maestros e inevitablemebte la subjetividad (que todos tenemos) en mi caso me lleva a detestar tu texto.
Si los hijos de «pequeños empresarios, comerciantes, o políticamente comprometidos» eran los únicos que según tú llegaron a ser «alguien» es porque:
1) Nos quieres colar tu visión de la historia sin referencias («Según cálculos que hago de memoria, ni el 10% de mis compañeros de clase llegaron a la universidad»)
2) Ser alguien para ti es ser como tú, un jornalero de cualquier tipo no es nadie… muy bonito.
3) Esos padres no tuvieron educación pública y las cosas no se cambian en una generación.
Piensa las cosas antes de ponerlas en un sitio público Alfredo, por favor.
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22 mayo, 2012 at 9:05 am
Kike, obviaré la primera frase de tu comentario. E iré argumento por argumento:
«ni una alternativa»: la escuela pública, que no educación, responde a un momento histórico. Defenderla sin más, de manera acrítica, como se está haciendo además de equivocado e injusto, es un sinsentido. hay que luchar contra el desmantelamiento de la pública, pero no nos engañemos diciendo que de los hijos de las porteras salen ingenieros. Yo no tengo ni puta idea, y el texto es sesgado y sin datos, pero yo pensaba que los datos de fracaso escolar estaban claros. Y en mi memoria está clarísimo quién salió del pueblo y quién no. Cuántos profesores nos trataban como chusma. Nos humillaban, nos pegaban, o permitían que a los que éramos diferentes se nos pegaran palizas en la misma escuela hasta que nos llevaban al hospital. Eso TAMBIÉN es la pública, la escuela piloto del s XXI. La de los que no tienen un sitio en la universidad. Y por eso pongo lo de hijos de anarquistas, porque sólo el tesón de esos padres, los míos, o los de cualquier otro licenciado del Almanjayar, o de La Mina, junto con algún profesor que no perdió la esperanza, nos hizo salir de esa espiral.
El objetivo con este texto sí, es generar polémica, pero no porque me de placer que me llamen burgués engreído, sino porque no soporto toda esta marea verde acrítica, chupiguay, alabando al «profesorado» como un ente por encima del bien y del mal. Porque los profesores TAMBIÉN son co-responsables del fracaso escolar. Por cierto, y no lo he puesto en el texto a posta: ¿dónde están los profesores de la privada? ¿Por qué no se les defiende y reivindica en este movimiento por igual?
1) que me digas que yo no tengo referencias, jejeje. todos esos miles de tweets pro-educación pública, como el del hijo de la portera sí que tienen referencias ¿verdad?
2) Demagogia e insulto. Si me conoces sabes cuál es mi estima hacia los jornaleros y campesinos. No por nada me fui a Colombia, ;). Es demagogia porque yo no digo que las clases populares sean «nadie», sino que son relegados a ser «nadie» por el Estado, y en este caso por su brazo educativo: la escuela.
3)Cierto, pero la educación pública, con su «Educación por la ciudadanía» no pretende cambiarlo tampoco. Al contrario.
Lo que he escrito no te habrá gustado, no estarás de acuerdo, te parece mierda, pero sólo yo sé si me las he pensado, si las he debatido con otros antes de escribirlo, si están fundadas. Y siento haberte ofendido, pero para defender a los profesores (en general) ya hay miles de blogs.
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22 mayo, 2012 at 9:50 am
Perdona Alfredo, efectivamente te he insultado y he exagerado mis argumentos. Me has encendido y me ha salido así de bruto. Sinceramente lo siento.
Mi principal queja sigue siendo la falta de alternativas en el texto. Es tan gratuito defender como criticar.
La gente que defiende más o menos informada (atribuyes a todos las misma acrítica) la ESCUELA PÚBLICA defiende eso, que sea pública y bien sufragada, no el MODELO de escuela pública de éste u otro estado.
Y ya, a título totalmente personal:
El profesorado está bastante menospreciado y devaluado en general, no creo que le venga mal un apoyo «por encima del bien o del mal». Puedo asegurarte que los profesores que te pegaron a ti o a mi ya no ejercen, y de hacerlo estarían bastante constreñidos en sus barbaries. Profesores buenos o malos hay tantos como peones obreros buenos o malos, es ridículo considerar a la gente como masa y punto. Pero defender sus profesiones, tanto la de uno como la del otro, me parece fantástico
No creo que el objetivo de la escuela sea que TODO el mundo llegue a la universidad, ni que ser universitario te ayude a salir de una espiral social, ni que el no serlo sea caer en otra. Es a lo que me refería con tus conceptos de «alguien» y «nadie». Es cierto, sin embargo, que he aprovechado eso para la demagogia, pero era buscando provocarte, no insultarte, de nuevo mis disculpas.
A lo q iba, no t das cuenta? toda esta discusión esteril cuando nos la meten floja por todos lados. A q viene este debate en una vorágine en la q no sobrevivirán ni modelos para discutir?
En fin, divago. Perdona y ánimo con todo!
Kike
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22 mayo, 2012 at 11:51 am
Hola Alfredo, tus críticas hubieran sido oportunas (estemos de acuerdo o no con lo que escribes) cuando se estaba gestando la LOGSE o la LOU, pero ahora de lo que se trata es de parar la barbarie de la oligarquía que pretende destruir la Educación pública.
Cuando tengamos asegurado un sistema político basado en «a cada cual según sus necesidades», entones podemos ponernos a debatir sobre el modelo de Educación que más nos conviene. Mientras tanto, lo único que haces es poner palos en la rueda del carro de las reivindicaciones. Yo, por ejemplo, no estoy de acuerdo con la gente que con el psoe en el gobierno no mueve un dedo. Pero no puedo cargar contra esa gente para contribuir a dividir a la población y favorecer a la ultraderecha.
Creo sinceramente que deberías reflexionar sobre tus posiciones.
Salud.
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22 mayo, 2012 at 3:54 pm
Estoy contigo Moncadista. Se trata de un escrito valiente y además muy necesario: hay que saber sustraerse de una vez por todas de la dialéctica privado/público, puesto que ella misma es ya estatal (y en nuestro caso capitaloparlamentarista). A mí cada vez me deja más indiferente el chantaje del «hay que defender lo público porque si no le haces el juego a los reaccionarios». Pues bien ¿y qué? En efecto, la única relación válida de un estudiante con la Escuela o con la Universidad sería destruirla, o de otro modo: la educación debería ser una autoformación, una Bildung, es decir precisamente un proceso de conocimiento (ni privado ni público, sino universal por definición: si uno puede pueden todos y no hay nada que enseñar, aparte de lo que se ignora, es decir: que lo importante, siempre, no se enseña sino que se aprehende).
Por lo demás, tampoco esperaría nada de ningún «socialismo» (siempre es un deriva estatal del comunismo) y sí de una palabra como «comunismo», que es preciso rescatar a toda costa, y con su significación originaria: organización política directa y libre asociación de iguales.
Compromisos en la práctica los que se quieran, pero en la teoría ninguno. Ya se sabe…
Un saludo.
.
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22 mayo, 2012 at 7:01 pm
No te preocupes Kike, ahora sí podemos empezar a hablar.
Voy a repetirme, pero de otra manera. La escuela, cualquier escuela de cualquier Estado, es de clase. Se diseñan para reproducir el status quo. En nuestro caso, el de nuestra generación, el status quo era el keynesianismo a lo español, y eso (junto con las luchas obreras, no lo niego), se diseñó una escuela para los que valen, para los que valen un poquillo (FP), y el resto… Ese resto, los nadies, son los que la pequeñoburguesía, (y lo siento, pero el profesorado es pequeñoburgués en sus prácticas) ha ignorado, y eso es lo que he vivido yo, mi familia, compañeros, camaradas y amigos. No es que haya buenos o malos profesores, nunca me leerás referirme a esos valores, sino que a nivel sistémico, y (tú de sistemas Kike sabes más que yo), están para reproducir un modelo de capitalismo, de explotación.
Y, contestando a Laure, ese modelo ha pasado. Y es que además era injusto. Que era menos injusto que lo que viene ahora, pues sí, pero no tiene sentido defenderlo a pies juntillas. Mira Laure, y por ahí no paso, nunca, digo, nunca dejaré de criticar una acción «de izquierdas», venga de donde venga, cuando sea, porque pueda favorecer «a la derecha». Eso ha hecho mucho daño a la historia del movimiento obrero y las clases populares. ¿tú sabes quién decía eso: «critica cuando sea oportuno»? Venga, venga…
Porque no es lo mismo parar una reforma laboral: explotación; o la sanidad, que también es salario, por tanto privatizando la sanidad baja el salario total, real; que parar una reforma «educativa».
Lo digo con todas las palabras: a quien afecta esta contrareforma educativa es principalmente a las clases medias, las clases populares ya estaban totalmente abandonadas hace 10 años con la LOGSE, y parcialmente abandonadas SIEMPRE. Porque para los pobres, para los marginados no había educación pública que valga. Y al profesorado se la traía al pailo, es ahora cuando se movilizan «por la educación pública» cuando quieren decir por nuestros empleos, nuestro salario.
Propuestas: Arozamena lo esbozaba, si tan por la escolarización universal está el profesorado y los opositores, por qué no construís escuelas populares en los barrios marginales? Hay que construir un nuevo paradigma educativo popular, integrador y universal. Y ahí los que sabéis de educación sois muy importantes. Basta de contarnos cuentos
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23 mayo, 2012 at 7:38 am
Moncadista, me temo que no estamos de acuerdo en este punto. La Universidad española sufre de endogamia, lo sabemos ¿verdad? Trabajar como profesor en la Universidad española es prácticamente imposible, y muy fácil en cambio, en determinados casos. También sabemos que algunas universidades (públicas) son controladas por uno u otro de «los dos grandes partidos».
Todo eso es una vergüenza y es inaceptable, pero aún así no justifica el ataque frontal que está perpetrando este gobierno. Debemos defender el sistema público y después podremos entrar en la batalla del modelo público que una sociedad justa debería tener, incluyendo modificaciones sustanciales también en el sistema de acceso a la función docente.
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23 mayo, 2012 at 8:24 am
Lau, yo no he mentado la universidad en ningún momento, y he hablado de escuela, es-cue-la.
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23 mayo, 2012 at 8:29 am
El ataque del gobierno es a todo el sistema público de enseñanza, incluyendo por supuesto a la Universidad. Por si no lo sabías te incluyo este artículo:
http://www.larepublica.es/2012/05/wert-las-familias-que-no-pueden-pagar-la-universidad-es-porque-no-quieren-quitarselo-de-otras-cosas/
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24 mayo, 2012 at 7:04 am
Lo maravilloso de cuando gobierna el PP es cómo tenemos que salir a defender consignas, y encuadrarnos bien prietecitos en ellas (porque si no, le haces el juego a la derecha), en defensa del Psoe. Y aún más maravilloso es cuando gana el PSOE, y hace exactamente lo mismo que el PP.
Resultado final:
– el capitalismo camina palante en plan «fin de la historia»,
– nosotros hemos tenido alguna emoción que contar a nuestros nietos o alguna chica en algún bar,
– y los datos de beneficio para varias cerveceras el 22m: que podrás no ir a clase, pero nadie te quita consumir.
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24 mayo, 2012 at 9:21 am
Moncadista, me gustaría saber en qué te basas para afirmar que la Escuela Pública abandona a las clases populares.
En mi opinión tus tesis no tienen fundamento.
Salud.
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24 mayo, 2012 at 9:46 am
En realidad, no es una tesis de Moncadista. No existe ni un solo autor marxista que defienda que la escuela pública ha creado para las clases populares, ni uno solo. Desde Marx a Althusser o Poulantzas, Todos, incluidos los autores que bordean el marxismo, como Bourdieau o Foucault,
Podéis llamar a Moncadista demagogo si lo demostráis, pero no original.
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24 mayo, 2012 at 7:30 pm
Discúteme este texto: http://www.oem.com.mx/oem/notas/n880744.htm
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25 mayo, 2012 at 4:56 pm
Moncadista: el texto que sugieres que lea es de autores que han estudiado el sistema educativo francés a fondo, pero cada país tiene sus propias características.
Moncadista, yo no te reto ni te discuto nada. No se trata de eso. De todas maneras sigues sin aportar pruebas o argumentos fundamentados que sostengan lo que afirmas.
En los últimos años nos bombardean con la machacona afirmación según la cual el sistema educativo de Finlandia sería modélico. Pero ocultan que la sociedad finlandesa tiene sus puntos oscuros: alto nivel de violencia machista, de alcoholismo y de suicidios.
Otro ejemplo: Dinamarca es un país donde el racismo está muy exacerbado.
En general los países nórdicos europeos tienen buena prensa, pero no son lo que aparentan. Una pequeña muestra: Suecia ha tenido una política de esterilizaciones, más propia del régimen nazi que de la cacareada socialdemocracia nórdica:
http://elpais.com/diario/2000/03/29/internacional/954280813_850215.html
Holanda, Alemania y Reino Unido siguen manteniendo un sistema educativo discriminatorio a todas luces con los tristemente famosos itinerarios.
España es uno de los países europeos que han optado por la «Comprehensive school», es decir, la Escuela Integradora.
Otra cuestión es que se den una serie de problemas, carencias, y defectos, que es largo tratar ahora, y que yo no niego en ningún momento.
A mí no se me ocurre negar que la Escuela suele ser fiel reflejo de la sociedad en la que se inserta.
Para mí la Escuela en España alcanzó sus mejores cotas de calidad durante la II República, nivel que no se ha superado todavía desde entonces.
Pero realizar una crítica feroz al sistema educativo español en el momento en que éste recibe uno de los peores ataques de los últimos años por parte de quien debería protegerlo (las administraciones educativas) contribuye sobre todo a reforzar las posiciones del gobierno ultra de Rajoy que pretende dinamitar el sistema público educativo, en beneficio de los centros privados (hablar de concertados como un tercer tipo es una falacia).
Te sugiero que leas estos textos (todos ellos realmente interesantes, y al menos uno incluye abundante información con datos y porcentajes) y luego si quieres los comentamos, pero sin retos ni discusiones, por favor:
http://escuelasinexclusiones.blogspot.com.es/2012/04/donde-apuntan-las-reformas-educativas.html
http://www.cronicapopular.es/2012/04/el-gobierno-desmantela-la-educacion-publica/
http://universidadfrentealacrisis.blogspot.com.es/.
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25 mayo, 2012 at 6:35 pm
Lauren, hay análisis paralelos al de Baudelot y Estabelet (échale un vistazo a «Escuela,ideología y clases sociales en España», de Carlos Lerena). Efectivamente, estos análisis (setenteros, por decirlo de algún modo) están desfasados en algunas cosas, pero no en lo fundamental: la escuela es un aparato al servicio de las relaciones sociales dominates, que son las capitalistas en nuestras formaciones sociales. Sí que es verdad que están cambiando cosas, pero no nos confundamos. La articulación del capital en nuestro país está transformándose, en el sentido de que (ya hace años) el capital está llevando la división social del trabajo a un plano internacional: países productivos/países no productivos. Esto siempre existió, pero se trataba de división de barrios, o incluso regiones. Ahora es una división internacional. Para ello se avanza en esta nueva concepción de laescuela, en la que, a diferencia de la descrita en los análisis setenteros, no hay un itinerario para la clase obrera. Pero eso es sólo por una razón: la clase obrera sobra.
Y la posibilidad de inclusión o no de la escuela, es real: incluir a cuanta más gente sea posible en unas determnadas prácticas, para excluir a otras prácticas. En eso, la escuela no ha cambiado.
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26 mayo, 2012 at 8:41 am
Alejandro, los análisis sobre España dices que son setenteros, luego realiza sus críticas sobre la ley General de Educación de 1970, la EGB, sistema que nació obsoleto.
El sistema LOGSE no es la panacea, nunca lo he dicho, pero es mejor que el anterior, y por tanto las críticas no pueden ser las mismas.
Además, está el asunto de la oportunidad y el contexto. En un momento en que la Escuela pública está sufriendo ataques a su línea de flotación por parte del gobierno reaccionario de Rajoy, debemos ser inteligentes.
Te pongo a ti y a Moncadista un par de ejemplos, la invasión napoleónica y la guerra del 36. En el primer caso hubo una postura minoritaria de algunos afrancesados dando por buena la invasión francesa, que supuso muerte y destrucción de infraestructuras y patrimonio artístico. En el 36, algunas posturas dentro del Frente Popular abogaban por una Revolución sin esperar a vencer la guerra contra los fascistas, y esto supuso sin duda una derrota adelantada (y militantes comunistas entregados por los traidores a los fascistas).
Por tanto, debemos ahora apoyar sin fisuras al sistema público, y luego más adelante, cuando tengamos la oportunidad, abrir un proceso de debate sobre el sistema que queremos, y en el que alumnado, profesorado, y familias tenga voz y voto.
Salud.
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24 mayo, 2012 at 9:48 am
Me refería, claro, a que Todos, están de acuerdo en que la escuela existe para que las clases populares no aprendan según sus intereses. Baudelot y Estabelet hicieron un análisis pormenorizado con la escuela pública en Francia, que es totalmente aplicable a España, y Carlos Lerena hizo también uno sobre España.
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24 mayo, 2012 at 12:27 pm
Como docente que ha trabajado en los distintos niveles educativos y que sigo en ello (privados y públicos) no puedo estar más de acuerdo con lo que planteas.
La función de la escuela, desde siempre, ha sido la de instruir/reproducir, no la de educar. La educación es algo que hay que separar; no son, ni siquiera, términos compatibles en la mayoría de los casos.
Desde mi punto de vista lo que está pasando en España (visto desde fuera, porque no puedo asistir a asambleas), es más una batalla entre partidos (y no voy a decir política. En España hace mucho que no se hace política).
La escuela de verdad y la gente que cree en la escuela de verdad hace tiempo que está lidiando sus propias batallas; tanto en España, como fuera, no han parado de crearse escuelas alternativas, comunidades de aprendizaje libertarias, comunas educativas, familias que se unen y educan a sus hijos en casa (en Cataluña hay un movimiento muy fuerte y, en los países nórdicos, a los que tantos miramos, es una costumbre más que asentada), etc., con un funcionamiento muy bueno, a nivel comunitario y en contacto con el mundo real, no en un edificio de hormigón donde se supone que tienen que fluir sus libres pensamientos (esto es contra natura, se mire por donde se mire).
En cuanto al boceto que haces de los maestros/profesores, como en todas partes, hay de todo; la mayoría (pública o privada o concertada, no considero que haya diferencias notables) ya entran en la “profesión” con un perfil y una formación específica: privada/concertada – ideología del centro; pública: ideología del Estado (las oposiciones se preparan con un temario perfectamente ideado por las grandes empresas y partidos políticos); por lo que se convierten, directamente, en transmisores/instructores/reproductores de la ideología dominante, que es para lo que se han preparado.
Y la Universidad (aunque no le hayas tocado) es más de lo mismo; es todo un proceso unido y cíclico. Una pura reproducción. Es así donde se «forman» los futuros docentes, que son los que luego entrarán en las escuelas, reproduciendo lo que les han enseñado (de forma totalmente pasiva, sin crítica y sin reflexión) y sus recuerdos y experiencias pasadas.
A pesar de todo, sí creo que exista gente profesional y comprometida con lo que debe ser una escuela, que enseña y educa, las dos cosas, y que merece estar desempeñando esa labor. Por esa gente, sí me pronuncio y sí creo que la lucha, si se consigue que sea una lucha de verdad, merece la pena. Aunque se tiene que tener muy claro que el final de esa batalla no es más financiación, ni más recursos; de eso hay mil, muy mal gestionados, desperdiciados y tirados; sino crear una escuela diferente, un modelo diferente, que ayude, desde la base, a crear una sociedad diferente.
Un abrazo grande desde Nijmegen.
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24 mayo, 2012 at 7:08 pm
Gracias Helena, me alegra leer un texto tan sensato.
Lau, yo te reto a que me demuestres tu postura, si la escuela en España no ha servido para profundizar las diferencias de clase en nuestro país. La escuela ha servido para que los trabajadores aprendieran «modales»: sumisión y obediencia, a estar callados, sentados, escuchar, mensaje unidireccional, etc. Los tests que nos hacían para ver si teníamos que irnos a la FP, a la Uni, o a casa..
Y ante el cambio de paradigma, donde ya no hacen falta trabajadores, pues ya no tienen por qué estar en la escuela, así de sencillo. El fracaso escolar, que para mí, como decía, es un éxito escolar en función de los objetivos; ha ido en aumento conforme el Estado ha ido necesitando menos trabajadores manuales cualificados. Seguirán siendo «educados», pero esa educación la llevarán a cabo otros aparatos: compañías, marketing, familia, etc.
¿Es la escuela pública realmente pública? No, no lo es. Sólo que es gratuita. Ah, vale, pero no es pública, porque no la hace el pueblo para el pueblo. La hace un Estado, de clase, también lo era con ZP, para reproducir su clase. Entonces, si se trata de defender los puestos de trabajo de unos trabajadores de la administración, pues entonces, vale, como si hay que defender lo indefendible en estos tiempos: a los mineros del carbón o a los que fabrican armas en Granada.
Pero no me vendáis el cuento de que la escuela pública es universal, genera personas libres (sic), y todos esos cuentos que se están viendo en las manis estos días.
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25 mayo, 2012 at 8:52 pm
Lauren, disculpa que utilicé el término «discutir» con la concepción anglosajona, quería decir argumentar, debatir… De todas maneras tú tampoco has respondido ni una de mis preguntas.
Yo poco puedo añadir a lo que Alejandro dice. Tenemos diferentes perspectivas con respecto a lo que el Estado y todos sus aparatos son. Para mí no son neutrales, no están por encima de las clases, porque entiendo que ese es el análisis marxista, y es el que me ha ayudado a analizar la sociedad, incluso mi historia personal. La escuela tiene un papel socializador muy claro, entendido como de adaptación a la estructura de clases de la sociedad. Y eso es en España, Francia, China o Cuba. Sí, en Cuba también. Le podemos poner todas las flores que queramos. ¿A qué viene lo de los países nórdicos?
No existe lo público, es una falacia «socialdemócrata», o digamos, de la 2ª internacional, del PSOE, etc, etc. Lo público, en cuanto ofrecido por el Estado, pertenece (ideológicamente, y a veces económicamente) a una clase, la burguesa. Tal como decía Arozamena en el comentario.
Acusarnos una y otra vez de que nuestros argumentos favorecen a la derecha, es perdóname, ridículo. Lo que favorece a la burguesía es que nos dediquemos a pedirle a papá Estado algo que ni puede, ni está dispuesto a dar, en vez de construir nosotros la alternativa. Porque así es como se construye poder popular y se hace la revolución.
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26 mayo, 2012 at 8:41 am
Tengan y no tenga, perdón.
Salud.
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26 mayo, 2012 at 10:16 am
Efectivamente, Lau (que desde aquí te mando un saludo, porque nos conocimos en su día y te agradezco tu implicación en un debate como este) la Ley del 70 era la peste. Pero lo que cambia respecto a la Logse, y la Loe respecto a la logse, y así sucesivamente poco tiene que ver con que sea más o menos de izquierdas o peor o mejor para los niños, sino que evidencian los cambios que se están produciendo en la naturaleza del trabajo en nuestro país. Antes, un niño, al menos si no entendía los conceptos (es decir, no iba a ser un buen investigador) ni conocía los procedimientos (tampoco iba a ser un buen funcionario), que al menos tuviera actitud: obrero productivo. Lo que cambia con la aparición de las competencias es que ya no queremos tres tipos de niños (definidos por lo competencial, lo actitudinal y lo procedimental), sólo quremos dos: los competentes (competitivos) y los que no. Esto no es más que la expresión educativa de la extinción del trabajo productivo (productor de plusvalía) en nuestro país, así como muchos países como el nuestro. Este proceso requiere una transformación del sistema educativo que se está dando reapropiándose de buena parte de las teorizaciones de la izquierda. Lau, te invito a que sigas ese proceso de reforma del sistema, que se está dando, y sin tener que esperar a la toma del poder: http://encuentro.educared.org/
Por supuesto, en él, otra entidad suplanta a la administración pública, incapaz de generar ese dinamismo.
No obstante, son posibles muchas prácticas interesantes, tanto contra telefónica como contra el santander como contra la administración pública, tanto dentro como fuera. Y son posibles, porque aunque cambie el sujeto que administra, las prácticas de división siguen siendo las mismas. Y de lo que se trata es, por tanto, de preparar a la gente contra esa división. La forma en la que hacerlo… no es sencillo, muchos están trabajando en ello, y me incluyo.
La educación es un campo de batalla, y esposible conseguir cosas, puesto que la batalla nunca está terminada, y por tanto nunca estamos del todo vencidos, pero la escuela hoy sigue sirviendo para lo mismo: separar, estandarizar, compliar, y preparar para empezar a servir a la producción capitalista.
Y ahí, amigo, no podemos esperar a tomar el poder. Hay que hacerlo ya. Con(tra) esta legislación o con(tra) cualquier otra.
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26 mayo, 2012 at 9:55 am
A ver, intercambiar los términos de una contradicción (digamos privado/publico, por ejemplo) no es, y nunca va a ser, transformarlos. Entre otras cosas, por la sencilla razón de que los opuestos son producidos por la oposición y los contrarios por la contradicción.
Ahora bien, siempre puede haber un corte topológico (a condición, claro, de que se estructure como un punto de no retorno), y una vez habido, se puede pasar de un espacio topológico a otro. A eso se le podría llamar, verdaderamente, una revolución y no a un giro, es decir, a un retorno de lo mismo.
Para ello, en realidad, tan sólo haría falta algo así como lo que Lacan quería que fuera el psicoanálisis (donde podemos encontrar una bildung radicalmente liberadora): un arte de apasionada desvinculación de todo lo que mantiene al sujeto refrenado en la conformidad de una sujección.
Un des-ejemplo afrancesado.
Joseph Jacotot, en los años de 1830, opone la emancipación intelectual al orden explicador de académicos y educadores progresistas y proclama que cada cual puede aprender solo y sin maestro y que incluso puede enseñar a otro lo que él mismo ignora. Es sencillo, en realidad. Simplemente hay que aprender, y se aprende. Todos los hombres comparten esta capacidad tanto como la capacidad de hablar. Y ello es, además, lo único traducible, y lo único comúnmente diferido en este pase de emancipación, en esa transferencia de igualdad.
Pero, al parecer, no es así como funciona el mundo de los explicadores/explicados y de los enseñantes/enseñados. Y asi es, en cambio, como marcha todo «pour le mieux dans le meilleur des mondes possibles». “El mito pedagógico, decíamos, divide el mundo en dos. Pero es necesario decir más precisamente que divide la inteligencia en dos. Lo que dice es que existe una inteligencia inferior y una inteligencia superior. La primera registra al azar las percepciones, retiene, interpreta y repite empíricamente, en el estrecho círculo de las costumbres y de las necesidades. Esa es la inteligencia del niño pequeño y del hombre del pueblo. La segunda conoce las cosas a través de la razón, procede por método, de lo simple a lo complejo, de la parte al todo. Es ella la que permite al maestro transmitir sus conocimientos adaptándolos a las capacidades intelectuales del alumno y la que permite comprobar que el alumno ha comprendido bien lo que ha aprendido. Tal es el principio de la explicación. Tal será en adelante para Jacotot el principio del atontamiento” (Rancière: 2003).
Entendámonos bien, habrá atontamiento siempre que exista una inteligencia subordinada a otra inteligencia, y puesto que siempre que se instruye, o se evalúa o se explica, al mismo tiempo se distribuye según una jerarquía de las capacidades no se hará nunca sino reproducir desigualdad. “Y, eso era precisamente, enseñaba Jacotot, tomar las cosas a la inversa. La igualdad no es un final que los gobiernos y las sociedades pudieran esperar. Plantear la igualdad como un final a esperar a partir de la desigualdad, es instituir una distancia que la operación misma de su “reducción” reproduce indefinidamente. Quien parte de la desigualdad puede estar seguro de volver a encontrarla a la llegada. Hay que partir de la igualdad, partir de este mínimo de igualdad sin el cual ningún saber se transmite, ninguna orden se ejecuta, y trabajar en ampliarla indefinidamente. El conocimiento de las razones de la dominación no tiene ningún poder para subvertir la dominación; siempre se tiene que haber comenzado ya a subvertirla; haber comenzado por la decisión de ignorarla, para no hacer de ella derecho. La igualdad es una presuposición, un axioma de partida, o no es nada” (Rancière, 2003).
En una palabra, si hay des-igualdad es que tiene que haber, y primero, igualdad. He ahí nuestra única moneda. Su acuñación y su curso.
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27 mayo, 2012 at 2:48 pm
Hola, no he leido todos los comentarios así que lo mismo ya lo habéis comentado. Yo os propondría que cambiaseis la argumentación; porque veo más juicio que argumento acá.
La semántica sería un primer paso: qué es la escuela pública? Porque yo estoy convencido que ese término esconde una serie de valores cruzados entre los cuales se encuentran algunos de los principales por lo que se lucha a día de hoy y con los que dudo mucho que estés en desacuerdo, Alfredo.
En numerosas ocasiones un ente u objeto semántico es entendido con clara subjetividad por cada uno. Mi argumento es que no estás hablando del mismo objeto del que habla «la marea verde». Para mi esta gente pelea para que la pública no pierda en competencia contra la privada y la concertada; y no para decir que la pública es lo mejor que existe. En otras palabras, no tengo la sensación de que se esté hablando de lo mismo; aunque lo mismo es cosa mía.
Obviamente todos añadimos subjetividad al discutir, pero juzgar en lugar de argumentar ni siquiera puede considerarse falacia. Tu hipótesis es que la escuela pública es un método de adoctrinamiento; pero depende del argumentario también lo son las escuelas concertadas o las privadas (más aún); la educación paterno-filial; la educación universitaria y la interacción hombre-sociedad. Para mi el único método de educación no adoctrinante es aquella en la que se establece libertad total de decisión (libertad imposible de lograr por los inevitables «tradeoffs» entre la situación socio-económica del alumno). Esta educación debe ser, para empezar, gratuita, para poder garantizar la abolición de impedimentos económicos en la entrada a la educación; para seguir debe ser disponible, o alcanzable desde cualquier ubicación geográfica y cota social. Mi sensación personal es que puede que la educación pública no sea el fin deseable, pero es lo mejor que tenemos hasta ahora o por lo menos reúne características para poder considerar que es potencialmente convertible en ello. Coloquialmente hablando, luchar para que no se destruya no implica que lo defienda como la panacea, implica que no quiero dar pasos atrás, sino pasos para adelante.
Otra cosa que estaría bien discutir, en mi opinión, es qué es el fracaso escolar. Dices que solo el 10% de tus compañeros llegaron a la universidad. La pregunta es: si no quería llegar a la universidad y te bastaba con empezar a trabajar para ser feliz, eso es fracaso escolar? De todas formas que el fracaso escolar deba implicar que la escuela pública es mala es una falacia del tipo Argumentum ad consequentiam; o sea, basado en el resultado generalizas la veracidad y falsedad de una afirmación demasiado general. Es el problema del pensamiento inductivo. En otras palabras, puede ser verdad lo que dices, pero no es el argumento válido de comprobación. Solo lo sería si existiese una relación directa; es decir, que la escuela tuviese como objetivo un alto fracaso escolar; y eso hay que demostrarlo con algún argumento.
En definitiva yo creo que lo que hay que preguntarse es: qué queremos de la escuela? Qué queremos que sea? Qué es actualmente? Y con todo eso plantearse: hacia donde va ahora? Qué hay que hacer para corregirla si eso es lo que queremos?
Hacer tabula rassa; o decir que la escuela pública no merece la pena y por tanto debe ser eliminada no me parece la opción más inteligente, ya que la escuela pública para mi debería tener la función de crear mentes capaces de mover información, y tiene los requisitos para convertirse en ello (si lo hace o no es otra cosa).
Claro que esta es mi opinión; y no estoy muy seguro de la tuya, Alfredo jejeje, así que por eso te pediría que definieses un poco 😉
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