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El blog de Moncadista

Nací un 26 de julio…

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Monsanto is people!

Ayer vi la película Soylent Green, horriblemente traducida al castellano como «Cuando el destino nos alcance«. La conversación que tuve sobre la película me llevó a unir y descubrir varias cosas que voy a intentar contaros.

Lo primero que hay que señalar es que es una peli del ’74. Charlton Heston (sic, cuánto daño hizo El Informal) hace de policía en una sociedad ¿futurista?, en el 2022, donde la acción humana destruye la naturaleza, que junto a la sobrepoblación (creo que dicen que Nueva York tiene 40 millones de habitantes), lleva a una total carestía de alimentos. Lo primero que me llama la atención es que el cambio climático y efecto invernadero (así nombrado) no es por una guerra nuclear, al menos no explícitamente, sino «por la acción del hombre». La película es también una exaltación a la comida, las virtudes de la naturaleza (inexistente), el agua, la higiene, etc.

Os voy a destripar la película, porque supongo que la habréis visto, o por lo menos sabéis de que va. Lo necesito para seguir con el argumento.

La película termina así:

Charlton grita moribundo: Soylent Green is people! Él había descubierto, con la ayuda del otro protagonista de la película, que la comida que la mayoría de la población comía se produce a partir de cadáveres humanos. La compañía que llevaba a cabo eso se llama Soylent Green, con unas analogías bestiales a Monsanto. Corrupta, poderosa, y sin escrúpulos, nadie diría que es una película de ciencia ficción… excepto porque la gente se come a la abuela en galletas.

Desde luego la película es profética, pero nos preguntábamos cuánto de profética. La discusión se basó en si lo de la necrofagia es una metáfora de nuestros tiempos o es una advertencia. Yo creo que ambas cosas, y me explico.

Lo de que es una metáfora supongo que está claro. La comida está manchada de sangre, por activa y por pasiva. Jean Ziegler dice con razón que habiendo el doble de comida que la población mundial necesita, «la muerte por subalimentación de un niño es un asesinato«. En la película se puede ver que un trozo de carne o una manzana es un privilegio de unos pocos, ¿no lo es en Yemen? Una de las recetas del Banco Mundial es «una reducción en la ingesta de comida«, mientras EEUU los bombardea una vez al día con aviones no tripulados (drones). Otro ejemplo de la comida y la muerte es el aumento de la desnutrición en países como México, productores de maíz, porque su precio se dispara por la especulación y el «libre» mercado. O sea, la comida mata, no porque no haya bastante, sino porque está concentrada en unas pocas manos.

La comida está manchada de sangre en su carencia, ¿pero qué pasa en su producción? Me centraré en tres monocultivos especialmente relevantes al respecto. El aceite de la palma africana, la soja y el plátano. Y en  un país, Colombia.

Gabriel García Márquez, en su libro más famoso, 100 años de soledad, cuenta cómo la que es ahora una de las grandes multinacionales alimenticias del mundo, La Chiquita Brands, la que otrora fue United Fruit Company, llevó a cabo la masacre de las bananeras. Entonces murieron hasta 2000 trabajadores, pero se puede considerar como «el comienzo» de una larga matanza y desplazamiento que llega hasta nuestros días. No sólo las bananas, la mayoría de los productos alimenticios preparados, o el biodiesel, están manchados de sangre campesina y obrera. La Federación Internacional de Derechos Humanos muestra en un informe que las estructuras militares y paramilitares han cometido en las últimas décadas alrededor de 60.000 crímenes de lesa humanidad. Amnistía Internacional denunció que sólo en el 2004 se asesinó o hizo desaparecer al menos a 1400 civiles . Según la Cruz Roja (CICR), entre enero y marzo de 2008 asistieron a 21.764 personas desplazadas de sus tierras por la violencia, un 45% más. Pero es que se ha demostrado que la United financió el paramilitarismo que acabó con la vida de más de 11.000 personas en la región colombiana de Urabá. Esta violencia y desplazamientos son la consecuencia del despojo de tierras, unos 6 m. de Ha en la época del paramilitarismo, que han pasado de los campesinos, indígenas y afrodescendientes a los terratenientes y multinacionales para la siembra de monocultivos para la exportación.

La producción industrial de alimentos, las multinacionales que la controlan, necesita de sangre humana. La película se convierte pues en una metáfora de nuestros días.

¿Pero por qué digo que además es una advertencia? Obviamente la parte ambiental. Es muy interesante que trate el tema del desastre ecológico no desde el punto de vista de la época, una guerra nuclear, sino por acción del ser humano que lo había destruido todo con su avidez. Y así se refleja en las imágenes del comienzo. Pero también es una advertencia literal con respecto a la necrofagia, y a las cuestiones éticas que llevarían a una multinacional a procesar cadáveres para su consumo, escondiéndolo a la población.

Mucho hemos oído hablar del Dr. Mengele, y la experimentación de los nazis. Pero la mayoría de esos «científicos» fueron condenados en los juicios de Nuremberg, ¿verdad? Lo que no nos enseñaron en los institutos, y mucho menos en los de este país EEUU, es que los japoneses hicieron algo parecido, sino en cierto modo más atroz: el escuadrón 731. Este consistía en un campo de concentración situado en territorio ocupado chino donde se hicieron todo tipo de experimentos médicos con humanos. No me extiendo en los detalles, los podéis leer en wikipedia. Donde quiero llegar es a que a diferencia de los médicos nazis, estos japoneses fueron amnistiados por EEUU a cambio de que se cedieran todos los resultados obtenidos de esos experimentos al gobierno estadounidense. Y es que «ellos no podían hacerlos en EEUU». Esos resultados fueron necesarios para el desarrollo de la medicina moderna.

Y es que la experimentación en la sanidad está manchada de sangre humana incluso en tiempos «de paz». En EEUU se llevó a cabo durante 40 años, hasta 1972, un experimento con 400 hombres negros infectados con sífilis. Los médicos les dijeron que tenían «mala sangre» y no los trataban con penicilina. De esta manera pudieron estudiar el progreso de la enfermedad hasta la muerte. Se hizo para encontrar «tratamientos» más efectivos. Otras aberraciones que se han hecho «recientemente» en este país son por ejemplo las esterilizaciones masivas a disminuidos físicos y psíquicos, ¡terminaron en 1972!. Los matrimonios interraciales eran ilegales hasta 1976 en Carolina del Norte. Las famosas células HeLa que todos los biólogos celulares hemos utilizado en nuestros experimentos provienen del cáncer de útero de Henrietta Lacks (HeLa)… sin su consentimiento.

Podría seguir dando ejemplos. Los ensayos clínicos que las farmacéuticas hacen en la India sin que haya consentimiento del conejillo de indias (sic). O lo que se hace en África, de lo que se ha hecho documentales y la película el Jardinero Fiel.

La ética, como la moral o la cultura, no son atributos ahistóricos. Son fruto de la democracia (en un sentido amplio). El capitalismo, así como otras formaciones sociales de clase, tiende al autoritarismo y al bestialismo. Las ansias de acumulación tienen que ser contrarrestadas por los pueblos para no caer en ese canibalismo metafórico. Esta película es una advertencia de lo que las multinacionales harán en sus ansias de poder y capital si se dejan fuera del control democrático o popular.

Os dejo una canción de Bruce Dickinson sobre el Escuadrón 731, y la letra.

The breeding house stood at 731,
He was just a working man
And he worked with his hands and prisoners
He set a judgement on his fellow man
Secret sight was his game,
Justified by war
His spawn lay in the freezer
The killers that wore his name

The breeding house, you were there
And the sins of your fathers,
In the breeding house
The breeding house, 731
And the sins of your fathers
Are the sins of your sons

Maybe within childhood
He pulled off spiders legs
Now he's a big boy
Playing with big boys toys
He's playing games he won't forget
A contract for some research,
A paycheck in the mail
A secret that defended
By the ones who should have ended it

Angels of death in a white coat
There's thousand ways of dying,
So obscene, so obscene
when Washington was blaffened
About knickers and G-strings
And men were busy
Hiding evil things, evil things

Come to see the carnival,
Come to witness fear
Come to see deformity,
Human life is here
A double-blind experiment
On who's the last to die
A fifty year conspiracy
Of murders and of lies

EN CONTRA DE ESTA EDUCACIÓN PÚBLICA

Visto en Twitter: «Cómo te escuece que el hijo de tu portera sea ingeniero y el tuyo sólo haya llegado a vulgar enchufado. Eso es la Pública.»
La marea verde la llaman. Un movimiento ciudadano que reparte lacitos verdes y reivindica la educación pública, en contra del ataque neoliberal que quiere privatizarla. Y como parece que tenemos que ser más simples que el mecanismo de un chupete, pues tenemos que estar o a favor o en contra de las cosas.

Y yo estoy en contra…como siempre. Ya está el Moncadista tocando las pelotas y los ovarios del personal.

Pero es que me perdonen ustedes, pero yo estoy muy en contra de la educación reglada, y en este caso de la educación “púbica” que nos tocó a millones de niños en España. Y lo digo yo, que no hice ni el CAP, para mí Vygotsky es una marca de Vodka; y como saben los (mayormente las) pocos estudiantes que he tenido, mis habilidades educativas son nulas.
Pero empecemos por el principio. ¿Qué es para mí la educación? Toda esa serie de habilidades que se inculcan a una personita desde que nace (incluso antes) que la convierten en un ser social. Y por “ser social” entiendo que es aquellas habilidades que te permiten ser uno más de la manada. Pero se da el caso que hace por lo menos 15.000 años, mes arriba, mes abajo, que las manadas están compuestas de subgrupos. No sé si habéis visto-leído «Un mundo feliz de» Aldous Huxley, pero cuando a alguno que iba para alpha se le daba durante el desarrollo algo de los gamma tenían el follón montado al generarse un Bernard Marx. Para evitar eso, las distintas sociedades decidieron “educar” diferentemente dependiendo a qué grupo social pertenecieras. Si te tocaba ser esclavo en Grecia para qué querías saber de matemáticas.

La escuela ha sido durante buena parte de la historia de la humanidad el lugar donde las élites aprendían. O sea, parte de su educación era en la escuela, donde adquirían las habilidades que les permitiría formar parte de la élite dominante, y así seguir dominando… ya sea la matemática, como la política, etc. Porque todos esos profesores listillos que equiparáis educación con escuela, o tenéis un problema de autoestima, o os saltasteis aquella clase.

En estas que hace unos siglos se produjo una «revolución», que para algunos autores como Silvia Federeci fue una contrarevolución, y después el imperialismo, la división internacional del trabajo, la revolución y contrarevolución (estalinismo) rusas, el fordismo, el keynesianismo, y el mal llamado Estado del bienestar.

Para mediados del siglo XX existía bastante consenso en que ese Estado del bienestar era producto casi exclusivamente de las luchas obreras. Los partidos comunistas se olvidaron de la parte económica del imperialismo y de la división internacional del trabajo. Como consecuencia, se consideró la «Educación Pública» como una conquista obrera, popular.

Bueno, yo he leído más bien poco, pero un libro que me ha influenciado fue «Aparatos Ideológicos de Estado» de Althusser. Lo tachan de estructuralista creo, no sé muy bien lo que es, pero sí sé que dice algo muy claro, la escuela (se refiere a la de los 60) es un Aparato Ideológico de Estado (AIE), y tiene una función social clara: reproducir al sistema capitalista. El Estado, escolariza a las masas populares para darles la «educación reglada» apropiada a su función social. Básicamente, si combinas el AIE escuela con el AIE familia tendrás: hijo de profesor de instituto + escuela pública = licenciado. Hijo de currelas + escuela pública en barrio chungo= jony, quinqui, cocacolo (y diversas variantes). Hijo de currelas + escuela pública en pueblo pobre andaluz = currela (jornalero, camarero y si tienes la suerte de ser de Cai, camello). Hijo de currelas anarquistas + escuela pública en pueblo pobre andaluz= Moncadista.

Ya sé, esto es más mecanicista que los pinzones de Darwin, pero es para ver si me explico. Si bien me podéis poner todas las excepciones que queráis a esa «causística», la realidad, y es a donde quiero llegar, es que la educación pública dejó en la estocada a millones de hijos de trabajadores en España. Y lo hizo no porque no tuviera suficientes recursos, o porque las circunstancias de la transición, o porque «el ambiente socio-familiar», o porque…no. La escuela pública del fordismo-keynesianismo tenía una función socializadora clara, y una función productiva enclavada en la división internacional del trabajo. Según cálculos que hago de memoria, ni el 10% de mis compañeros de clase llegaron a la universidad. Y si repaso cada una de esas personas, eran hijos e hijas de pequeños empresarios, comerciantes, o políticamente comprometidos. ¿es eso un «fracaso escolar»? Pues no. Es un éxito escolar, porque sólo unos pocos, los «elegidos», merecíamos estar ahí. Era un éxito porque ese era el cometido. Y por qué éramos los elegidos, porque nuestras circunstancias personales, sociales o económicas nos hacían más aptos para ocupar el puesto correspondiente en la división internacional del trabajo. El resto, a picar piedra, coger tomate, servir guiris y recoger aceituna… literalmente.

Me diréis que al menos la educación, o sea la escuela, era universal y gratuita. Sí, se permitía que todos hasta los 14, y después hasta los 16, «estuviéramos» aunque fuese físicamente allí. Pero no queríamos. El magnífico profesorado de la educación pública me ha pegado, me ha humillado, me ha enseñado sumisión, frustración, violencia y machismo. Podría poner mil ejemplos. Eso era la educación pública de las clases más populares de nuestro país hace unos pocos años, hablo de los ’90. Eso sí, nos permitían estar. La escuela pública te permitía estar aunque fueras un «nadie», la escuela del s. XXI si eres un nadie, no estarás.
Defender la «Educación Pública» sin más es como defender que las nubes huelan. No se puede volver al pasado, y además yo no quiero. Yo no quiero que mis hijos sufran lo que mi hermano o yo sufrimos. El futuro tiene dos caminos, el del neoliberalismo y la dictadura total del capital, o el del socialismo. En este último hay que mirar a la educación y la escuela como lo que es, una herramienta de dominación de clase para el mantenimiento de la explotación. Los profesores no son santos, son tan fascistas o tan comunistas como lo puede ser un policía o un juez. Y tienen un cometido: educar, o sea, socializar. ¿o tenían ese cometido?

La acometida internacional contra los servicios públicos, incluida la escuela, es un reajuste de la burguesía a los nuevos tiempos. Los «nadie» ya no necesitan «estar» en la escuela para su educación. Ahora, o estás dentro o no existes. Hay que luchar contra eso, pero mirando al futuro, sin contarnos historias de mundos de fantasía. Porque los hijos de las porteras habrán llegado a ingenieros, pero la mayoría de los hijos de los jornaleros no. Y eso también es la pública.

Respuesta al 1er comentario

Kike, obviaré la primera frase de tu comentario. E iré argumento por argumento:
«ni una alternativa»: la escuela pública, que no educación, responde a un momento histórico. Defenderla sin más, de manera acrítica, como se está haciendo además de equivocado e injusto, es un sinsentido. hay que luchar contra el desmantelamiento de la pública, pero no nos engañemos diciendo que de los hijos de las porteras salen ingenieros. Yo no tengo ni puta idea, y el texto es sesgado y sin datos, pero yo pensaba que los datos de fracaso escolar estaban claros. Y en mi memoria está clarísimo quién salió del pueblo y quién no. Cuántos profesores nos trataban como chusma. Nos humillaban, nos pegaban, o permitían que a los que éramos diferentes se nos pegaran palizas en la misma escuela hasta que nos llevaban al hospital. Eso TAMBIÉN es la pública, la escuela piloto del s XXI. La de los que no tienen un sitio en la universidad. Y por eso pongo lo de hijos de anarquistas, porque sólo el tesón de esos padres, los míos, o los de cualquier otro licenciado del Almanjayar, o de La Mina, junto con algún profesor que no perdió la esperanza, nos hizo salir de esa espiral.
El objetivo con este texto sí, es generar polémica, pero no porque me de placer que me llamen burgués engreído, sino porque no soporto toda esta marea verde acrítica, chupiguay, alabando al «profesorado» como un ente por encima del bien y del mal. Porque los profesores TAMBIÉN son co-responsables del fracaso escolar. Por cierto, y no lo he puesto en el texto a posta: ¿dónde están los profesores de la privada? ¿Por qué no se les defiende y reivindica en este movimiento por igual?
1) que me digas que yo no tengo referencias, jejeje. todos esos miles de tweets pro-educación pública, como el del hijo de la portera sí que tienen referencias ¿verdad?
2) Demagogia e insulto. Si me conoces sabes cuál es mi estima hacia los jornaleros y campesinos. No por nada me fui a Colombia, ;). Es demagogia porque yo no digo que las clases populares sean «nadie», sino que son relegados a ser «nadie» por el Estado, y en este caso por su brazo educativo: la escuela.
3)Cierto, pero la educación pública, con su «Educación por la ciudadanía» no pretende cambiarlo tampoco. Al contrario.
Lo que he escrito no te habrá gustado, no estarás de acuerdo, te parece mierda, pero sólo yo sé si me las he pensado, si las he debatido con otros antes de escribirlo, si están fundadas. Y siento haberte ofendido, pero para defender a los profesores (en general) ya hay miles de blogs.

Segunda actualización y respuesta a comentarios.

No te preocupes Kike, ahora sí podemos empezar a hablar.
Voy a repetirme, pero de otra manera. La escuela, cualquier escuela de cualquier Estado, es de clase. Se diseñan para reproducir el status quo. En nuestro caso, el de nuestra generación, el status quo era el keynesianismo a lo español, y eso (junto con las luchas obreras, no lo niego), se diseñó una escuela para los que valen, para los que valen un poquillo (FP), y el resto… Ese resto, los nadies, son los que la pequeñoburguesía, (y lo siento, pero el profesorado es pequeñoburgués en sus prácticas) ha ignorado, y eso es lo que he vivido yo, mi familia, compañeros, camaradas y amigos. No es que haya buenos o malos profesores, nunca me leerás referirme a esos valores, sino que a nivel sistémico, y (tú de sistemas Kike sabes más que yo), están para reproducir un modelo de capitalismo, de explotación.
Y, contestando a Laure, ese modelo ha pasado. Y es que además era injusto. Que era menos injusto que lo que viene ahora, pues sí, pero no tiene sentido defenderlo a pies juntillas. Mira Laure, y por ahí no paso, nunca, digo, nunca dejaré de criticar una acción «de izquierdas», venga de donde venga, cuando sea, porque pueda favorecer «a la derecha». Eso ha hecho mucho daño a la historia del movimiento obrero y las clases populares. ¿tú sabes quién decía eso: «critica cuando sea oportuno»? Venga, venga…
Porque no es lo mismo parar una reforma laboral: explotación; o la sanidad, que también es salario, por tanto privatizando la sanidad baja el salario total, real; que parar una reforma «educativa».
Lo digo con todas las palabras: a quien afecta esta contrareforma educativa es principalmente a las clases medias, las clases populares ya estaban totalmente abandonadas hace 10 años con la LOGSE, y parcialmente abandonadas SIEMPRE. Porque para los pobres, para los marginados no había educación pública que valga. Y al profesorado se la traía al pailo, es ahora cuando se movilizan «por la educación pública» cuando quieren decir por nuestros empleos, nuestro salario.
Propuestas: Arozamena lo esbozaba, si tan por la escolarización universal está el profesorado y los opositores, por qué no construís escuelas populares en los barrios marginales? Hay que construir un nuevo paradigma educativo popular, integrador y universal. Y ahí los que sabéis de educación sois muy importantes. Basta de contarnos cuentos

Las mil caras del capitalismo en EEUU

Uno de los objetivos de mi «estancia» en EEUU es conocer en profundidad su cultura, sus valores, idioma, sus luchas e historia, etc. Esta semana ha sido muy fructífera en ese aspecto. Con mi intérprete cultural a mi lado he asistido al festival «Full Frame«, que se traduciría algo así como encuadre completo.

Haré comentarios sobre los documentales-películas relacionados con el capitalismo en EEUU (aunque en ningún momento sea algo explícito en las pelis), y a ver qué sale.

La primera película de la que quiero hablaros es Matewan, 1987, de John Sayles. Se ha convertido en una de mis películas favoritas. Es una historia de trabajadores humildes que gracias a una teoría revolucionaria sencilla, respetuosa e inteligente logra unir a hombres y mujeres, estadounidenses e italianos, negros y blancos por un mismo objetivo, y contra un mismo enemigo: «el que no trabaja». La Batalla de Matewan como es conocida sucedió en 1920. Me llama la atención que apenas tiene referencias en español, aquí y en wikipedia podéis leerlo en inglés.

Quiero centrarme en tres aspectos de la historia y la película que me interesan mucho: la democracia, la unidad y la violencia.

Al pueblo donde los mineros están en huelga llega un tipo del sindicato que se reúne con lo que sería el comité de huelga y dice esto: (debajo está la transcripción)

¿Queréis que se os trate como a hombres? ¿Tratados justamente? No sois hombres para esta empresa. Sois material como las palas, las vagonetas, o los barrenos. Os utilizan hasta que os largáis, no servís o morís en un deslizamiento de tierras, y entonces cogerán a otros. Poco importa el color o de dónde vengan. Poco importa el carbón que podáis sacar o desde cuándo vuestras familias viven aquí. Pero si os quedáis aislados les estáis haciendo el juego. ¿Creéis que este hombre es vuestro enemigo? (señalando al negro). Es un obrero. Un sindicato que rechaza a este hombre no es ya un sindicato. ¡Es un puto «club»! Estáis luchando blancos contra negros. Los nacidos aquí contra los extranjeros. Mineros contra mineros. ¿Cuándo os enterareis de que solo hay dos grupos en este mundo? Los que trabajan y los que no trabajan. Vosotros trabajáis…y ellos, no… Es lo único que debería contar. Habéis dicho que teníais fusiles. Sé que sois todos muy valientes. Y sé que estáis listos para luchar contra la empresa, si es necesario. ¡Pero la empresa no quiere este sindicato! ¡El gobierno estatal tampoco lo quiere, y el gobierno federal, tampoco ¡Y lo que esperan es una razón para intervenir! Señores, estamos sobre un barril de pólvora. Una chispa en el momento equivocado, y todo habrá acabado para nosotros! Por eso debemos actuar despacio y con cautela. Debemos organizarnos establecer las bases. Debemos trabajar todos juntos. ¡Unidos! Hasta que ya no puedan sacar su carbón sin nosotros. ¿Cómo se pueden cerrar las minas sin dinamitarlas? Los mineros deben ir a la huelga. ¡Todos!

Para vencer al enemigo que te considera otro elemento de la maquinaria hace falta unidad entre todos los trabajadores. La unidad no es fácil, porque el enemigo trata en todo momento de dividir a esos que trabajan, por raza, origen, género o religión. Y la película muestra todas esas dificultades, y cómo en las necesidades de la lucha se superan las diferencias. Esa unidad no está libre de esquiroles, traidores, contradicciones y violencia, sobre todo violencia. En nuestros días, tanto en España como en EEUU observamos cómo el Capital y su representante en la Tierra, el Estado, monopolizan la violencia. Pero no siempre ha sido así. Los huelguistas asturianos en el ’34, o las huelgas de principios de siglo XX en EEUU, entre ellas esta que ocurrió realmente en Matewan, han utilizado la violencia directa para defenderse. Al final de la película el responsable del centro de estudios documentales (o algo así) dio una pequeña charla sobre las huelgas mineras y su evolución. A este hombre lo entrevistaré dentro de poco, pero comentaré algo muy interesante. En los años 80 en el mismo Estado de Matewan, Virginia Occidental, hubieron huelgas mineras. En una de ellas se generó todo un movimiento de resistencia noviolenta con cajas de resistencia.

El que la unidad es necesaria es obvio, pero a qué me refiero con la democracia. Tanto el Sheriff como algo que vendría a ser el «alcalde», que en este país ambos son normalmente electos, están con los trabajadores. Pero también lo están los que tienen pequeños comercios, hostales, etc. El que da el discurso en el vídeo es un sindicalista enviado por el sindicato para apoyar y organizar la huelga. A pesar de hacer todo lo posible para evitar la violencia visceral, irracional, y de luchar por la unidad, acata las decisiones de la asamblea y no deja de trabajar por los intereses de los trabajadores. La violencia directa ejercida por parte de los trabajadores no puede ser juzgada externamente, aplicando juicios morales abstractos, ajenos a las condiciones reales de esos trabajadores. Y lo que es más importante, tal como se refleja en la peli, la violencia es legítima cuando es una decisión tomada de manera puramente democrática.  Otra cosa es que sea acertada por sus consecuencias.

La describiré con adjetivos: actual, imprescindible, solidaridad, honor, unidad, humildad, contradicción, sufrimiento, esperanza,

El jueves vino «una de arena» con el documental «La guerra invisible«. En él se retrata el escandaloso dato de que miles de mujeres son violadas en el ejército estadounidense por sus compañeros y superiores. Sólo en el 2011 se calcula que 19.000 mujeres sufrieron abuso sexual en el ejército. Un tema que prometía. Sin embargo, toda la película es pura propaganda del Sistema llena de sentimentalismo, individualismo y patriotismo. Como las pelis de Hollywood donde a pesar de que hay polis y jueces malos, al final el sistema es el que gana. Las mujeres, a pesar de ser violadas por el ejército, y obviadas por el Sistema, sin pensión, sin seguridad social, abandonadas, siguen,  en su mayoría, pensando que estaban sirviendo (defendiendo) a su país, que era un trabajo que les llenaba.

El documental no saca ni una sola imagen de lo que es el ejército, una máquina para hacer la guerra. No hay combates o campos de batalla. En toda la película de dos horas se menciona una sola vez Irak, y es cuando cuenta que el padre de una de las mujeres violadas en total impunidad y soledad, pasó un año combatiendo en Irak después de que su hija fuera violada por un comandante y después expulsada por denunciar. A él le hacen una entrevista, donde entre lágrimas, no entiende cómo una institución tan ejemplar como el Ejército de los EEUU puede permitir que criminales sigan impunes. Todo es cuestión de que una organización buena como el ejército de los EEUU, no es perfecta. Necesita retoques, para que esos criminales no queden impunes. Curioso el hecho de que el porcentaje de violadores dentro del ejército es del 10% (cifras del gobierno), ¡el doble que en la sociedad! Ojo: el 5% de los hombres en la sociedad estadounidense han cometido una violación.

Inciso. Me comentaba al salir  mi compi que las chicas solían sufrir violaciones en las fiestas universitarias y de instituto, especialmente si se emborrachaban. O sea, que es algo que las chicas tienen muy presente en este país. ¡Algo insólito para mí! ¿habéis escuchado algo semejante en España? La propaganda contra el abuso sexual del ejército no puede ser más ridícula: «Espera a preguntarle cuando esté sobria«.

La sala estaba llena, más de cien personas que no paraban de murmurar, rechistar y menear la cabeza. ¡Estaban escandalizados! Todos esos blancos liberales estaban enfadadísimos porque su insignia tenía una mancha intolerable. No amigos, no es hipocresía, por desgracia es ingenuidad. La organización más criminal que la Humanidad nunca tuvo, el ejército de los EEUU, y resulta que sus ciudadanos se escandalizan porque los soldados «violan» más que la media. No les preocupa que las violaciones sean a los Derechos Humanos en países lejanos e incluso que ejecuten sin juicio a conciudadanos. ¿qué esperan de esos soldados? Chavales de origen humilde sometidos a un entrenamiento y unas presiones (tal como se testimonia en este artículo que acabo de traducir) que los llevan a cometer los crímenes más atroces.

Y es que ¡ay que ver!, no hay justicia dentro del ejército de los EEUU. La solución que se da es que se creen tribunales civiles para tratar los casos de violaciones, nada se habla de los casos como el de Bradley Manning, que será «juzgado» por un tribunal militar, por confesar los crímenes de guerra que le ordenaban cometer.

Sin embargo la mañana del sábado fue soleada y primaveral. El documental «La casa en la que vivo» me impresionó. Trata la guerra contra las drogas dentro del país. Compara muy acertadamente el nazismo con esa guerra. EEUU es el país con más porcentaje de presos del mundo. Las tasas de encarcelamiento de negros es el doble que de blancos. La ley obliga a los jueces a encarcelar como mínimo a 5 años de cárcel, 10 si se es reincidente, sin derecho a apelación, por posesión de unos gramos de crack. Lo curioso es que si te pillan con 1 gramo de crack es la misma condena que si te pillan con 100 gramos de coca. El crack era la droga de los negros, no la coca, cuando se hizo la ley.

Uno de los entrevistados en el documental es David Simon. Y es que Simon dice explícitamente cuando habla, lo que transmite sutilmente mediante el arte: La guerra contra la droga es una guerra de clases contra los pobres, ya sean negros y ahora también blancos pobres.  Como dicen Simon, ya que no nos sirven y tenemos que eliminarlos, por lo menos que den dinero: policías, jueces y sobre todo prisiones. Uno de los negocios más lucrativos en este país. Con celdas comunes que «alojan» a decenas de presos en condiciones inhumanas.

A diferencia de «La guerra invisible», este documental es capaz de llevar ese sentimentalismo estadounidense al terreno de la política, para criticar feroz y radicalmente al sistema. No tiene desperdicio el testimonio del guardia de prisiones que dice que la guerra contra las drogas es como el holocausto judío, pero este es un holocausto en cámara lenta.

Para terminar, y no me enrollo más, una película documental sobre el neoliberalismo y la industrialización del campo, aunque ninguna de esas dos palabras aparece en toda la película. Se llama «Troublesome Creek«, algo así como el riachuelo problemático. Trata sobre una familia, campesina por varias generaciones, que es desahuciada por los bancos al ser incapaz de pagar las deudas debido a la continua caída de los precios. Sin la garra de Las Uvas de la Ira, pero con una cinematografía preciosa, la película refleja de nuevo la ingenuidad  (naïve), pero también la humildad y solidaridad del campesino estadounidense, especie en extinción.

Las clases populares de EEUU sufren la lucha de clases como el resto del mundo. Tenemos la imagen de una sociedad egoísta, conservadora, pasiva y engreída. Es verdad que la situación digamos «ideológica», la correlación de fuerzas actual, debida a la derrota que vienen sufriendo desde los años 60, hace que parezca imposible el surgimiento de movimientos populares y obreros de los años 20 o los años 60. Si a esto sumamos la ingenuidad, cuando no cinismo, que impregna a buena parte de la sociedad, la esperanza parece quedar en un movimiento pequeñoburgués y sectario que no será capaz de organizar a las masas populares de este país. Sin embargo la Historia me dice que las clases populares de este país todavía tienen mucho que decir.

Moncadista en la capi

Si no os gusta cómo ha quedado este post tanto en la estética como en el contenido poned una reclamación que la eliminaré con estilo democrático.

El viernes me pasé como el que no quiere la cosa por la capital del imperio haciendo una breve parada por territorio español. Dos guardias civiles me abren amablemente la puerta y como en una parodia discuten entre ellos si se atiende o no los viernes. En el consulado estaban muy ocupados y me dijeron que me tomara un café y volviera en media hora. Ese rato me lo pasé en la cafetería de enfrente escuchando la conversación de dos ejemplares ciudadanos patrios. Aprendí que las violaciones a los derechos humanos que sucedieron en Valencia no fueron otra cosa que un montaje del diario Público. Y que la huelga general es un despropósito, vergonzosa. Entre otras lindeces como que no hay derecho que una mujer se quede embarazada y la empresa no pueda despedirla.

En ese momento veo una cara conocida, con un par de escoltas. La cara me resultaba familiar y sabía que la había visto en más de una portada de «El Jueves». !Ahh, la infanta¡. Cuando volví adentro vi a los del consulado alborotados porque a la lista se le había olvidado dejar una foto. Se ve que la pobre no gana ni para fotomatones.

Pero bueno yo venía aquí a enseñaros algunas fotos de mi paseo por la capital de EEUU, Washington DC.

La de la izquierda no es más que una bonita calle de la ciudad, la de la derecha es la del edificio donde se aloja el Instituto de Paz de los Estados Unidos. Lo primero que le viene a uno a la cabeza es el trabajín que tienen que tener ahí dentro viendo qué país invaden al que puedan llevar la paz.

La de la izquierda no sé muy bien qué representa, un misil, un lápiz o «dime de lo que presumes….». No, en serio, es un obelisco que le hicieron al primer presidente del país, George Washington. Es la estructura de piedra más grande del mundo. No se puede decir que no empezaron con aires de grandeza estos yanquis. No os digo por dónde se podrían meter semejante monumento. El de la derecha es donde está sentado Lyncoln, otra monstruosidad que me recuerda a esta.

Sabes que no me gusta la esclavitud y totalmente admites lo erróneo que es desde un punto de vista abstracto.

Al lado de los baños, por eso lo vi, había una exhibición con citas de Lyncoln, ese presidente que ganó la guerra civil y que supuestamente liberó a los esclavos. No me voy a entretener mucho, pero Lyncoln fue un esclavista hasta el último momento. Los negros no fueron liberados totalmente hasta los años 60 y aún hoy en mi universidad se dedican a limpiarnos la mierda a los blancos. Si queréis saber más sobre el tema leeros La otra historia de los Estados Unidos de Howard Zinn.

Pero si os fijáis en la foto de la derecha, no en la estatua, veréis un ranger que está adoctrinando al personal sobre lo bueno que fue el de la estatua.

La siguiente parada es el memorial a la guerra de Corea. En la misma tónica, una guerra de invasión (todavía hay más de 40.000 soldados de EEUU en Corea del Sur) se convierte por arte de magia en una liberación.

Y es que como dice una placa justo al lado: La libertad no es libre. Que es como decir que el agua moja. Pero yo lo que entiendo que están diciendo es mira lo buena gente que somos que vamos a liberar países. Que ya que estaban se hubieran atrevido a liberar toda la península, pero se quedaron a mitad. Y ahora tenemos una panda de piraos vestidos de rojo arriba y otra panda de salvajes abajo. Ambos en el gobierno me refiero. Sus pueblos demasiado tienen. Y si no, no os perdáis la libertad que los EEUU llevaron a Corea del Sur en el vídeo de abajo.

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=QgB9P83r7Mk]

El memorial de la Segunda Guerra Mundial es más de lo mismo. Nos venden la moto con que liberaron Europa del fascismo, y «Los americanos (véase estadounidenses) vinieron a liberar no a conquistar, a restaurar la libertad y terminar con la tiranía«. Claro, por eso tienen bases militares en Italia y Alemania. O participaron cuando ya habían hecho el agosto comerciando con los nazis. Y la pena es que se quedaron sin fuelle cuando se trataba de restaurar la libertad en España, y no les importó reconocer al tirano Franco y aceptar a España en la ONU a cambio de un par de bases militares y buenos negocios.

Los primeros cerezos donados a la ciudad de Washington por la ciudad de Tokio como gesto de amistad y buen futuro fueron plantados aquí el 27 de marzo de 1912.

Los japoneses, muy majos ellos, en 1912 les regalaron unos cerezos para que los sembraran al lado del río. Se ve que las cerezas tenían que estar amargas porque unos años después les mandaron de vuelta un par de pepinos con el culo amargo a Hiroshima y Nagasaki .

Para rematar me encuentro en la casa de las Américas a Isabel la guarra. ¿No podrían haber elegido a otro personaje para representar a América? Bolívar, Martí….No, a la genocida a la que no le tocaba el agua.

El marxismo es el ángel guardián del capitalismo
Cultiva la paz y el comercio con todos

Después me fui al museo del holocausto, donde no se fiaban del agua que llevaba y me hicieron beber de mi botella…menos mal que no llevaba mi pañuelo palestino si no me lo hacen tragar.

Había una exposición muy buena sobre la propaganda nazi con cartelería y proyecciones de mucha calidad. Me di cuenta que Hitler y su cuadrilla no eran unos mindundis. Igual que no lo son los que gobiernan (en todos los sentidos) este país. La exposición criticaba cuestiones como la violencia, la censura o la falta de libertad. En la parte de la historia de la 2ª guerra mundial España y el franquismo no existen. Y solo los judíos fueron masacrados. En más de un comentario se decía que el nazismo era una reacción a la revolución bolchevique. Por eso el cartel de la izquierda.

Que el museo era sionista estaba claro, que en todo el museo se obviaron los genocidios cometidos por los EEUU, también. Lo que no me esperaba es que la exposición terminara con una foto de Ahmanideyah, en la que se advierte del peligro de un nuevo genocidio judío por el antisemitismo árabe, y se cita al presidente de Irán cuando dijo aquello de «Las grandes potencias han creado el régimen sionista para extender su soberanía en la región… todos los días este régimen masacra a los palestinos, pero como es contrario a la naturaleza, pronto asistiremos a su desaparición y a su destrucción«

Concluyendo, Washington DC es evidentemente la capital del imperio. Es una ciudad de monumentos al cinismo. Es parte de la propaganda necesaria para que el pueblo estadounidense siga tragándose barbarie tras barbarie, como la de esta semana por ejemplo. Porque no hay matanzas en Afganistán, son actos de liberación, que tendrán su bonito memorial recordando cómo EEUU liberó a otro país más.

¡Qué se retiren todos los cargos contra Bradley Manning!


24 de febrero de 2012
Publicación de Veteranos por la Paz:

Traducido del inglés por
El Mundo No Puede Esperar
8 de marzo de 2012

Jueves, 23 de febrero.

¡Que se retiren todos los cargos contra Bradley Manning!

Veteranos por la Paz le dice al ejército de EEUU: Parad la persecución contra el soldado informante.

Una organización nacional que representa a miles de veteranos militares está llamando al ejército de los EEUU a abandonar los procedimientos de corte marcial contra el soldado raso Bradley Manning, acusado de ser informante de Wikileaks. El joven soldado, que lleva en prisión 21 meses, será acusado formalmente hoy (jueves 23 de febrero) en Fuerte Meade, Maryland. La acusación del ejército dice que el recluta Manning será acusado de 22 cargos, incluyendo “ayudar al enemigo”, un crimen que puede ser castigado con la pena de muerte o cadena perpetua.

“¿Dónde está la justicia?” pregunta Gerry Condon, un miembro del comité de Veteranos por la Paz. “El ejército está eludiendo sus responsabilidades al castigar a soldados que han cometido violación o asesinatos. Y aún así están intentando destrozar la vida de Bradley Manning, que no le ha tocado un pelo a nadie.”

En mayo de 2010, el ejército arrestó en Irak al recluta Manning, que tenía 22 años, donde estaba trabajando como analista de inteligencia de bajo rango. Está acusado de filtrar información clasificada, incluyendo un vídeo del ejército que enseña a soldados de EEUU disparando desde un helicóptero Apache contra civiles desarmados, incluyendo a dos trabajadores de Reuters. El vídeo, apodado “Asesinato colateral”, se ha visto millones de veces en YouTube.

La fiscalía también ha acusado a Manning de dar a Wikileaks miles de diarios del ejército sobre la ocupación de Irak y Afganistán. Los informes del propio ejército revelan que el asesinato de civiles era un acontecimiento frecuente y que el ejército mentían regularmente sobre ello. Los diarios también enseñan que el ejército mentía a la población estadounidense sobre el progreso de las guerras tanto en Irak como Afganistán.

“No es un crimen revelar pruebas de crímenes de guerra, pero es un crimen esconder pruebas de crímenes de guerra, como al parecer ha hecho el ejército,” dijo Leah Bolger antigua comandante de navío, que hace poco ha sido elegida la primera mujer presidente de Veteranos por la Paz. “El pueblo estadounidense merece conocer la verdad sobre las guerras que se emprenden en nuestro nombre,” continuaba Bolger. “No se debería pedir a nuestros soldados morir por una mentira, y los que nos dicen la verdad no deberían ser los castigados.”

Bradley Manning lleva detenido 21 meses, de los que 8 han sido en aislamiento en la base militar de la marina en Quantico, Virginia, donde los informes de los abusos que rozaban la tortura causó un clamor internacional. Manning está ahora en otra prisión militar en el Fuerte Leavenworth, en Kansas, y la prisión de Quantico se ha cerrado. El gobierno de EEUU ha rechazado repetidas peticiones por parte del relator especial contra la tortura de las Naciones Unidas, Juan Méndez, para entrevistar en privado al recluta Manning sobre su trato.

El abogado personal de Manning, David Coombs, se ha quejado en su blog de que la mayoría de los testigos que él ha pedido han sido rechazados por el juez del ejército, mientras que todos los testigos de la acusación han sido permitidos.

“Esto es una corte marcial amañada”, dijo Gerry Condon de Veteranos por la Paz. “Ahora es obvio que el ejército de EEUU no dará al recluta Manning un juicio justo. Por eso Veteranos por la Paz hacen un llamado al jefe de la plana mayor del ejército Ray Odierno, al secretario de defensa Leon Panetta y al comandante en jefe Barack Obama a retirar los cargos contra Bradley Manning.”

Veteranos por la Paz, en su convención nacional del 2010, premiaron a Bradley Manning por su coraje. “Si realmente hizo aquello por lo que es acusado, entonces es un héroe,” dijo Mike Ferner, Director interino de Veteranos por la Paz.

Veteranos por la Paz es una organización creada hace 26 años cuya misión es abolir la guerra a través de métodos no violentos, y cuidad de las necesidades de los veteranos y las víctimas de guerra. Para más información visite http://www.veteransforpeace.org/ http://www.bradleymanning.org/.

Leon Panetta: Es legal asesinar ciudadanos estadounidenses

2 de febrero de 2012

Glenn Greenwald

Traducido del inglés por
El Mundo No Puede Esperar
11 de febrero de 2012

Scott Pelly de las noticias de CBS parece ser uno de los pocos periodistas americanos molestos o incluso interesados por el hecho de que el Presidente Obama ha hecho valer y ha utilizado la potestad para que la CIA ejecute a ciudadanos de EEUU sin un atisbo del debido proceso y lejos de cualquier campo de batalla. Fue Pelly quien hábilmente entrevistó al candidato presidencial republicano en el debate de noviembre sobre si los asesinatos sin el debido proceso eran apropiados, incitando a Newt Gingrich, Mitt Romney y Michele Bachmann a aplaudir al presidente Obama por asesinar al ciudadano de EEUU Anwar Awlaki (tal como Rick PerryDick and Liz Cheney y Bill Kristol habían hecho ya). Anoche, Pelly hizo lo mismo cuando entrevistó en 60 minutosal secretario de defensa y ex-jefe de la CIA Leon Panetta. Vale la pena ver este vídeo de 3 minutos porque, aunque panetta no dice nada nuevo (simplemente afirma los eslóganes estándar y las afirmaciones no demostradas que los defensores de Obama siempre utilizan en este asunto), viendo a un alto oficial de Obama ante un buen interrogatorio, defender la potestad de asesinar a ciudadanos de EEUU muestra profundamente la mentalidad autoritaria que hay detrás de todo esto.

Vídeo de la CBS

Las respuestas de Panetta están impregnadas de afirmaciones dudosas o incluso falsas. Por ejemplo, es falso que los EEUU proveyeran del debido proceso a todo aquel detenido por terrorismo. Más bien al contrario, la administración Obama ha estado reteniendo durante años sin cargos a docenas de sospechosos de terrorismo y el presidente Obama acaba de firmar una ley que le da poder para detener indefinidamente a personas acusadas de terrorismo. Pero si incluso fuera verdad que todos los sospechosos de terrorismo que son detenidos se les diera el debido proceso, esto solamente refuerza lo qué perversa es la situación para afirmar la potestad para ejecutarlos sin el debido proceso. Después de todo, ¿cómo puede ser que el gobierno tenga que probar la culpabilidad para encarcelar terroristas pero no para ejecutarlos?

Pero esta es sin duda una de las hipocresías más grandes de las políticas del Partido Demócrata. Exactamente la misma facción que pretendía hace años estar tan escandalizada solo por las escuchas y por la detención de acusados de terrorismo sin el debido proceso está ahora tan contenta de tener a su propio presidente matando a acusados de terrorismo sin el debido proceso, incluso cuando las víctimas son su conciudadanos: obviamente un abuso mucho más “draconiano” y permanente que las escuchas o las detenciones (exactamente la misma facción que protestaba contra la teoría radical de Bush de que el mundo entero es un campo de batalla, ahora debe abrazar justo esa teoría para justificar cómo alguien conduciendo un coche, o sentado en casa, o durmiendo en su cama, en un país donde no hay una guerra declarada, está en un “campo de batalla” en el momento que la CIA termina con su vida).

Es igualmente falso a la vez que engañoso y perverso, cuando Panetta asegura que un ciudadano en la posición de Awlaki podría venir a EEUU para asegurarse de que se le garantiza el debido proceso. Por un lado, Awlaki nunca fue acusado o culpado de nada en los EEUU – simplemente fue ejecutado sin cargos (la administración Obama, después de intentar matarlo, supuestamente “consideró” acusarlo de crímenes en algún momento pero nunca lo hizo) – por lo que no había nada por lo que él podría haberse entregado, incluso si hubiera querido.

Peor aún, la lista negra del presidente Obama de los que él aprueba para ser asesinados es totalmente secreta; nosotros supimos que Awlaki fue señalado solo porque alguien filtró el hecho a Dana Priest. La manera en la que el proceso funciona normalmente, tal como describió Reuters, es que los americanos señalados son seleccionados “por un panel secreto de oficiales veteranos del gobierno, los cuales después informan al presidente de sus decisiones”; además, “no hay un registro público de las operaciones o de las decisiones del panel” ni “ninguna ley que establezca su existencia o ponga las reglas por las que se supone tiene que operar.” Por lo que sin una filtración fortuita (actos por los que la administración Obama de manera vengativa está ejerciendo el más severo castigo), sería imposible para los ciudadanos americanos saber que han sido seleccionados para ser ejecutados por el presidente Obama (y así, obviamente imposible garantizarse a uno mismo los derechos del debido proceso para pararlo).

Mucho peor, si un americano señalado para ser asesinado comenzara un procedimiento judicial para intentar detener el intento de asesinato en ausencia de juicio – tal como el padre de Awlaki hizo en nombre de su hijo, con la ayuda de la Unión de Libertades Civiles Americana (ACLU por sus siglas en inglés) y el Centro por los Derechos Constitucionales (CCR por sus siglas en inglés)- entonces el Departamento de Justicia (DOJ por sus siglas en inglés) de Obama insistirá en que las razones para el asesinato son “secretos de Estado” y no pueden ser examinadas judicialmente, e independientemente, que tales son asuntos que sólo el presidente decide por lo que las cortes no tienen ningún papel que jugar interfiriendo con tales decisiones (ver PUNTO II). Las cortes americanas, en su mayor parte respetuosas con los reclamos de secretismo y autoridad presidenciales después del 11 de septiembre, aceptan tales reclamos casi por reflejo. En otras palabras, si un estadounidense en la mira intenta hacer valer su derecho al debido proceso, la administración de Obama irá a la corte y tomará exactamente la posición contraria a la que Panetta está afirmando aquí: a saber, que la persona no tiene el derecho a que una corte interfiera en la orden de asesinato del presidente.

Por lo que por muchas razones, la declaración de Panetta es completamente falsa: ciudadanos americanos señalados en secreto por el presidente Obama para ser ejecutados no tienen la manera de conseguir el debido proceso incluso en el improbable caso de que se enteren de que han sido de hecho señalados. Y todo esto es independiente de la idea distorsionada de Panetta de que un estadounidense tiene que estar en suelo de EEUU para reclamar protección constitucional, un gran rechazo de la bien arraigada ley constitucional por la que los estadounidenses tienen el derecho a viajar al extranjero y que cuando lo hacen mantienen sus derechos constitucionales contra el gobierno de EEUU, incluso estando en suelo extranjero. Como la corte suprema decretó en 1956, específicamente discutiendo el requerimiento de que si un ciudadano tiene que ser juzgado antes de ser castigado puede ser obviado (énfasis añadido):

Al principio, rechazamos la idea de que, cuando los Estados Unidos actúan contra ciudadanos en el extranjero, puede hacerlo sin acatar la Carta de Derechos. Los Estados Unidos son totalmente una criatura de la Constitución. Su poder y autoridad no tienen otra fuente. Solo pueden actuar de acuerdo con todas las limitaciones impuestas por la Constitución. Cuando el gobierno alcanza a castigar a un ciudadano que está en el extranjero, el escudo que provee la Carta de Derechos y otras partes de la Constitución para proteger su vida y libertad no debería ser despojado sólo porque esté en otra tierra. Esto no es un concepto de novela. Por el contrario, es tan viejo como el gobierno.

Pero el último punto es el más importante y revelador de todos: todo el caso de Panetta descansa en una simple afirmación, sin probar, de que Awlaki era un terrorista intentando “matar americanos.” Eso, por supuesto, es precisamente lo que está en cuestión: verdaderos expertos en Yemen han cuestionado ampliamente si Awlaki tenía ningún papel operacional en Al Qaeda (tan opuesto a ese papel como su abogado, el cual es protegido claramente por la libertad de expresión). No se ha presentado ninguna evidencia pública que pruebe que Awlaki tenía ese papel. Simplemente tenemos las acusaciones de oficiales del gobierno que no han sido comprobadas o verificadas. Acusaciones como la de Leon Panetta diciendo que es culpable: en otras palabras, no tenemos nada más que decretos de culpabilidad. La constitución de los EEUU, en primer lugar, fue diseñada para prohibir la aplicación de castigos basados en acusaciones del gobierno que no han sido verificadas o probadas en una corte de justicia; para aquellos que lo duden, tan solo leer las disposiciones relevantes (“Ninguna persona será condenada de ningún delito sin el testimonio de dos testigos en el mismo acto público, o una confesión en una Corte abierta”; ninguna persona será privada de vida, libertad o propiedad sin el debido proceso legal”).

Sin embargo, como escribí el otro día, “Los EEUU son realmente una sociedad que no cree más en el debido proceso: en el momento que el rasgo que define la libertad de EEUU es despreciado como una clase de doctrina marginal, radical y académica.” En cambio:

Defensores de ambos partidos políticos apoyan, o al menos toleran, todos los modos de castigo gubernamental sin simular ni siquiera un juicio, basado únicamente en la acusación del gobierno: encarcelamiento de por vida, traslados a terceros países, incluso asesinatos de compatriotas. Simplemente pronunciando la palabra terrorista, sin probarlo, es suficiente.

Aquí tenemos al Secretario de Defensa, por mucho tiempo Demócrata, Leon Panetta, diciéndote tan claro como puede que esta es exactamente la premisa para actuar de la administración en la que sirve: una vez que el Presidente te acusa de ser un terrorista, una decisión tomada en secreto y sin ningún control o debido proceso, podemos hacer lo que queramos contigo, incluyendo ejecutarte donde sea que te encontremos. Es difícil saber qué es más extraordinario: que él se siente tan cómodo diciendo esto abiertamente, o que a tan poca gente parezca importarle.

Jake Tapper de las noticias de ABC presionó en octubre al portavoz de la Casa Blanca Jay Carney sobre las pruebas que la administración tenía que demostraran la culpabilidad de Awlaki, y se emitió el mismo decreto autoritariohemos dicho que es un terrorista y no hace falta decir nada más.

>Este artículo apareció originalmente en salon.com el 30 de enero de 2012.

La “Unión de Libertades Civiles Americana” (ACLU) sobre Obama y las libertades fundamentales.

Glenn Greenwald.

9 de septiembre de 2011.

Traducido del inglés por
El Mundo No Puede Esperar
30 de enero de 2012

Nota editorial de El Mundo no Puede Esperar.
Este artículo fue escrito antes de que Obama firmara como ley el Acta de autorización de Defensa Nacional (NDAA por sus siglas en inglés) a finales de diciembre de 2011.

La “Unión de Libertades Civiles Americana” (ACLU por sus siglas en inglés) decidió usar el décimo aniversario del ataque del 11/9 para hacer un informe exhaustivo sobre la erosión de las libertades civiles justificadas en el nombre del suceso, una erosión que – como documenta – no ha menguado en lo más mínimo, incluso a menudo se ha acelerad, bajo la administración Obama. La organización hoy trata un informe titulado “Un llamado al coraje: reclamando nuestras libertades diez años después del 11 de septiembre; este título pretende subrayar la ironía de que los líderes políticos que se pavonean alrededor como guerreros valientes contra el terrorismo en verdad dependen de un arma principal – sembrar miedo: la ausencia de coraje – para conferir al gobierno con más poderes incluso y a la ciudadanía con menos derechos si cabe. En el país, la “Guerra contra el Terror” ha sido, y continúa siendo, una guerra contra las libertades políticas básicas más que otra cosa. Las cuestiones concretas que aparecen en esta nuevo informe de la ACLU no serán ni mucho menos nuevas para muchos de nuestros lectores, pero dado el estatus de la organización entre los proguesistas así como de los principales grupos defensores de derechos en el país, y debido a que el informe trata estos temas muy por encima, merece mucho la pena subrayar algunos de sus conclusiones clave.

Empecemos con el resumen de la valoración que hace la ACLU sobre lo que el presidente Obama ha hecho con respecto a estos asuntos:

Hace diez años, no podríamos habernos imaginado a nuestro país involucrado en políticas sistemáticas de tortura y asesinatos selectivos, traslado de sospechosos desde otros países y teléfonos pinchados sin orden judicial, comisiones militares y detención indefinida, vigilancia política y discriminación religiosa. Esas políticas no sólo estaban completamente reñidas con nuestros valores, sino que participando en ellas, tensamos las relaciones con nuestros aliados, damos una herramienta de propaganda a nuestros enemigos, socabamos la confianza de las comunidades cuya cooperación es esencial para luchar contra el terrorismo, y desviamos recursos ya de por sí escasos dedicados a defender la ley. Algunas de estas políticas se han parado. La tortura y el traslado de sospechosos desde otros países ya no son oficialmente consentidos. Pero muchas otras medidas – detención indefinida, asesinato selectivo, juicios por comisiones militares, vigilancia sin garantías, y discriminación racial – siguen siendo elementos clave de nuestra estrategia de seguridad nacional hoy.

La semana pasada, el principal abogado y veterano de la CIA con 34 años de servicio, John Rizzo, explicaba en PBS Frontline que Obama no ha cambiado virtualmente ninguna de las políticas de Bush en ese area, y esta semana, la Unión de Libertades Civiles Americana (ACLU por sus siglas en inglés) explica que “hoy la mayoría de las políticas (de Bush) siguen siendo elementos clave de nuestra estrategia de seguridad nacional.” En algún momento muy pronto, será imposible que los más leales de ambos partidos puedan negar esta verdad básica sin echarse a reir, ya que ambos han sido entusiastas, cada uno por sus propias razones, en denegarla (e incluso las dos diferencias citadas allí, si bien son positivas, son ampliamente exageradas por los defensores de Obama: las técnica de torturas autorizadas por Bush ya no estaban siendo utilizadas y los centros clandestinos de detención estaban vacíos cuando Obama tomó posesión; al contrario, hay claras evidencias de que la administración Obama continúa usando la tortura de manera indirecta y el traslado de prisioneros a los centros de detención clandestinos de manera indirecta también).

La ACLU entonces subraya una de las más perversas, aunque reveladoras, ironías en la opinión sobre libertades civiles del Partido Demócrata en la era Obama: la manera en el que el simple intento de Bush de encarcelar a ciudadanos de los EEUU sin el debido proceso (o simplemente escuchas secretas a ciudadanos) dio lugar a semejante escándalo, mientras que el que Obama reclame el derecho a asesinar ciudadanos estadounidenses sin el debido proceso no ha provocado literalmente ninguna protesta:

De esa manera un ciudadano estadounidense detenido por militares y llevado a una cárcel en Nueva York, señalado por el Presidente Bush como un “combatiente enemigo”, y encerrado en un calabozo de la marina sin cargos o juicio. De esa manera el presidente Bush, echando mano de poderes de guerra y en secreto se declara con autoridad para violar las prohibiciones del Congreso e ignorar la necesidad de autorización judicial para ordenar el seguimiento electrónico de ciudadanos americanos. De esa manera el presidente Obama echó mano de una autoridad sin restricciones para usar fuerza letal contra ciudadanos estadounidenses, lejos de cualquier campo de batalla, en base a su propia y unilateral determinación de que el ciudadano supone una amenaza a la nación. Y de esa manera el Congreso aprobó leyes para poder detener prisioneros en Guantánamo de manera indefinida, incluso aunque la prisión sea una mancha en la conciencia y la historia de nuestra nación y una herramienta de reclutamiento para nuestros enemigos.

De manera crítica la ACLU pone énfasis en que esta fijación de Obama – los programas ampliamente expandidos de asesinar selectivamente a ciudadanos estadounidenses lejos de cualquier campo de batalla – es una amenaza al estado de derecho, y por lo menos tan peligroso como cualquier política implementada por Bush/Cheney:

“Ninguna política de seguridad nacional supone una amenaza tan grave a los derechos humanos y al estado de derecho internacional que el asesinato selectivo, porque el gobierno utiliza la autoridad que se le ha dado para imponer un sentencia de muerte extrajudicial a gente – incluyendo ciudadanos estadounidenses – localizados lejos de cualquier campo de batalla.”

Bajo el programa de asesinatos selectivos empezado por la administración de Bush y ampliamente expandido por la administración Obama, ahora el gobierno recaba “listas negras” secretas de sus objetivos, y por lo menos algunos de esos objetivos permanecen en esas listas durante meses al mismo tiempo. Por definición esos objetivos no pueden siempre suponer amenazas “inminentes”. Al mismo tiempo, el gobierno ha rechazado incluso revelar los criterios legales que utiliza para decidir a quién va a matar. El público americano no tiene manera de saber si el programa de asesinatos selectivos es legal, y mucho menos si en concreto la gente que el gobierno mata en el nombre de nuestra seguridad realmente representa una inminente amenaza a nuestra nación. Sin embargo nosotros sabemos, que en la década que va desde el 11 de septiembre, el gobierno ha señalado repetidamente a gente como terrorista – incluyendo en Guantánamo – y sólo más tarde hemos encontrado (o una corte ha encontrado) que las pruebas del gobierno eran exageradas, erróneas, o no existentes. Si conferimos al gobierno de una autoridad sin control para imponer sentencias de muerte de personas que están lejos de cualquier campo de batalla y que no han sido nunca condenadas o ni siquiera acusadas de un crimen, es inevitable que – a pesar de las afirmaciones no verificables del gobierno de lo contrario – que gente inocente sea ejecutada.

Para todo lo que se dice sobre que Bush y Cheney volvieron a los EEUU en un estado granuja, aquí está el resultado aumentado de la política de Obama:

En los últimos diez años, América se ha convertido en una legalidad internacional atípica al invocar el derecho a usar la fuerza letal y la detención indefinida contra sospechosos de terrorismo fuera de los campos de batalla. Si seguimos afianzando la militarización de nuestros esfuerzos anti terroristas, nuestra nación arriesga en convertirse en un paria legal, en detrimento de esos esfuerzos.

La ACLU entonces dedica un capítulo entero al modo en que la inmunidad para los torturadores americanos – conferida conjuntamente por el presidente Obama y una rama judicial dócilmente respetuosa al llamado de Obama Bush al secreto de Estado – ha contaminado y degradado todo el sistema judicial y ha hecho que la futura reintroducción de la tortura sea virtualmente inevitable:

“Hoy tenemos una situación general que debería ser motivo de vergüenza para todos los americanos: ni una sola víctima del régimen de torturas de la administración de Bush ha estado ante un tribunal. Y ni un solo tribunal que se ha atrevido con un pleito sobre tortura ha apuntado a la cuestión clave de si los derechos legales de la víctima fueron violados.

Entonces se está produciendo el señalamiento de musulmanes americanos por algunas de las acciones más invasivas y reductoras de derechos de las últimas décadas. La ACLU explica: “Ninguna área de la sociedad civil musulmana de América no se vio afectada por las acciones discriminatorias e ilegales durante los años del gobierno de Bush… Resumiendo, la administración de Bush usó la discriminación religiosa, racial y de nacionalidad como una de las principales herramientas de la lucha antiterrorista de esta nación.” ¿Y ahora?

Con un alarmante amplitud, la administración de Obama ha continuado utilizando la discriminación como una política oficial del gobierno.

Un capítulo separado lo dedican a lo que la ACLU llama “Una masiva y descontrolada sociedad vigilada.” Explica: “Usando la autoridad del Acta Patriótica, la Administración de Bush empezó – y la Administración Obama ha continuado – llevando a cabo una intensiva vigilancia “preventiva” de americanos inocentes sin una revisión judicial.” Y “el resultado es una sociedad vigilada a nivel nacional en la que el derecho a la privacidad de los americanos está sitiado como nunca antes.” Pero poco se sabe sobre lo que exactamente el gobierno está haciendo con esto, inexplicablemente a escondidas – es lo que el Washington Post llama “América máximo secreto” – por esto:

La administración Obama, como la administración Bush antes, ha usado excesivo secretismo para esconder una posible inconstitucionalidad de la vigilancia.

Este “Estado de Vigilancia”, al igual que otras muchas políticas antiterroristas de Bush/Obama, se justifica por una interminable plan para sembrar miedo. Porque además del enriquecimiento de la industria estatal de seguridad privada (ved aquí y aquí), su propósito real – como ya expresé la semana pasada – es este:

Demasiado a menudo, la vigilancia gubernamental después del 11-9 ha señalado a gente sólo por expresar sus opiniones políticos o por protestar las políticas del gobierno. La ACLU ha documentado ejemplos de espionaje político, monitorización y acoso a los americanos basados en sus actividades, que están protegidas por la Primera Enmienda, por parte de los oficiales locales, estatales y federales de al menos 33 estados y el distrito de Columbia62. El gobierno ha espiado a grupos de minorías raciales y religiosas y a comunidades organizadas, grupos universitarios, reservistas militares cuando llaman a sus familias a casa, periodistas, cooperantes, activistas políticos, y muchos otros63.

Pero la principal causa de esta continuidad Bush-Obama ha sido que ambos presidentes han adoptado rotundamente la misma teoría de la guerra contra el terrorismo- el ilimitado campo de batalla global y el resultante poder sin restricciones para actuar en cualquier parte del mundo sin límites – lo que tuvo mucha controversia durante la presidencia de Bush pero que se ha convertido en la línea principal, de consenso bipartidista:

Por supuesto, no son sólo algunos en el Congreso que han adoptado una guerra contra el terrorismo mundial. Desde el 11 de septiembre, no ha habido más algo más dramático o con un desarrollo con consecuencias que la controversia entre las administraciones de Obama y Bush de que Estados Unidos está metido en un conflicto armado global contra entidades terroristas definidas con poco rigor y las indefinidas “fuerzas aliadas”. Las políticas más concretas que se han seguido con esta construcción son la detención militar indefinida y el asesinato selectivo de civiles lejos de cualquier campo de batalla convencional o teatro de operaciones.

Apuntando a esa teoría central de ambos presidentes, la ACLU resuelve una de las reivindicaciones más erróneas de los defensores de Obama: que el fracaso del presidente en cerrar Guantánamo se debe exclusivamente al obstruccionismo del Congreso; de hecho, mucho antes de que el Congreso hiciera nada con respecto al campo, el presidente anunció su intención de continuar con la injusticia principal – la detención indefinida – aunque en un escenario diferente:

Pero la promesa del presidente Obama de cerrar Guantánamo fue minada por él mismo en mayo del 2009 al anunciar una política que consagraba en Guantánamos el principio detención indefinida militar sin cargos o juicio6.

Durante la era Bush, las acciones y condenas de la ACLU recibieron una atención amplia y positiva de los progresistas. Eso, por supuesto, no es verdad ahora, y este mordaz y crítico reportaje será probablemente ignorado en la mayoría de esos círculos, igual que lo ha sido este comentario realmente destacable del director ejecutivo de la ACLU. Y como siempre, cualquiera que pida con insistencia que se preste atención a estos hechos se encontrará con la exigencia de que la mirada tiene que desviarse en cambio a qué miedo dan Sarah Palin Christine O’Donnell Michele Bachmann Rick Perry, y después esto se desvanecerá tan alegremente en una nube de electoralismo partidista incluso cuando a las elecciones les faltan más de un año.

De una manera u otra, este autoritarismo avanza de manera sigilosa, sin restricciones y sin disminuir, y es ahora – más que en la esfera del ala derecha republicana – con un completo consenso bipartidista. Realmente no entiendo cómo los progresistas piensan que se les va a tomar en serio la próxima vez que haya un gobierno republicano e intenten resucitar su fingida preocupación por esas cuestiones; serán tan creíbles como los conservadores que pretenden ser guerreros del déficit y de un gobierno comedido sólo cuando es el otro partido el que está en el poder.

Pero incluso eso últimamente importa poco: tan afianzado está el militarismo institucional, el secretismo, la vigilancia y el autoritarismo que incluso si hubiera un gran debate público sobre ello, como hubo durante la presidencia de Bush, este sistema difícilmente se vería afectado, ni mucho menos amenazado. El gobierno y otras facciones de poder – especialmente aquellas amenazadas por la posibilidad de descontento y agitación social – no renuncian a este tipo de autoridad a menos que se les fuerce a ello.

ACTUALIZACIÓN: Mañana por la mañana, empezando alrededor de las 11.20, estaré en el programa de la radio pública nacional (NPR por sus siglas en inglés)On Point, hablando del 11 de septiembre y las libertades civiles, junto con Dana Priest del Washington Post, que estará desde el principio del programa hablando sobre “la América del Máximo secreto”.

ACTUALIZACIÓN II: Donald Rumsfeld se ha convertido en la última figura de la derecha – entre muchos – en colmar de alabanzas al presidente Obama sobre las políticas de libertades civiles y terrorismo ( h/t flellis):

El anterior secretario de defensa Donald Rumsfeld le dice al presidente Obama que ha tenido que aceptar buena parte de la doctrina Bush por necesidad, a pesar de que lo que prometió durante la campaña en el 2008…

“Han terminado dejando Guantánamo abierto no porque les guste – a nosotros no nos gustaba tampoco – sino porque no pudieron pensar en una solución mejor,” dijo Rumsfeld a Greta Van Susteren de las noticias de la Fox el martes…

“Es lo mismo que con el Acta Patriótica, las comisiones militares y la detención indefinida. Todas esas cosas fueron criticadas pero hoy todavía están activas dos años y medio más tarde porque son la mejor alternativa a las demás opciones – y de hecho están sirviendo para mantener a América más segura,” dice Rumsfeld.

Igual que nadie podría haber fortalecido el formato antiterrorista de Bush/Cheney en el modo que Obama lo ha hecho, de igual manera nadie habría podido darle confirmación a esas políticas como él lo ha hecho.

Este artículo apareció originalmente en Salon.com el 7 de septiembre de 2011.

EL OPIO Y SUS DERIVADOS

Las fiestas navideñas me han servido para conversar con muchos amigos y familiares de los sucesos políticos de los últimos 6 meses. Estas conversaciones son con personas de muy distinta edad, procedencia social e historia personal. Pero hay un hilo conductor que las atraviesa: el pesimismo.

La pregunta que cualquier revolucionario (o no) se hace es: ¿qué hace falta para que las masas “despierten”?

La frase que más he oído estas navidades es: “La gente está dormida, no reacciona”. Generalmente las personas que lo dicen son también “gente”, y tampoco reaccionan.

Yo no hablo de gente en general, sino de clases, deformación. Además no soy mecanicista, y dentro de las clases populares distintos “grupos” reaccionan de manera distinta a la sodomía capitalista.

Barbara Einhreich dice que la precariedad induce visión en túnel. Ella se refería a las personas que trabajaban por el salario mínimo para mantener a sus familias. Y de esta manera llegamos a la primera explicación de ese supuesto “adormecimiento”:

La imposibilidad de conocer, de saber. El sector más precario de las clases populares a menudo, debido a esa visión en túnel, es incapaz de ver el mundo que le rodea (o que le penetra). Por diversas razones: falta de formación básica, falta de acceso a la información alternativa, pero sobre todo falta de tiempo, herramientas y energía para ver más allá de las anteojeras. (Nota. Anteojeras: Aparatos ideológicos de Estado).

Sin embargo sí existe el instinto de clase, y se intuye de dónde viene ese escozor rectal. Aquí es donde interviene el siguiente elemento:

El miedo. Este es el más efectivo. Miedo a perder el trabajo, la casa, el respeto, la novia/o, la libertad y sobre todo la integridad física.

Pero claro, no es lo mismo el miedo que sufre la persona que no tiene nada que perder: soltero/a, parado, viviendo con sus padres. De la que si pierde algo se queda sin nada (madre-padre de familia en paro sin subsidio con hipoteca). Y por supuesto no es lo mismo el de la persona que no quiere perder la posibilidad de “tener más”: un profesional, alto nivel formativo, licenciado, etc.

La guerra civil y la dictadura franquista hicieron bien su trabajo, eliminaron a los que no tenían miedo e inculcaron la cultura del miedo en toda una generación, que inconscientemente (más o menos) la dieron en herencia a sus descendientes. Con los extras “si no te metes en problemas te irá mejor” y “no hagas nada por nadie, nadie lo hará por ti».

Aquí es importante introducir otra de las sentencias más populares: “hasta que esto no estalle la gente no se moverá”. Falso. Es una excusa mediocre para quedarse sentado. Y además de mediocre, peligrosa. La depauperización de las clases populares en ausencia de organización lleva al fascismo, y en el mejor de los casos al caos. Os recuerdo lo del síndrome de visión en túnel.

 Son las capas más formadas de las clases populares las que han salido a las calles en esa explosión de rabia contenida del 15M, pero muy tímidamente. Esas personas, ya como individuos, vuelven a sus casas con la sensación de que no se puede hacer nada, de que está todo el pescado vendido. Son pocas (proporcionalmente) las que se atreven a seguir en las trincheras. Al resto, en su gran mayoría, las encuadraría en ese sector de las personas que perderían la posibilidad de “tener más”. Las detenciones y las multas “dificultan” acceder a unas oposiciones, por ejemplo.

Pero esto tiene que ser jodido y doloroso. Sabes que cuanto más te muevas más te va a doler, porque la vaselina te la quitaron hace ya. Tu mente progre y semiconsciente no soporta estar inmóvil, porque sabes que cada día que estés sin hacer nada, otra familia irá a la calle desahuciada, otro pueblo será bombardeado por la OTAN a la que tus impuestos financian y tú estarás más cerca del abismo. Con el camino que has tomado sólo te queda una opción, el opio.

La mayoría de ellos son no-creyentes…en la religión. Es común en nosotros creer que la religión es el opio del pueblo, y así es:

La religión es el alivio de las criaturas oprimidas, el corazón de un mundo cruel, el alma de las condiciones desalmadas, es el opio del pueblo.”

La mayoría de las clases populares en el mundo (y en nuestro país) siguen confiando en los sedantes tradicionales, no así la «progresía» occidental. Ellos, al renegar de la religión, creen que reniegan por tanto de todo opio que los adormezca frente al «engaño de los poderosos». Pero es un error creer que el opio sirve sólo para nublar la vista, ya que en realidad su principal función es la de calmar el dolor, es un sedante.

Vivimos en el s. XXI y la química farmacéutica ha evolucionado mucho desde los tiempos de Marx.

Sabes que el sedante tradicional, la Iglesia, ya no te hace efecto, hace tiempo que dejaste de ir a las procesiones. Necesitas un alivio, aunque sea pasajero.

No te preocupes que el capitalismo moderno tienen una gran oferta, veamos algunas:

Filosofía oriental y terapias alternativas.

Puestos a creer en algo, por qué no hacemos yoga, taichí, reiki, shiatshu, homeopatía, ayurveda, acupuntura, etc. Independientemente de la escasa capacidad curativa de esas “medicinas”, lo que yo quiero tocar aquí es su capacidad sedante. Meterse en ese mundo esotérico además de generar fe en algo intangible, está recubierto de una filosofía “alternativa” que lleva al iniciado a creer que se está alejando del sistema, o que incluso si todo el mundo llevara ese camino el mundo sería diferente. Como Jesús. El efecto es claro, hace a la sodomía más llevadera. O sea, después de un fin de semana “reikiano” el lunes irás a currar “con las pilas recargadas de energía” (nunca mejor dicho) e incluso creyendo que has hecho algo por la salvación del mundo (y su energía).

Sólo hay que darse un paseo por el CSO La tabacalera,  punto de encuentro fundamental de los miembros de la asamblea de Lavapiés. Además de ser un edificio y centro espectacular, me llamó la atención la cantidad de talleres de «esoterismo».

Derivados del opio en sentido estricto.

Los derivados que nos vienen a la cabeza, como la heroína o el crack, han sido muy útiles. En los años 80 la policía introdujo la epidemia del caballo en las ciudades de nuestro país. No sólo mató a decenas de miles, y los infectó de sida. Lo más importante es que sedó a una generación potencialmente revolucionaria.

En la actualidad aquellos que “si pierden algo se quedan sin nada” acuden a todo tipo de químicos: clásicos como la marihuana y derivados, o el alcohol. O más modernos, como los antidepresivos, ansiolíticos, relajantes musculares, etc.

Otros, pero no menos importantes.

El deporte, ya sea en el sofá o practicándolo, genera alivio a personas de todas las capas sociales.

El montañismo, las comunas hippies, la naturaleza, los animales, las granjas y el campo en general. Todas estas “actividades” sirven como escapatoria a una realidad que se hace más insoportable cuando más de cerca se la mira. Se liberan muchas endorfinas en esas actividades al aire libre. Pero el mono es el mismo. Cada vez necesitas más, cada vez más pesimismo y alejamiento de la realidad (aislamiento).

En definitiva, el que todo el mundo diga que “nadie hace nada” (circuito recursivo), más el miedo, más el opio y sus derivados son las principales causas del inmovilismo (relativo) que existe en nuestro país.

Sin embargo, no sería justo terminar así. Muchos de mis amigos me han preguntado: ¿y qué podemos hacer Moncadista? Y ahí se me queda cara de idiota. No tengo una casa donde invitarlos. Pero es que el «qué hacer» es tan complejo como las dinámicas de la sodomía. No tenemos organización(es) que puedan aglutinar a todas esas personas colocadas (por el opio), por eso hay que hablar con honestidad. Hay mucho que hacer. Estudiar, quitarte el mono y participar en el grupo “anti-sodomía” más cercano a tu casa-centro de trabajo sería lo primero. Llámese 15M, sindicato, plataforma anti-desahucios, o en el Frente Popular de Judea.

Pero hay que mirar a la realidad cara a cara y, colectivamente (siempre), tratar de construir alternativas. Pero por supuesto dejarse de excusas y religiones. Y si no, ser honesto, mirar a la cara a los de tu misma especie, y decir: ¡me la suda!

Para terminar deciros que soy asiduo (o lo he sido) a la mayoría de los opiáceos aquí descritos, y por las mismas razones. Pero aquí estoy, en la trinchera y no sólo la virtual, por las sencillas razones que da El cabrero:

David Simon, The Wire y la tele inteligente

Tres veces empecé a ver «The Wire«, Bajo escucha en español. Y es que me parecía la típica serie de polis corruptos en la que el sistema funciona. O sea, está el poli corrupto, véase malo, que mientras se dedica a atrapar a otros malos se queda con algo de pasta, o soborna, etc. Pero al final al malo lo pillan, y ahí entra en acción el bueno, el héroe, sustentado por un sistema que, aunque pueda tener sus fallos, al final hace triunfar a la justicia.

Por eso me negaba a terminar de ver el primer episodio, pero como mis «almas gemelas», físicas y virtuales, insistieron, me dejé llevar….

En un par de episodios te ves sumergido en un mundo de drogas, corrupción, jerga, supervivencia, humanidad. Decenas de protagonistas. Una realidad que corta la respiración.

Baltimore es la ciudad elegida por David Simon para desarrollar la historia. En la ciudad donde él trabajó como periodista varios años, detrás de la policía anti drogas.

En la primera temporada los protagonistas son los habitantes de West Baltimore. Un asesinato incómodo hace que un alto mando policial (que son entre cargos políticos y policías) decide que hay que detener a algunos para limpiar la imagen del cuerpo de policía. Como no se pretendía profundizar mucho, mandan al caso a un grupo de policías a los que pensaban incompetentes: alcohólicos, corruptos o represaliados, pero entre estos últimos hay unos pocos brillantes detectives. Cuando empiezan a hacer el que se supone es su trabajo, y siguen el dinero de la droga, ven que la mierda salpica a importantes políticos. Y no sigo.

Lo interesante de esta temporada, como decía, es que las personas no son buenas o malas, héroes o villanos. Son personas. Más o menos corruptibles, más o menos honradas. Son personas. Tanto la policía como los traficantes. Lo que la serie destapa, tal como dice el propio autor, es que la guerra contra las drogas es un enorme fraude. Es una guerra a los pobres, a los que los «americanos» no necesitamos más. Por lo tanto, lo menos que se puede hacer es cazarlos, y de esa manera generar empleo: para policías, jueces y abogados. Y es que la desindustrialización que se produce en los 90 en EEUU lleva a que no se necesite más ese ejército de reserva que son los desempleados negros. No sólo empleos, la policía recibe ascensos por sus «éxitos» en la lucha contra el narcotráfico y es penalizada si esos éxitos son excesivos. Al final, como en Colombia, se producen muchísimos llamados «falsos positivos«.  Las cárceles son un negocio pujante en este país. EEUU es el país del mundo con más proporción de presos mientras que el porcentaje de presos que ha cometido un crimen violento ha bajado del 32 al 7 % desde el ’82.

Sin embargo, no todo es sutil, de vez en cuando el mensaje rebelde sale a través de sus personajes:

Omar, uno de mis personajes preferidos, es un ladrón de narcos, sí, extraña profesión. Además es gay y muy inteligente, ¿os imagináis algo así en Hollywood? Y se enfrenta a ellos en el juicio. Cuando el abogado de los narcos le cuestiona su credibilidad por su pasado delictivo le dice que es un parásito. Omar responde: «igual que tú, yo tengo la pistola, tú tienes el maletín. Es todo el mismo juego, ¿no?»

En la serie se reflejan las fuertes relaciones familiares que unen a las comunidades negras, herencia de la resistencia contra la esclavitud y el apartheid posterior. El chico negro con un sólo destino no vive con resignación esa vida, existen contradicciones. Se saben presas de un modelo que en muchas ocasiones no comparten y David es capaz de reflejar de manera muy sutil esas contradicciones en sus personajes. El joven (15 años) camello que igual pega una paliza de muerte a un yonqui, manda a la muerte a un enemigo y cuida de 10 niños huérfanos. Los policías que echan horas extras sin cobrar por resolver un asesinato, pero que después se ensañan sin remordimientos con un pobre desgraciado. El yonqui que se puede salvar pero que no lo hace, porque no quiere, porque no sabe, porque tiene miedo.

David Simon le pregunta a la audiencia en una charla que hizo aquí en la universidad (que podéis ver aquí): ¿quién de aquí se considera socialista?, unos pocos levantan la mano, y quién de aquí cree que tendría que haber sanidad universal, una gran mayoría. De ahí deduce que la palabra socialismo se ha convertido en un tabú, que los medios dominan el lenguaje, qué es lo permitido y qué no.

Si bien queda claro que si estudias en una escuela pública en EEUU estás jodido, en su trabajo no lo reduce a eso, no lo enseña explícitamente. Todo es más complejo.

En la segunda temporada, que no he terminado aún, el eje central es el puerto de Baltimore. Tráfico de drogas y de personas, corrupción, mafias. La historia gira entorno al sindicato de estibadores. El escenario, de nuevo, una ciudad víctima de la desindustrialización, de que el «trabajo» no sea necesario en EEUU, todo se produce en China. El sindicato no es al estilo europeo, donde su función es (debería ser) defender los derechos laborales de los trabajadores. Este sindicato, ante la falta de empleo, se dedica a conseguir dinero extra. Se convierte en un sindicato del crimen. Con ese dinero extra paga bajas laborales, jubilaciones, subsidios de desempleo. Y por supuesto, unta a los políticos que les darán más trabajo al llevar más barcos a su puerto.

No creáis, no se está criminalizando a los trabajadores. Son víctimas convertidas en victimarias, (¡nunca mejor dicho!). Con un capo paternalista, austero, que no comparte los trapos sucios con su «prole», para protegerlos.

Le preguntan que qué opina de Obama, y él, muy inteligentemente dice que «se acabaron los grandes hombres, que no habrán más Lincoln o Roosvelts. Los elementos que tomaron la democracia son más grandes que Obama…Ya no se trata de a quién elegimos, el problema es el proceso que hemos creado para elegirlos.»

David, en un arranque keynesianista, piensa que es el trabajo el que salvará a EEUU del desastre. Y también, erroneamente, piensa que «las buenas noticias son que si las cosas empeoran, como pasará, entonces alguien agarrará un ladrillo».

Sólo nos llega lo negativo de EEUU, creemos que este es un país de ignorantes conservadores. Pero no todo en este país se resume en esto:

«No me avergüenzo de admitir que soy cristiano, pero no necesitas estar en el banco de la iglesia cada domingo para saber que algo va mal en este país cuando los gays pueden servir abiertamente en el ejército pero nuestros niños no pueden celebrar la navidad o rezar en la escuela. Como presidente, terminaré con la guerra contra la religión de Obama y lucharé contra los ataques liberales a nuestra herencia religiosa. La fe hizo a América fuerte. La puede hacer fuerte de nuevo

Esa es la estrategia del capital para que la gente siga votando a Obama. Al final, al contrario que The Wire, los media juegan a la polarización entre buenos y malos. Pero, como dice David, es una cosa del Sistema, no de las personas.

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