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El blog de Moncadista

Nací un 26 de julio…

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precarios

La casillita, de cómo hacer algo para no hacer nada.

Actualización más abajo.

Yo no quería escribir de ciencia, me tiro todo el día dale que te pego, pero las circunstancias….

Lleva unos días rulando una de las muchas peticiones de firmas que hay últimamente. Dónde quedaron esas mesas en la puerta de la facultad a 0ºC (ni frío ni calor) pidiendo firmas para que nos dejaran colgar carteles dentro de la facu. Ahora todo se hace a través de «actuable«, cuyo lema es «cambiando el mundo». Es genial porque para hacer esto ya no pillas pulmonías, como mucho una tendinitis en el dedo índice de «clickar»…y además ¡cambias el mundo!.

Bueno, esta petición de firma virtual reclama una» Casilla de apoyo a la Ciencia en la Declaración de la Renta 0,7%» , como la de la Iglesia, qué curioso. Parece que la propone un tal Miguel Ángel de la Fuente Frechoso, profesor de Historia. Digo yo, que siendo él Dr. en Historia, sabrá más que yo cómo se llevan a cabo las transformaciones sociales…clickando. ¡Lo que me parece alucinante es que llevan 91700 «firmas» y subiendo!

Bueno, aquí hay que analizar dos aspectos, uno el de la casillita en sí, el otro de la reivindicación como tal.

LA CASILLITA

En nuestro país de pandereta no se investiga porque no toca. Nuestro «valor añadido» ha sido la obra y el turismo, y en el futuro será…..ehhh, estoooo, feicnecignoar, eso. Pero desde luego no la I+D+i. Por otro lado yo dudo mucho de que la investigación, o sea, el desarrollo de las fuerzas productivas, vaya a aliviar la bajada de la tasa de ganancia. De hecho, Alemania no se está salvando por su inversión en investigación sino por su cantidad de trabajo precario y mal pagado, más el imperialismo económico. O sea, aumentar la extracción de plusvalía. Pero bueno, supongamos por un rato que la investigación fuera la panacea. Por lo pronto genera unos conocimientos que benefician a la sociedad, y de paso a las multinacionales farmacéuticas que me explotan todos los días. Por todas esas razones los gobiernos, el nuestro también, tendría que invertir en investigación. Como dice mi ex…»A mí es que lo de la casilla me parece degradar a la ciencia a la categoría de «financiable voluntariamente», en lugar de con fondos estructurales.» Y añado: financiable voluntariamente por los asalariados, y no por el Capital. O sea, plusvalía. Me imagino al investigador biomédico que ese día se ha gastado 500€ en un anticuerpo que en EEUU cuesta 300$, véase estafado el erario, poniendo la crucecita en la casillita para que de su sueldo se pague esa estafa. Porque no toda la recaudación del Estado tiene por qué venir de las rentas del trabajo (IRFP) o del IVA, también podría venir de las rentas del capital, porque para eso sí encuentran 100.000 millones de €.

A mi interpelación: «NO a la caridad en la investigación, NO a la casillita de las narices. Dentro de poco pediremos limosna en la puerta de los hospitales para pagar el sueldo de los médicos.» Mis colegas me dicen que cómo puedo estar en contra de que la gente dé dinero a la ciencia. De la filantropía (que yo pensaba que era lo de los sellos). Y cómo voy yo a estar en contra de algo así, si quien paga mi cerveza es una fundación. Pero sí, cosas como la fundación marató, que recogen decenas de miles de € para investigación me parecen además de lamentables, muy peligrosas. Y mira que es dinero «caído del cielo» para mucha gente muy cercana a mí. La caridad, en cualquiera de sus formas, lleva al empeoramiento de aquello que pretende paliar.

Y aquí llegamos al posibilismo. De los mensajes que me vienen a la cabeza que he visto con la recogida de firmas:  «Es que menos da una piedra», «es un parche», o «alguno se mueve», «si quieres apoyar la investigación»…Incluso tiene una entrada en el blog de la revista científica Nature.

Yo me pregunto, ¿dónde estaban esas 100.000 personas antes? ¿Por qué no fueron a Madrid a manifestarse a Madrid en el 2010 en contra de los recortes? A mí se me congelaron las….manos aguantando la pancarta. ¿Cuántos eran socios de la Federación de Jóvenes investigadores? ¿Cuántos se organizaron?

Es que es muy fácil clickar para «cambiar el mundo», pero muy difícil hacer algo realmente útil. Es hacer para no hacer nada. Es ganarse el cielo. Joder, con lo fácil que es pulsar el botón, al menos hacerlo por una causa justa, pedir que el 0.7% de lo que dan a los bancos lo den a la investigación.

Al final los 100.000 firmantes no se ganarán el cielo, pero se han metido su dosis de opiáceos, ;).

ACTUALIZACIÓN:

Según esto (es.wikipedia.org/wiki/Impuesto_sobre_la_Renta_de_las_Personas_F%C3%ADs ) en 2010 se recaudó en España 67mil millones de € por el IRPF. Si todo el mundo marcase la casilla, el 0.7% de esta cantidad iría a ciencia. Es decir, 0.7 / 100 * 67 * 10^9 = 469 000 000. O lo que es lo mismo, 469 millones de euros, es decir una cantidad inferior a la que ha recortado el gobierno del PP (600 M€). (De un comentario de Meneame.)

Va un español, un griego y un francés….

Me estoy leyendo un libro de esos que te marca, tan bueno que me paso las paradas del metro, que me cabrea, me emociona…Se llama «El hombre que amaba a los perros» de Leonardo Padura. Os lo voy a reventar (espoiler le dicen), el protagonista muere, se lo cargan, el nombre del asesino es mundialmente famoso: Ramón Mercader, bueno, no lo conocéis, pero seguro que al «ideólogo» sí, Stalin. Los protagonistas del libro son Liev Davidovich Trotsky, Ramón Mercader e Iván, el escritor.

Ya escribiré algo sobre el libro, os contaba esto porque cuando Trotsky está agonizando en México, con 60 años y le ve las orejas al lobo, reflexiona que la 2º guerra mundial, esa monstruosa guerra imperialista, despertaría las consciencias de los trabajadores europeos y soviéticos, y se rebelarían contra sus amos, la revolución despertaría de nuevo…

Es un cliché, pero es típico fatalismo trotskista. Nosotros (me incluyo) nos hemos tirado años soñando con esta crisis, que sería la que haría despertar a las masas de trabajadores explotados y alienados. Je. El otro día me decía mi amiga Noe que cómo se podía hacer una revolución en plena crisis, que los trabajadores estaban pasándolas canutas para movilizarse. ¡vaya! Si no hay crisis porque estamos muy bien, y cuando hay crisis porque estamos muy mal. ¿en qué quedamos?

Pocas veces se tiene la oportunidad de visualizar concretamente las carencias organizativas de la clase obrera en nuestro país. Fui a una asamblea de precarios en Barcelona, con motivo de la subida de las tasas de doctorado, las llamadas tutorías, a 400€. Los predocs son trabajadores que además de estar precarios deben pagarse su formación. No deja de ser una consecuencia de los procesos privatizadores que empezaron hace cerca de 20 años (Informe Bricall). Y más cercano del «plan Bolonya», del que tanto renegaron los precarios de la FJI, que no iba con ellos decían.

Cuando llegué a la asamblea, en la que se tenía que decidir quién y qué se llevaba a la reunión con el conseller Huguet, llevaban una hora dando vueltas al asunto, argumentando la injusticia de la subida, hablando todos al mismo tiempo, sin turnos de palabra, sin actas…Nada parecido a organización.

Ahí está una de las claves de por qué en tiempos de crisis no hay movilización, y sí las hay en Francia o Grecia. Aunque a los trabajadores nos diera por protestar contra las medidas de ajuste que nos están aplicando sin vaselina, no sabríamos cómo hacerlo. La gente más formada de este país, los doctores, no saben qué es una asamblea, no saben respetar el turno de palabra, no saben tomar decisiones en grupo, etc.

Podemos convocar mil huelgas, mil manifestaciones y mil asambleas; pero hasta que no aprendamos a generar poder popular, hasta que no deshagamos toda la ideología individualista, pueden caer chuzos de punta que nada efectivo se hará.

Pero hay que aprender haciendo, y este es un momento ideal para dar un impulso a ese aprendizaje. Pero también es un momento bueno para que aprendamos con ética a tomar decisiones colectivas, a evitar la manipulación de los grupos organizados, del más carismático, de los más lanzados o de los más miedicas. De todo hay en una asamblea, y el otro día pude visualizar en 5 minutos los 3-4 grupos.

Pude constatar, por desgracia, lo relativamente fácil que es llevar a una asamblea sin experiencia a tomar la decisión que uno quiera. Había 3 posiciones, y por las intervenciones, un grupo de gente apostaba por negociar con la Generalitat. Intervine, sinteticé las tres posiciones que no se habían materializado hasta ese momento, y defendí la mía (que yo creía que era la mayoritaria), y propuse que se votara tras un turno de palabras cerrado. «Sorprendentemente», la gente que había defendido la negociación cambió el sentido del voto tras mi intervención. qué hubiera pasado si mi intervención hubiera sido defendiendo la opción minoritaria, ¿hubiera cambiado el sentido del voto, y por tanto la decisión de la asamblea? Probablemente.

Que conste que esto no me hace ni más listo, ni manipulador, ni nada. Es la consecuencia normal de la ausencia total de experiencia de la peña en tomar decisiones colectivas, algo imprescindible para la construcción de un movimiento popular.

Que conste en acta.

Huelga decir…

Me decido a escribir esto cuando he visto que tengo varias entradas cada día en el blog desde búsquedas de «becarios huelga», «becarios pueden hacer huelga», etc. Eso sólo en las últimas semanas.

Es evidente que en este país hay muchos becarios preguntándose, ¿puedo hacer huelga?

Buena parte de la producción está en manos de becarios, trabajadores no reglados (economía sumergida lo llaman) y sobre todo, que incluye a los anteriores, PRECARIOS.

Lo que más me jode no es que la «izquierda» apoye la huelga sin más, sino que vea comentarios en rebelión, feisbuk o kaos diciendo que la Huelga es un derecho de todos, incluidos becarios. Lo cual es una mentira como un castillo o es que son muy ingenuos.

Si estoy en contra de esta Huelga, aunque no iré a currar, es por varias razones.

1. Porque los que más sufren las consecuencias de la «crisis» y de la reforma laboral son los que menos posibilidades tienen de no ir a currar. Bien porque no pueden permitirse perder esos 40€, bien porque los del sindicato que convocan son aquellos que les dicen que no tienen derechos porque «no están contratados», o porque no ir a currar aquel día les supone perder el curro.

2. Es vergonzoso que la izquierda radical, que no revolucionaria, incluso la CNT o Izquierda anticapitalista, apoye o convoque una huelga a la desesperada, dirigida a trabajadores de élite, sin organización previa, sin base, tras años de traiciones y abandonos. Luego espero que no vengan con el «es que no hay conciencia de clase». Me río yo de la «conciencia de clase» de los nombrados anteriormente.

3. En épocas contrarrevolucionarias las huelgas son contrarrevolucionarias. Los pocos precarios que se atrevan a ir a la huelga acabarán más quemaos que el palo de un churrero. Porque la reforma laboral no se va a parar porque los sindicatos verticales que la convocan desmovilizaron y eliminaron todas las formas de organización y «auto-protección» que los trabajadores tenían.

Ya me imagino a un becario despedido por no haber ido a currar el día de la huelga, yendo a CCOO (comecocos diría un sabio) a pedir apoyo legal y pagando un pastón por el abogado.

Pero no iré a currar el 29 porque sobran los motivos, cagoento!

¿BECARIOS EN HUELGA?

Es muy tarde y no me apetece escribir mucho, pero esto tenía que contarlo.

Hoy, lo confieso, he sido un esquirol. No he hecho huelga, aunque estaba en todo «mi derecho» de hacerla. He ido a firmar a recursos humanos como que había asistido al trabajo para que no me quitaran el día de sueldo. Resulta que los socia-listos del gobierno (catalán y español), a las órdenes del Capital (lease bancos, organismos financieros, club bildeberg, etc), y siguiendo fielmente su programa electoral ha sacado un decreto en el que se nos baja el sueldo a todo quisqui. Ya sean funcionarios de 3000€ al mes, como a nosotros los becarios y sucedáneos de 1000. Ese es el programa social del gobierno.

Lo más gracioso es que yo curro en una empresa «pública», que hace cuatro días era una fundación privada. La empresa no sabe muy bien cuánto o a quién va a bajar los sueldos. El comité de empresa, entre los que hay investigadores que tienen a gente a su cargo sin seguridad social, incumpliendo la ley, nos reúne a todos los trabajadores en un aula donde no cabían más de 70 personas, cuando la empresa tiene unos 500 asalariados. Bueno, resumiendo, el comité de empresa asume sin rechistar el recorte, y sólo ante la queja de algunas trabajadoras, se plantean negociar, no cuánto,¡ sino a quién!  Llama la atención la nula costumbre de reunirse, de hablar en asamblea, de pedir turnos de palabra, de tomar decisiones, de tomar notas, etc. Es un patio de colegio lleno con una media de edad de 40 y muchos.

Se supone que la generalitat ha ordenado a la empresa incumplir el convenio colectivo y bajar el sueldo un 5%, el comité de empresa lo acepta sin rechistar. Cuando la mayoría de los salarios están ya presupuestados (el mío por ejemplo).

Hoy era la huelga de trabajadores del sector público, pero ¿contra quién hago la huelga? No existe un explotador, ninguna persona física obtiene beneficios económico con mi trabajo, sólo putearía a mí y a mí jefa (a la que también le bajan el sueldo). Además, lo más importante, la Huelga NO es un derecho individual como nos intentan vender. O es un derecho colectivo, por ser un arma colectiva, o se convierte en una pantomima, en algo reaccionario. La huelga se inventó para putear al cabrón de tu jefe, pero había que hacerlo de manera colectiva, mayoritaria, no individual. Mañana nos reuniremos para ver qué formato de lucha utilizaremos, la más útil, la que más unidad genere, no la individual.

Eso sin hablar de los miles y miles de trabajadores que no tienen el derecho a huelga. Becarios, precarios y parados.

ya seguiré otro día…

IDEOLOGÍA PRECARIA

Que la ideología predominante es la de la clase dominante es demasiado simple. La clase dominante no se “comporta” igual que la dominada. Tiene otras prácticas, otros deseos, inquietudes…
Después está la “ideología” de los elementos del Estado que proceden de la clase dominada. Como dice Althusser en su libro Marx dentro de sus límites, el Estado es una máquina que sirve para reproducir la explotación, una máquina cuyas piezas son precisamente su producto, o su objetivo. Es como si el pan formara el horno, lo hiciera funcionar.
Uno de los elementos esenciales del capitalismo del s.XXI para reproducirse es el desarrollo de la técnica, dicho de una forma más clásica sería el desarrollo de las fuerzas productivas.
Cómo la investigación en biomedicina se puede considerar algo al servicio de la explotación es largo de desarrollar, pero se puede ver desde dos puntos de vista, uno los beneficios inmediatos que da la investigación biomédica a la industria médica y farmacéutica, por otro cuanto mejor funcione la sanidad, cuanta más esperanza y calidad de vida más “contentos” estaremos los explotados. El Estado ejerce de árbitro entre la codicia de la industria médica (aseguradoras y farmacéuticas) para mantener el “orden”, el equilibrio (sic) y las necesidades de los asalariados.
Pero a lo que yo iba es a cómo se escenifica aquello de la conciencia de clase en aquellos que proceden de la clase explotada, más o menos humilde, pero que van a formar parte de un cuerpo de funcionarios muy especial, el de los investigadores.
Un albañil cuando va al tajo tiene claro que está allí para ganar dinero, la casa que construye no sólo no es para él, sino que probablemente no podría ni comprársela con el salario que recibe construyéndola. Por lo que si no le pagan no currará. Lo tiene clarísimo, con excepciones como las escenificadas en la película “En un mundo libre de Ken Loach”.
Es alucinante que los candidatos a funcionarios investigadores tengan una capacidad de autoexplotación tan grande. Porque la investigación, la innovación, la producción de conocimiento conlleva explotación. No hay un patrón, no hay un “beneficio” en forma de stock options, pero hay plusvalía: la indirecta cuando tu trabajo es utilizado por una empresa para generar más conocimiento que después comercializa después de apropiarse del conocimiento original. Y una plusvalía “directa” pero sutil, escondida. La cúspide de la pirámide de los que “gobiernan” el centro de investigación se benefician bastante del trabajo precario de los investigadores de la base de la pirámide a base de mejoras salariales, viajes, estatus, financiación para sus proyectos. Son unos réditos nada comparables con los que puede tener un directivo de una multinacional, pero lo son en el ámbito de la investigación.
Por ello es importantísimo reproducir esa situación. Es necesario mantener la jerarquía artificial, o sea no por méritos, sino por selección “artificial”.
Lo que diré a continuación puede parecer una generalización vulgar, pero es empírica.
Muchísimos investigadores seleccionan a su personal por sus méritos académicos, cuanta más formación tenga el predoc menos tiempo pasará formándose, y por lo tanto más productivo será la persona y los que le rodean. Pero también existe una selección ideológica. He visto cómo muchos investigadores eligen a su personal con un perfil “psicológico débil”. Son sorprendentes los grados de sumisión que se alcanzan. Jornadas de 12 horas, trabajar de madrugada y fines de semana, insultos, humillaciones, no reconocimiento del trabajo, chantajes (no te corrijo la tesis si no haces esto o lo otro), etc.
Esto es posible gracias a la “desproletarización”, a la falta total de conciencia. El porcentaje de predocs que han participado en movimientos estudiantiles es muy bajo, precisamente por la autoexigencia y competencia que existe que selecciona a los licenciados menos activos en las universidades.
Los comités de empresa no sólo permiten esta situación de semiesclavitud, sino que la justifican. No están contratados, no podemos representarlos. El legalismo una vez más al servicio de la explotación.
De todas maneras es una justificación rastrera. Como decía en otro post.
Como ejemplo de lo precaria que es la conciencia entre los predoctorales:
Un centro de investigación cualquiera, la mitad de los predoctorales sin seguridad social, en situación claramente irregular. Se mueve ficha, una visita de una inspección de trabajo, presión por parte de los predocs, y la dirección del centro le ve las orejas al lobo y decide regularizar a todos esos “sin papeles”. Ante la disyuntiva evidente de quién paga eso si la empresa o los investigadores principales con sus proyectos, los predocs por un lado tienen miedo a ser despedidos al negarse ambas partes a pagar la regularización y por otro lado algunos argumentan que al costar más dinero conseguir predocs, mano de obra, que entonces será más difícil conseguir entrar en el mundo de la investigación, y por lo tanto según ellos “perjudica a los futuros becarios”. Es el mismo argumento del comité de empresa. Cuando es precisamente al revés. Sólo puede favorecer a los predocs, porque los que no están no existen, no son perjudicados.

Este es un argumento parecido al que se daba con las becas universitarias. Pero la diferencia es fundamental. La universidad debe ser pública y universal, por tanto se tiene que garantizar la financiación de los estudiantes. No es lo mismo cuando hablamos de trabajadores. La patronal exige la bajada de los salarios y el precio del despido para “disminuir el paro”. No podemos permitirlo en el ámbito de la investigación porque nos llamen “estudiantes predoctorales”. Es la misma mentira.
Ante la encrucijada del posible despido debido al cumplimiento de la ley, la ideología precaria lleva a la desesperación, a la desesperanza, al sálvese el que pueda. Para la ideología precaria no existe el grupo, no existe la lucha, no existen los derechos, la negociación, la presión, la prensa, la movilización, la unidad, la justicia, el honor, el orgullo…No. El mundo se acaba, no hay alternativa.
Por suerte los precarios a nivel ideológico no son mayoría. La lucha, por muy light que sea, genera conciencia. Ante los problemas surgen soluciones mediante la lucha. La toma de conciencia, el internalizar que no somos estudiantes sino trabajadores, que tenemos unos derechos y que existe la manera de hacerlos cumplir; es un proceso lento, con altibajos. Pero es posible. Una persona puede abandonar la ideología precaria y transformarla en una conciencia avanzada de lucha. Lo he visto, he sido partícipe, y me siento orgulloso.

Libertad en la precariedad

forgesCuánto se puede retorcer un argumento para que lo más mezquino e injusto se vuelva comprensible y hasta de agradecer.

En una fundación de investigación de esas sin ánimo de lucro (sic), que además investigan para curar el cáncer (ohh), que dependen de un patronato parcialmente «público» buena parte del personal está sin contrato ni seguridad social.

Un grupo de predocs (becarios para la mayoría) decide que «no está bonico» eso de andar trabajando sin derechos en pleno siglo XXI y encima por una causa tan noble como la cura del cáncer…

La empresa y el comité de empresa, tanto monta monta tanto como en los sindicatos verticales de antaño, se empeñan en hacer piruetas lingüísticas para convencernos de que te den una beca de 700€ para currar de técnico de laboratorio durante julio y agosto puede que no sea perfecto pero que si se eliminan estas becas a quien perjudica es al becario. Atención al tema, si no hay beca no hay becario al que perjudicar. Aún así todo el mundo asiente como en misa. Lo que esconde este argumento es que a quien perjudica que no haya becas que encubran puestos de trabajo es al investigador principal y a la empresa. Que si quiere que salga pa´lante ese trabajo necesita contratar a un técnico.

Otro argumento que me encanta es el de que, atención, el comité de empresa no puede obligar a la empresa a que cumpla la ley en relación a un contrato a media jornada de un predoc que efectivamente trabaja más de 8 horas al día. Pues no puede obligarla porque entonces iría en contra de ¡la voluntad del trabajador!. Sí señores, la voluntad del afectado es estar contratado 4 horas, porque así lo ha firmado. Por tanto el comité de empresa, como garante de las voluntades de los trabajadores a los que dice representar, no puede posicionarse en contra. Tooma moreeeno.

Está claro que ese argumento no se sostiene y así se lo he demostrado. Un trabajador predoctoral es obligado bajo coacción a trabajar más de 8 horas contratado por 4. Y resulta que nadie puede «obligar» a la empresa a que se cumpla el estatuto de los trabajadores. Cuando yo le digo que sí se puede, el comité me pregunta sorprendido: ¿cómo?

Es el mismo argumento de los empresarios que utilizan a trabajadores extranjeros sin contratarlos. Es que los inmigrantes lo aceptan. Ya está, esa es la libertad individual que nos regala el capitalismo, la de elegir cómo quieres que te enculen si con una beca por 700€ sin derecho a médico de cabecera o un contrato parcial que no te cubre que te rompas la crisma por la tarde. Ni la vaselina te la cubre…

Bendita democracia que Dios nos ha dado.

 

PROPUESTAS DE FUTURO PARA LA FJI

Sacado de un correo de la lista estatal de la FJI. A lo mejor fuera de contexto no tiene ningún sentido, pero me lo he currado lo suficiente para que esté aquí.

mi propuesta es también que la FJI renazca como una asociación contra la precariedad laboral y científica en la investigación. O sea, lo mismo que ahora, pero con matices que necesitan de unos «pequeños retoques». Evidentemente está basado en mi documento sobre la FJI que he mandado un par de veces y que tengo colgado en mi blog.

1º: Participación.
¿hay menos incorporaciones que hace 5 años? tendríamos que buscar en las actas si hay menos socios que entonces. Probablemente sí.
Seguramente porque como se ha dicho las condiciones no son tan sangrantes. ¿no lo son? Si en mi centro la mitad de los predoctorales no tienen seguridad social, pongamos que en el resto del Estado es el 30-40%.
Esa puede ser el motivo de que las incorporaciones a la FJI sean la mitad.
Si somos realistas, las condiciones de los predoctorales de 2ª no se mejorarán con leyes, sino con lucha sindical: denuncias y negociaciones. (binomio movilización-negociación). Nos han dejado claro muchas veces que las leyes no serán de obligatorio cumplimiento, ¿no?.
Es evidente que la FJI no ofrece apenas nada a esos predocs de 2ª. Apenas hemos publicitado la comisión no más becas, y al menos en mi entorno de trabajo no sabían qué era una inspección, ni que su actividad laboral, la tesis, es productiva, y por tanto un trabajo, etc.

Entonces entre que vivimos el periodo más pasivo y menos combativo de la historia (menos que en el franquismo), 5 millones de parados y subiendo sin ni una sola mani; y que la FJI hoy no es una buena herramienta para esos predocs que sienten que están puteados pero no saben muy bien si es normal, si se puede cambiar, si se puede hacer algo, etc. pues poco podemos esperar.
Que queréis que os diga, yo soy incapaz de venderle a los recién licenciados el que se metan en la FJI y «pierdan» su tiempo para luchar por que pongan en la ley de la ciencia que sea obligatoria, pero sí puedo decirles cómo pueden hacer algo para mejorar su situación laboral, después cambiar las condiciones de trabajo y científicas de su entorno y después, cuando se de cuenta de la relación entre su realidad personal y la del resto, la necesidad de cambiar la política científica del gobierno. Y de algo que pasa desapercibido: ¡que se puede cambiar! y la FJI lo ha demostrado.

Asociaciones locales:
Este va a ser un tema polémico y con razón. ¡cómo voy a dejar mi asociación!. Pero, ¿qué es lo que me hace más «cercano» a un precario de la universidad de Girona que a una precaria de un OPI de Galicia?. Nada. Al contrario. Tengo más problemas en común con la compañera de Galicia que con el de Girona. Entonces, cuál es la utilidad de las asociaciones «locales» (la mía ni siquiera es «local»)?.
Pues atender las convocatorias de becas locales-regionales, pedir subvenciones, negociar con el gobierno regional, ah, y organizar las asambleas-jornadas.
¿todo esto no lo puede hacer una comisión temporal, o unos responsables que busquen voluntarios?

Todos sabemos que una de las dificultades de la FJI es la comunicación. Gastamos muchas energías leyendo, escribiendo y «entendiendo»(sic) correos. La asociación local, en teoría, debería suplir eso, puliendo los debates de manera presencial. Pero eso no es verdad. La distancia que me separa de la UAB es mayor, verídico, que la que me separa de la UGR.
Lo siento por mis compañeros que aprecian mucho su asociación y todo lo que representa, pero hoy día, las asociaciones sólo son útiles por cuestiones técnicas a la hora de pedir subvenciones.
off topic: ¡imaginaros que yo me he reunido con una de Esquerra Republicana sin apenas saber catalán!
Por tanto, sin disolverlas, (habría que estudiar las cuestiones técnicas), las asociaciones como «entes legales» deberían pasar a segundo plano, que ya lo están.
En todo caso, la «asociación local», el grupo de personas afines que tienen una relación más presencial y comparten problemas y luchas, debería ser lo que yo llamaré «asamblea de centro».

Imaginaros una campaña de cartelería donde se dijera que «Defiende tus derechos, apúntate a la FJI». Nunca he visto una campaña de «afiliación» en los 5 años que llevo aquí. Y esa podría ser nuestra responsabilidad como socios, llevar la FJI donde trabajemos. Que la probabilidad de que asociemos a alguien será baja es cierto, pero más lo será si no lo hacemos, o será baja si decimos «Cambia la ley, apuntate a la FJI». Porque las leyes, el gobierno, quedan muy lejos para la gente que no tiene experiencia.

Por lo tanto, yo propongo que existan dos listas centrales, una pública y otra privada. Y como podréis imaginar la privada se limitará a temas organizativos y de privacidad.

Todavía no me queda claro qué pasaría con la lista no más becas. Pero sí tengo claro con el resto. Todas tienen que pasar a centralizarse, y quien diga que eso «saturaría» la estatal, pues se le manda un manual de filtros, etiquetas, gestores de correo, etc. Es verdad, tenemos el problema de que muchos hilos se rompen porque algunos gestores cambian automáticamente el asunto. Pero eso se puede solucionar, espero. Yo quiero poder leer algunos hilos de insti, o a lo mejor estoy interesado en elaborar un panfleto, o un comunicado o aportar un dato a doc (cosa que no hice, ejem).

Reconozco que los foros no han sido una solución, mientras la tiki sí que ha sido un avance.

Por lo tanto, imaginemos una asociación en la que sus socios más experimentados, concienciados, kamikazes, como queráis; están animando a sus compañeros de centro a que la FJI es la asociación que va a ayudar (que no resolver) a solucionar sus problemas laborales. Y os digo, por experiencia, que en una negociación con la dirección de la institución de turno las palabras «Federación de jóvenes investigadores» valen su peso en oro. Pues, la asociación ofrece su experiencia, sus recursos, (y espero algún día sus abogados) a ayudar a solucionar el conflicto, problema, injusticia…
Un porcentaje muy bajo de los jóvenes investigadores que están haciendo cosas en su centro se meterán en la lista, a esos «pre-kamikaze» se les dirá que no se lo tienen que leer todo, que vayan echando una ojeada a lo que les interesa, que poco a poco. Entonces el kamikaze de turno entre café y café le explica la relación entre la PLA y el que tenga que ir a poner un experimento de madrugada.

Serán pocos los que se unan, pero serán más que si nos limitamos a listas elitistas (que rima) a elaborar enmiendas, leyes, y requeteleyes mientras nos quejamos de que «la gente no se mueve».
Evidentemente la lucha institucional es necesaria, a la vista los resultados de los últimos años, pero está prácticamente agotada, no debe ser nuestro objetivo principal porque yo creo que nos lleva al desastre. Y si vosotros creeis que es un objetivo importante, debe ir ligada a una lucha de base, sindical si queréis, si no, nos convertiremos en un apéndice del gobierno de turno. Un grupo de presión y por tanto de élite que se dedica a negociar con el gobierno las comas de las leyes, para que una parte cada vez más pequeña de los investigadores se vean beneficiados. Sería como la asociación de conductores de triciclos.

Sintetizando que no resumiendo:
La FJI una asociación con sus socios (un voto-un socio), sus cuotas, sus asambleas, sus estatutos sencillicos…

  • una lista pública, la de la asociación, la estatal, donde se hable de todo lo relacionado con la asociación excepto los temas que necesiten de privacidad. Para mi propuesta es necesario un equipo potente de moderadores, que podrán salir de todos esos puestos de secretarios, presidentas, tesoreros, vocales, repres de asociaciones que ya no serán útiles allí.

Estos moderadores deberán reconducir, y sobre todo renombrar-resumir los debates para que esta lista sea dinámica y útil. (Aquí necesitamos una mano de nuestros informáticos, o de alguna idea brillante como en Lekeitio).

  • Una lista privada. Habrá que definir en función de las necesidades quién debe estar, aunque yo creo que cualquier socio que lo solicite debería tener el derecho a estar. Total, solamente sirve para que no indexe en google. Creo que «no más becas» debería seguir con su lista, aunque perfectamente se podría integrar en la lista privada, mediante moderación de asuntos.

Listas o foros periféricos que serán temporales, temáticos, a petición de un grupo de socios y que se crea necesario (ante un conflicto en un centro por ejemplo). Cualquier socio acreditado de la FJI tendrá el derecho a estar en esa lista.
Mi propuesta tiene el objetivo de que la asociación vaya creciendo en la base conforme la gente ve más cercana la FJI, y necesita de estructuras organizativas de base. Comités de asamblea de centro por ejemplo. Esto necesitaría de algunos cambios. Pero esto no es real ahora. Si el volumen de temas de la estatal es realmente insostenible debido a luchas concretas habría que ir creando listas de asambleas de centro nuevas para descargar a la estatal, pero mientras esto no pase (que no pasará en breve) todo socio debería poder opinar (que no decidir, eso se debe hacer en asamblea de centro si no afecta a la FJI) sobre cualquier tema.

Hay muchos flecos: resolución de conflictos, toma de decisiones, quién conforma la «junta directiva», cómo se harían las campañas y un largo etcétera. Pero yo creo que en lo que he escrito está el eje de mi propuesta.
A machacarlo. Pero por favor, llevo unas cuantas horas dándole forma, no seáis crueles y ser constructivos. 🙂
Gracias por la paciencia.
un saludo

PD: los subrayados son para que queden claros conceptos, para que no se malinterpreten algunos argumentos.

Investigadores predoctorales superheroes

forges_becariosLa investigación es una profesión muy, pero que muy peculiar.
Cualquier asalariado reconoce más o menos fácilmente a un empleador, y por tanto si sus condiciones laborales (salariales, vacaciones, jornada laboral, etc) son malas pues reconoce al culpable y de eso a reconocer que existe explotación pues hay poco. Confiar en que esa situación puede cambiar es harina de otro costal.
Sin embargo, en la investigación no suele existir un empleador, en el sentido de que nadie está enriqueciéndose con tu trabajo, como sí lo podrían percibir los albañiles. Es más, ni siquiera produces nada tangible y en nuestro país pocas veces «vendible». Los maestros saben que generan riqueza porque saben aquello de que la juventud es el futuro…
En la universidad no enseñan a nadie a que reconozca la investigación como una actividad productiva, sino como algo muy bonito y provechoso para la sociedad «en su conjunto».
En esas sale un licenciado de la universidad, y se va a buscar becas para hacer la tesis (que no para investigar), donde le dicen que le van a pagar algo para que siga formándose, pero claro que tendrá que pagarse los masters o cursos de doctorado.
Pasan los meses y te das cuenta de que echas más horas que un reloj, que la jefa te obliga a faltar a clases, a venir de madrugada a poner experimentos, a que la mujer del jefe firma como autora cuando tú haces todo el trabajo, a que la jefa del departamento sale en tus artículos sin apenas conocer el trabajo…
El problema es que no se dan cuenta de que además están TRABAJANDO, que producen conocimiento, o sea riqueza, y ese conocimiento de las miles de tesis doctorales y millones de artículos científicos es utilizado por un sistema económico y político injusto para mantener, fortalecer y extender esa desigualdad.
Se podrían poner muchos ejemplos y ya lo expliqué en otro artículo, sólo 1: tecnología desarrollada en universidades públicas que logró la producción de liposomas la utilizó después la industria farmacéutica para producir medicamentos que son patentados e inasequibles para países pobres. Los accionistas se enriquecen, los pobres mueren.

Por tanto, la investigación que realizamos los jóvenes investigadores en España va por un lado a fortalecer un sistema de castas y de jerarquías injusto, y de manera más importante pero invisible fortalece un Sistema, el capitalista que se apropia de nuestro trabajo para perpetuar la desigualdad.

Un día juntas a un puñado de becarios cabreados y les dices que como tienen artículos y un horario, producen, y como su labor es productiva tienen que ser trabajadores, y por tanto tienen derechos. Seguridad social, vacaciones, horario, prevención de riesgos laborales, prestación por desempleo, representación en el comité de empresa, jubilación, etc. Pero resulta que nadie lo sabe. Y además tiene el derecho como trabajadores no contratados a «contárselo» a un inspector de trabajo que DEBE actuar de oficio para resolver esa irregularidad.

Si normalmente a trabajadores de toda la vida, los contratados, los que sí son representados por los sindicatos cuando hay eleccione sindicales. Pues si estos no se atreven a denunciar irregularidades del tipo «trabajo 50 horas y estoy contratado a media jornada», cómo va a denunciar una persona cuya carrera profesional está en juego y que acaba de darse cuenta hace un rato de que es que además de becaria es currela.

Y aquí está el dilema. Existe el derecho, los cauces y la persona consciente que en plan superheroe denunciaría a la inspección de trabajo una empresa que tiene al 10% de su personal en condiciones deplorables, sin derechos ni cotización. Una empresa semipública, dependiente de un gobierno y que además investiga para buscar una cura contra el cáncer. Eso llevaría a todos esos «becarios-que-empiezan-a-pensar-como-trabajadores» a ser contratados. Con un matiz, sin su participación y casi sin su consentimiento.

La otra opción es seguir arañando poco a poco en esa pared de arena que es la Ideología, fomentando la participación y el debate, enfrentando a la gente con sus contradicciones y sus miedos, y hacerles hacer cosas que no se hacen nunca «tomar decisiones colectivas», y que ya empiezan a romper una de las cosas que han fortalecido siempre: la jerarquía en la toma de decisiones.

Pues yo prefiero esto último, mi objetivo principal no es que todos los predoctorales tenga los mismos derechos que el resto de los trabajadores gratuitamente, sino que mediante la toma de conciencia (que tiene un recorrido variable), la lucha y sobre todo las decisiones colectivas que conforman lo que se llamaba poder popular, se consigan esos derechos. Derechos que sabrán distinto, tendrán el sabor de la victoria, del trabajo colectivo, de la sensación de unidad, de que juntos sí se puede, etc, etc, etc.

LA FJI: EJEMPLO DE ORGANIZACIÓN DE MASAS

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LA FJI: EJEMPLO DE ORGANIZACIÓN DE MASAS

Qué entiendo yo por «organización de masas»:


Cuando se dice OM se tiende a pensar en una gran organización con muchos socios o militantes. Una OM no se define cuantitativa sino cualitativamente. En una OM el nivel de implicación de los socios es muy variable, desde la presencia meramente testimonial, a una gran participación, organización, coordinación, etc.

En el caso concreto de la FJI tenemos desde la persona que simplemente está subscrita a alguna lista de correo para recibir información, hasta la que se mete voluntariamente en la junta directiva.


Una OM forma parte del engranaje del sistema al que pertenece, en este caso el Capitalista. Y por ello generalmente lo fortalece y lo legitima. Un OM se convierte en un «frente de lucha» cuando se vuelve antagónico al sistema al que pertenece, y de manera consciente lucha por su transformación radical. Entre estas dos «estructuras» existen distintos grados de antagonismo. Esta evolución cualitativa puede ser bastante imperceptible a simple vista. Una de las maneras con las que se reproduce al sistema es legitimando sus prácticas. Por ejemplo, las de la «representatividad». Una persona sensible a la miseria de este mundo, que se asocia en una ONG, y simplemente paga su cuota, recibe información y ya está. De una manera más o menos inconsciente está legitimando un sistema representativo que aleja a la mayoría de la población de la toma de decisiones. Sin embargo una organización que promueve la participación, la toma de decisiones colectiva, el asamblearismo responsable, etc. se convierte en antagónica porque esas prácticas en sí desafían al Estado, independientemente de las reivindicaciones. Y es más, en algunos casos son más peligrosas que una manifestación o protesta convocada y organizada sin participación.

Para mí una OM no tiene por qué ser únicamente multisectorial. O sea, una OM puede ser perfectamente corporativista, englobar sólo a un sector de la clase obrera y seguir siendo OM. El club de lectura de Mary Poppins puede ser una OM, aunque probablemente no será «revolucionario». Sí lo era el sindicato ferroviario ruso, por ejemplo.

 

La Federación de jóvenes investigadores (FJI) es una organización creada en el 2000 en torno a unas reivindicaciones muy concretas, la eliminación de la precariedad laboral en el ámbito de la investigación. Sus reivindicaciones son el reconocimiento laboral del personal investigador, tanto pre- como postdoctoral, la creación de una carrera investigadora que reglamente los pasos a seguir en la investigación desde la finalización de la carrera y todas aquellas cuestiones entorno a la precariedad: salud laboral, retrasos en los pagos, convocatorias de becas, derechos laborales básicos, etc.

En España fueron de los primeros en utilizar el término “precarios” para definir su situación “laboral”.

En principio la creación de esta organización no estuvo ni dirigida, ni liderada, ni orientada por ninguna organización política “revolucionaria” o no. Al inicio lo único que se pretendía con la FJI era la coordinación de varias asociaciones locales. Su fin desde el principio ha sido muy concreto, por lo que su ámbito reivindicativo también lo es. En definitiva la FJI lucha por la regularización (de la explotación) de los investigadores en fase inicial (IFI). Por el reconocimiento legal de su trabajo. Esto queda muy lejos de ser antagónico o revolucionario. Si a esto sumamos su carácter corporativista, alejado de la idea de la unidad de clase, de la solidaridad intersectorial, etc. Puede parecer que la FJI se asemeja más a un sindicato sectorial, tipo CSI-CSIF, que a un frente de lucha (Organización de masas cuyas prácticas son antagónicas al Estado).


Pensar que no hay que luchar en una organización de este tipo porque es «amarilla», es no entender que cualquier organización de masas es una “estructura de Estado”, que lo que hace es reproducir y perfeccionar la explotación capitalista. La labor de los comunistas debe ser influir en la transformación de una organización de masas en un frente de lucha, antagónico al Estado. Ese cambio cualitativo se ha malinterpretado casi siempre, al menos desde la muerte de Lenin, porque no es una cuestión meramente discursiva, sino sobre todo de las prácticas de la misma organización de masas.

La pregunta obvia es, ¿cuál es la labor concreta de un comunista en la FJI? La respuesta fácil, “radicalizar” el movimiento. El infantilismo nos llevaría al uso del “discurso” (Ver «Lo que no puede durar en el PCF, Althusser). Así, nuestro discurso dentro de la FJI tendría que “convencer”, tendría que hacer a los precarios anticapitalistas y así llevárnoslos a nuestro terreno. Todo eso siendo el más trabajador, el más honrado, el que mejores propuestas lleva, el que convence…bla bla bla. Esto obviamente lleva al aislamiento y a la desaparición de la organización.

Mi hipótesis es que la FJI es revolucionaria con un discurso de Estado. ¿por qué?

 

Hoy pocos discuten que los soviets, en 1905, fueran revolucionarios, sin embargo todavía su programa y discurso, no era anticapitalista. Pero sí lo eran sus prácticas. Estaban, más o menos conscientemente, generando un poder antagónico. Cuando Trotsky llega a San Petersburgo se encuentra que los mencheviques ya habían organizado a los trabajadores mediante un delegado cada 500 trabajadores. Pero ¿para qué?, ¿para destruir al estado zarista? Muchas de las tareas de los soviets eran rellenar los huecos que el aún “verde” estado capitalista ruso dejaba. Distribución, seguridad, organización laboral (gestorías y recursos humanos vamos) aparte de las reivindicaciones economicistas clásicas tipo tradeunion. Lo mismo pasó en otros países europeos unos años más tarde. Algo común en todos los “soviets” europeos fue la cantidad enorme de cuadros que se formaron en sus luchas, sin embargo, en Alemania esos cuadros fueron a parar al Estado capitalista, al perfeccionamiento del sistema de explotación, mientras que en Rusia sirvieron al Estado socialista, en un principio. Esto se ve clarísimo cuando analizamos la «procedencia» de los rectores, decanos y demás cuadros universitarios. La gran mayoría han «militado» en organizaciones estudiantiles y/o políticas, y presumen de haber corrido delante de los grises. Ahora son los mejores en su trabajo, la formación de cuadros para el sistema capitalista. Una buena parte de los ministros alemanes y franceses proceden de mayo del ´68.

En un ambiente revolucionario, la organización de masas tipo “tradeunion” es claramente reaccionaria. Sin embargo, en un periodo de reacción ideológica, donde la ideología capitalista se ha hecho “vida”, cualquier dinámica colectiva por parte de los explotados es, al menos, positiva.

¿Qué es lo que hace a la FJI revolucionaria? Ya lo he dicho, sus prácticas. Es una organización asamblearia pero no ácrata, que sabe delegar y pedir responsabilidades. Que continuamente se renueva, tanto sus personas como sus ideas.

Asumen con madurez, asombrosa en nuestros días, la derrota en el debate. Cosa que no pasa ni en “las mejores familias”. Utilizan la delegación de responsabilidades, pero lo que es más importante, delegan los debates. Los mandatados a una reunión con un consejero o un viceministro no dirán más de lo que se ha debatido anteriormente, no se tomarán decisiones sin contar con la “fede”. Por ejemplo en Junio del 2005 se organizó una manifestación en Madrid estatal, los autobuses, las pancartas, todo preparado. Un par de días antes el ministerio llama a una reunión para negociar las reivindicaciones si se desconvocaba la mani. Pues se dio un debate en todo el estado, luego un referéndum y al final se decidió desconvocar. Así funciona con todo. Y aunque se equivocaran (que lo hicieron), el que la decisión fuera colectiva sirvió para que los que participaron en el proceso aprendieran algo.

Los “representantes” temporales en una negociación no son fijos, todos participan del debate y los negociadores no se pueden salir de lo debatido. Eso desconcierta a los interlocutores de la negociación, sobre todo a los políticos. El chantaje y el engaño es más difícil, y lo que es más importante, se generan unas prácticas de honestidad, de saber delegar y ser delegado, de democracia real, de elaboración y discusión colectiva.

Aquí hay dos factores muy importantes, uno que estas prácticas no son “naturales”, sino que se reproducen; y dos que las prácticas representativas de la “democracia” burguesa quedan al descubierto. Cuando por ejemplo un político pide un representante de la FJI fijo, se rechaza; o cuando se cuela algún “manipulador” o trepa en la organización es detectado inmediatamente y rechazado.


ESTRUCTURA ORGANIZATIVA.

Como organización de masas “de manual” tiene varios niveles de organización:

La Asociación Local: es el núcleo de la FJI. Tiene total autonomía en la toma de decisiones y en la línea a seguir con respecto al resto. En la práctica se suelen asumir los debates y decisiones tomadas en la estatal.

A su vez hay dos niveles de organización, están los socios de las locales, que pagan cuota, unos 600 en total. Según el número de socios así el número de votos de la asociación local en la FJI.

Pero además de los socios están las listas de correo. Ahí opina y VOTA todo el que quiera, dentro de las reglas de la lista. En la lista estatal hay unos 640, de los que apenas participan activamente unos 60 a lo sumo. Esto no quiere decir que esos 60 sean los activos en la asociación, muchos de los “militantes” lo hacen en otros ámbitos de la federación.

Cada asociación local tiene un número de votos proporcional al número de socios, materializados mediante los representantes. Ellos tienen la obligación de llevar las propuestas, votar, debatir, tomar algunas decisiones de temas ya debatidos, etc. en las asambleas de la FJI, que se celebran cada 6 meses. Así como bajar a la lista de la asociación los debates y decisiones importantes que se estén dando en la lista de correo estatal, la de la FJI. Vamos, lo que es un delegado en una organización no representativa.


El funcionamiento orgánico está basado en el reparto de tareas y en la descentralización de las mismas.

LA DEMOCRACIA REAL Y LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

Esta organización de masas ha surgido gracias a la utilización de Internet, algo novedoso e interesante. No se debe olvidar que estamos hablando de cuadros del “Estado”, la élite en la producción, es más, la élite en el desarrollo de las fuerzas productivas. Por tanto el uso de las nuevas tecnologías para el perfeccionamiento de la explotación son utilizadas para la lucha de estos futuros cuadros, del Estado.

Los debates maduran en las listas de correo, donde la gente puede participar con tranquilidad, donde los manipuladores lo tienen difícil (aunque no imposible). Rara vez se realizan referendums en la lista, sólo en cuestiones de urgencia y utilizando el voto ponderado por asociaciones. O se hacen en formato encuesta. El debate generalmente va madurando hasta que se llega a un consenso. Aunque esto no siempre ocurre.

La web participativa. Otro elemento totalmente novedoso para mí ha sido la creación de una web participativa. Igual que las listas de correo electrónico permitieron la creación de esta organización,

la web  llamada Tiki-wiki va a permitir que la organización dé un paso más. Generalmente la información es unidireccional, incluida la de internet. Pero la web tiene un potencial inmenso al permitir la creación de grupos participativos en «entornos web». De lo que se trata es de que una web sea elaborada por el colectivo, no que tenga la posibilidad de «toquetear», sino que es así como se construye. Y de una manera lo suficientemente fácil para que sea bastante masivo.

Esto tiene muchas ventajas: elaboración colectiva, se evitan las relaciones de poder que se dan en las asambleas presenciales, se permite la clandestinidad (en el caso de que fuese necesaria) y permite que la generación del discurso sea colectivo y esto es importantísimo.


DEFICIENCIAS:


Se suele criticar al asamblearismo puro por no ser constante, por no generar una estructura con continuidad, por empezar de cero cada dos por tres y no crecer cualitativamente con el tiempo. Una asamblea no suele aprender de sus errores porque al no tener estructura de coordinación no tiene memoria histórica. Se suele creer por tanto que si se genera una estructura de coordinación, más estable, sí se garantiza esa memoria histórica. Pero esto no es así. la memoria histórica de las masas desaparece con estas.

Y estos problemas surgen precisamente de sus éxitos. El que no existan votaciones unido a la corriente falta de «educación asamblearia», hace que en muchas ocasiones se tomen decisiones sin consenso, sin la suficiente participación, con malentendidos, etc. O que se caiga una y otra vez en los mismo debates, haciéndose eternos y quemando a mucha gente.

Es difícil solucionar esto y al mismo tiempo mantener una estructura transparente, participativa, etc.

Es muy curioso la facilidad con la que se aceptan decisiones tomadas por terceros. Es un síntoma claro de nuestra educación «representativa», acostumbrados a que otros decidan por nosotros. Si bien esta dinámica se observa a menudo, también es verdad que existe bastante gente consciente de esto que machaca una y otra vez con la necesidad de tomar decisiones colectivas, de que las juntas directivas no son órganos de decisión, etc.

Otro de sus éxitos, o de su originalidad, el uso de las nuevas tecnologías, también lleva implícito un gran problema. Como decía más arriba estas nuevas tecnologías permiten que el discurso sea colectivo, pero el problema es que cómo hacer que éste sea dialéctico y no una mera suma de opiniones sin elaboración, sin síntesis. Lo positivo de la asamblea presencial es que el consenso es fruto de la síntesis dialéctica de las diferentes propuestas, en el caso de la asamblea «virtual», esta síntesis es casi inexistente, el consenso termina siendo un «collage» y esto es muy evidente (y estridente) en la elaboración de los comunicados, cartas y demás documentos. Por lo que uno de los elementos claves en la formación de cuadros que es el aprendizaje del «centralismo democrático», termina siendo un «vale todo».

Algo de lo que no se escapa la estructura de la FJI es de la manipulación desde posiciones de influencia. Si bien antes decía que los manipuladores no suelen tener cabida en la lista, esto no quiere decir que no existan personas con una capacidad de liderazgo, de conocimiento y sobre todo de influencia que en determinadas ocasiones «orientan» las decisiones colectivas, como en toda asamblea que se precie. Esto es bastante inevitable, aunque las personas conscientes tienen que estar muy atentas a esto.


CORPORATIVISMO Y ELITISMO

Un rasgo interesante, a la vez que peligroso, es que en la FJI se refleja la misma fragmentación de clase que el resto de la clase obrera.

La FJI engloba únicamente a los investigadores que están en su fase inicial, antes de la tesis doctoral o inmediatamente después. No incluye a becarios de otro tipo, a trabajadores sin contrato o becarios en prácticas, etc. Esto es algo negativo, evidentemente se debería luchar por la fusión con otras organizaciones o con la ampliación del espectro reivindicativo. Lo que se podría traducir en la fusión con algún sindicato de clase. Sí, pero no ahora. Básicamente porque no existe ningún sindicato de clase. CCOO ni aglutina a los explotados de España ni mucho menos tiene prácticas revolucionarias, en realidad es un sindicato vertical. La fusión de la FJI con CCOO sólo supondría la desaparición de las prácticas antagónicas de la primera.

El chauvinismo divide a las asociaciones locales en grupúsculos tendientes al infinito. Ayudado por la infinidad de becas y ayudas a la investigación, cada grupo lucha por la mejora de su ámbito de actuación más cercano. Aquí es donde está el mayor reto ideológico «inmediato», conseguir que estos investigadores sean conscientes de que su lucha es global. El siguiente paso sería conseguir que luchen por la eliminación de la explotación, pero ese es otro tema.

Uno de los pilares del Sistema y del Imperialismo es el desarrollo de las fuerzas productivas, para ello la tecnología, la ciencia, la economía, las humanidades, etc.; son fundamentales. En la “agenda de Lisboa” del 2000 la UE se propuso una tarea fundamental, el aumento de la productividad frente a los EEUU. Pero en España, la burguesía no quiere cumplir este objetivo por el camino de la productividad, sino por el del aumento de la explotación directa y de la especulación. Por tanto la investigación no es una prioridad. Y en vez de competir con EEUU, somos una fuente continua y barata de investigadores. Pero por otro lado la UE exige un aumento en los presupuestos en investigación, esto para “España” es un problema, hay demasiados investigadores en formación para plazas a cubrir.

Por esto la FJI tiene otra peculiaridad, es el “elitismo de clase”, está compuesta por los futuros intelectuales (cuadros) del Estado. Pero en la planificación formativa de los futuros cuadros del Estado no está la elaboración colectiva, las reivindicaciones, la toma de conciencia, la organización de asambleas, las manifestaciones, las consignas, etc. Sino precisamente ser los artífices de la reproducción ideológica de la explotación (profesorado universitario funcionario) y el desarrollo de las fuerzas productivas (investigadores), vamos, cuadros del Estado.

El “problema” está en que en la lucha se adquieren unas habilidades que en condiciones de reacción como las actuales sólo sirven para perfeccionar el sistema. Los “militantes” de la FJI, son mejores oradores, se desenvuelven mejor ante situaciones como una reunión con altos cargos políticos, conocen muy bien los entresijos administrativos, legales, de burocracia, etc.

Esto podrá servir para mejorar y perfeccionar al Estado, o para “acercar” la revolución. El tiempo lo dirá.

PELIGROS Y ESPERANZAS

Es fundamental que la FJI siga siendo asamblearia, transparente, masiva y de masas…Que los cuadros que se están formando crezcan en prácticas antagónicas, inconscientemente revolucionarias, aunque éstas se terminen diluyendo inevitablemente en la poderosa ideología actual.

Es necesario seguir luchando en cuestiones concretas, cotidianas, para conseguir que siga aumentando el número de becarios que participan.

Sería muy interesante que con las victorias parciales conseguidas en los últimos meses y el reconocimiento laboral que se está alcanzando, las asociaciones locales se acercaran a posturas sindicales, siempre manteniendo la estructura organizativa intacta. Pero como toda organización no está aislada, también reproduce prácticas muy nocivas, que muy probablemente la terminarán matando.

Estas son el legalismo, que no se mantiene en los términos de la legalidad para sobrevivir, sino que defiende la legalidad, la afianza, la hace más “natural”. Esto se traduce en un institucionalismo exagerado.

La integración total en el Estado. Esto es lo más peligroso, la FJI ejerce en muchas ocasiones como aparato burocrático. Escribe leyes, elabora enmiendas, asesora a la administración, orienta a aparatos de Estado como los sindicatos o las universidades. Rellena los huecos del Estado en materia de I+D+I.


RETOS:

Ya se han ido insinuando en el texto.

1º: A nivel organizativo. No es sólo un reto de la FJI, sino de todas las organizaciones de masas. ¿Cómo conseguir compaginar, sintetizar las utilidades de las dos formas de asamblearismo? ¿es posible el consenso dialéctico «virtual» sin que el debate se haga interminable?

Hay que conseguir que la web participativa (tiki-wiki) sea a la vez útil, el hecho de que cualquier pueda modificar la página, añadir información,

2º. «políticos».

 

CONCLUSIONES:

A riesgo de caer en una retórica roja, vacía de contenido práctico, tan común en los últimos decenios, hay que decir que sin un (o unos) Partido revolucionario con un programa claro y sobre todo, sin una táctica en las organizaciones de masas, ya que el Partido surge de estas, toda dinámica “interesante” será absorbida por la maquinaria del Estado y servirá por tanto para mejorar la explotación. Hasta las organizaciones más izquierdistas terminan en el revisionismo o en el estalinismo cuando pretenden “concienciar” a las masas o cuando creen que las mejoras (las reformas) acercan a la clase obrera al socialismo, cuando en realidad lo que hacen (en la mayoría de los casos) es alejarlo.

No es casual que en España surja un movimiento como la FJI, que nace de las entrañas del Sistema, de uno de sus pilares básicos, el desarrollo tecnológico (de las fuerzas productivas). La división internacional del trabajo es también (sobre todo) división en el desarrollo de las fuerzas productivas. Como se decía más arriba, la burguesía española no necesita desarrollar las fuerzas productivas, pero sí la burguesía europea, que presiona a España para que forme a más y más investigadores que forman una masa de precarios con un altísimo grado de cualificación, con bastante capacidad de lucha, pero que en circunstancias de reacción ideológica como la actual, sólo pueden tirar para un lado, para el Estado.

 

Web de la organización: http://www.precarios.org

La FJI en más de una ocasión ha orientado a alguna consejería sobre si tal tipo de contrato era o no legal, o ha elaborado estudios a propuesta de alguna administración.

Véase “Lo que no puede durar en el PCF” de Althusser.

Aunque también regional, sólo hay que observar la diferencia en inversión en I+D+I per cápita de Cataluña y de Extremadura.

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