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El blog de Moncadista

Nací un 26 de julio…

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imperialismo

Vómitos fetichistas

Viendo el telediario del NODO, me surgen esas ganas de gritar por escrito, uno de esos escritos nada originales que me surgen de las entrañas de los que luego me suelo arrepentir.

La indigestión es diaria, pero los vómitos hoy los provoca el nauseabundo guión de los periodistas sionistas de TVE. El guión es el mismo, con diálogos más mezquinos si cabe. 3 asesinatos de muchachos israelíes, le meten fuego vivo a un adolescente palestino y retransmiten la brutal paliza de la policía israelí a un niño palestino estadounidense. Obama llama a la calma. TVE, y esa periodista infame, ante los niños palestinos asesinados por el ejército sionista, habla de respuesta israelí a los cohetes de Hamas. “Lo de siempre.”

Buena parte de mi (nuestra) militancia durante estas dos décadas de sequía política ha sido la solidaridad internacional. No por nada durante las Marchas de la dignidad del 22M uno de los comentarios era: “no se ha visto algo así desde las manifestaciones contra la guerra de Irak en el 2003”. Cierto, esas movilizaciones fueron mi escuela. En la actualidad, todo nuestro potencial militante, que ha aumentado considerablemente en los últimos años, se dedica, se enfoca, con toda la lógica en nuestro pueblo, que como territorio periférico sufre duramente el imperialismo económico.

Veo la solidaridad con el Sáhara o con Palestina muy disminuida. Mientras, la ofensiva sionista, con toda la propaganda internacional, se recrudece. Me duele mucho ver la falta de reacción ante los bombardeos sionistas, y ese intento de “solución final,” para terminar de darle la estocada a Gaza. ¿No os da la sensación de que la izquierda política, más numerosa y organizada de nuestra historia reciente, le está dando la espalda a nuestros pueblos hermanos? Más por incapacidad que por otra cosa, seguro. Pero la historia no tan reciente nos enseña que no hay revolución sin internacionalismo. ¿O nos vamos a olvidar ahora de las Brigadas internacionales?

La principal razón de mi vuelta a España, después de los 3 años de 15M, era la de vivir, oler, saborear y sobre todo ¡tocar! esa transformación de este país que estuvo somnoliento por tanto tiempo. Cuando bajo al sur, especialmente cuando visito Córdoba, y sus “Barrios Despiertos”, esas gentes sufridas y luchadoras, “miro la tierra que me ha tocao de andar,” pero después subo al norte y en mi cotidianidad me adapto esquizofrénicamente a esa “casta” (sic) fetichista de la tecno-ciencia, que o bien se lamentan de su precariedad o bien se vanaglorian (en secreto) de ser salvadores de la humanidad. Reniegan en general de la política, demasiado importante su trabajo, demasiado exigente. La actitud de indiferencia no me afecta especialmente, estoy acostumbrado y no es única ni muchísimo menos de este sector. Lo que me hace perder la paciencia es esa actitud victimista en un país donde “el 27% de los hogares no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días, según el INE” y siendo el 2º país de Europa con más desnutrición infantil.

Por supuesto que la precariedad existe en nuestra profesión. Por supuesto que hay motivos para quejarse. En mi centro los casos de flexibilidad, acoso laboral, explotación, jornadas laborales de 50 horas a la semana, problemas de conciliación de la vida familiar, que afecta especialmente a las mujeres, etc, etc, son cotidianos. Pero la selección artificial que sufre el científico medio durante su carrera lo hace increíblemente sumiso al poder (en sentido abstracto,) a las reglas, la normatividad… Toda esa inteligencia, esas mentes realmente brillantes (no hay sarcasmo aquí), después son incapaces de reflejar la más mínima rebeldía ante la compañera acosada, escudándose en legalismos. Una cobardía que es más indignante cuando conozco las luchas de trabajadores humildes que terminan en la calle cuando no en la cárcel por defender los derechos de otros.

¿Y qué tiene que ver todo esto con el genocidio palestino? Pues porque ¿cómo puede ser que esta élite intelectual, satisfecha y orgullosa de trabajar más horas que hace 100 años porque va a salvar a la humanidad del cáncer, no sólo no haga nada, no reaccione, sino ni siquiera converse sobre temáticas que afectan al futuro de la humanidad misma? ¿qué mecanismo ideológico hace que personas tan sensibles al sufrimiento individual de un paciente de cáncer permanezcan prácticamente inertes al sufrimiento colectivo?

No tengo una respuesta a esto, pero estoy convencido de que el fetichismo, no el de la mercancía, sino el de la tecno-ciencia es fundamental para explicar esto.

Pero a lo mejor soy yo el fetichista, que espero del intelectual, del científico, a unos Einsteins que escriban por qué Socialismo. Cuando en realidad somos meros trabajadores más o menos artesanos, más o menos explotados, al servicio de un entramado de poderes, en el capitalismo del siglo XXI…

El Catatumbo me duele. #CatatumboResiste

Vuelvo por aquí después de unos cuantos meses de sequía para escribir algo rápido y desordenado, desde mis entrañas. Tengo que escribir sobre la matanza que se está dando en el Catatumbo colombiano.100_4780

El Catatumbo es una región del noroeste colombiano muy rica en recursos e historia de luchas populares. Tuve la suerte de recorrer la región como pocos colombianos han podido hacer. Cúcuta, Ocaña, Convención, Aserrío, Tibú, etc. se convirtieron en nombres muy familiares. Lo hice junto con IAP, con la que hice acompañamiento internacional, algo de lo que he escrito bastante. Y acompañábamos a ASCAMCAT, La Asociación de campesinos del Catatumbo. El acompañamiento les ofrecía algo más de garantías a los líderes campesinos en su labor organizativa y formativa.

Estos son algunos de los jóvenes líderes que tanto me enseñaron, a los que tanto les debo:

Esa labor ardua y paciente, también con movilizaciones más esporádicas (aunque con represión), ha desembocado en una gran movilización territorial. Entre otras muchas cosas, una de las principales reivindicaciones de la organización es la de que se les permita la creación de una Zona de Reserva campesina (ZRC). Las ZRC son territorios en los que el campesinado posee tierra aunque no la puede acumular, y que de manera colectiva gestiona la producción y distribución de los productos. Estas ZRC, reconocidas por la ley colombiana, y de las que ya hay unas cuantas funcionando, daría al campesinado alternativas dignas a los cultivos de uso ilícito.

El gobierno oligarca tiene otra visión. Su plan es erradicar el cultivo de coca por la fuerza, para empobrecer y desplazar al campesinado, que se convierte en refugiado en las ciudades, o en mano de obra barata para la industria multinacional agraria del aceite de palma. Sin embargo, Santos que es muy inteligente, sabe que el desarrollo de una industria agraria extensiva necesita de cierta estabilidad, de una paz… pero necesariamente sin justicia social. Por eso los diálogos.

Puente necesario para sacar la palma derruido por las FARC.
Puente necesario para sacar la palma derruido por las FARC.

Por tanto, los campesinos están en contra de la erradicación forzosa de la coca porque les deja sin su único sustento y los hace vulnerables. Lo que quieren es su sustitución. No pueden competir con los productos importados (con el Tratado de libre comercio), y menos en las condiciones en las que están las vías y carreteras. Los campesinos no son narcos y si no pueden alimentar a sus hijos se convertirán en esclavos de los biocombustibles.

La represión de la «democracia ejemplar de Latinoamérica» siempre ha sido brutal. 5 millones de desplazados internos, cientos de miles de desaparecidos, motosierras e incluso hornos crematorios son el legado del paramilitarismo, y el terrorismo de Estado. Sin embargo, ni el criminal Uribe se atrevió a masacrar civiles a «plena luz del día» por militares sobre manifestaciones claramente pacíficas, con prensa internacional presente. (Que alguien me corrija aquí). Ya van 4 asesinados.

Así han matado a dos. Fuente El Turbión

Ahora explicaré por qué es tan importante lo que está pasando, respondiendo a distintos tipos de personas.

El apolítico.

El otro día una colombiana me decía que era apolítica, que creía que paramilitares y guerrillas eran lo mismo. Mientras, su gobierno asesina a campesinos que piden carreteras para exportar sus productos, centros de salud, escuelas. Sólo piden ayuda para no depender del cultivo de la hoja de coca.

En este caso ser apolítico es mirar para otro lado, e ignorarlo es ser cómplice.

Otra estrategia, más vieja que el mear, es acusar a los que se manifiestan de estar infiltrados por la guerrilla. Está tan normalizado que coroneles del ejército se atrevían a decirnos, delante de una delegación española, que el 90% de un pueblo apoyaba a la guerrilla. Cometiendo un claro delito contra el DIH al señalar a población civil como combatiente.

Otro colombiano recientemente me decía que Marcha Patriótica estaba «claramente» financiada y organizada por las FARC. El insensato no entiende que al cantar la canción oficial está justificando las masacres como la que está ocurriendo en el Catatumbo.

Los politizados ocupados.

Mucha gente pensará, no sin razón, que esta masacre es otra más de las muchas que suceden en el mundo. Pienso que no es así.

Colombia juega un papel fundamental en el mundo. Desde un punto geoestratégico, por sus recursos, por su apoyo del y al imperialismo. Colombia es el principal desestabilizador de Venezuela. Desde el Catatumbo entran los paramilitares a Venezuela. La resistencia del campesinado catatumbero es la de latinoamérica. La resistencia de latinoamérica es la de los pueblos del mundo.

Sin Colombia, el imperialismo se quedaría sin su principal sustento energético, económico, militar y también político. No olvidemos que el sistema financiero se sustenta sobre el tráfico de armas (Colombia es el segundo receptor de ayuda militar estadounidense) y del lavado del dinero del narcotráfico (no hacen falta más comentarios).

Muchos jóvenes me contaban que se unían a las organizaciones campesinas porque querían paz y dignidad. Porque su futuro parecía predestinado a la emigración o a echarse al monte. Porque la lucha noviolenta les daba la esperanza de un futuro sin guerra. Sin embargo, también me decían que si el Estado volvía a arremeter contra ellos, si volvían las matanzas, se echarían al monte. No se dejarían matar. Esto lo sabe el gobierno guerrerista.

La solidaridad con el Catatumbo y el pueblo colombiano es más necesaria que nunca. No sólo porque la solidaridad es la ternura de los pueblos, sino por mero «egoísmo»: la burguesía española no tendría donde invertir lo que roba en nuestro país si Colombia fuera soberana.

Para solidarizarte, hazte una foto en un sitio emblemático, con un mensaje de apoyo al Catatumbo y manda un tweet con el hashtag  #CatatumboResiste.

Fotos como estas:

DC #CatatumboResistecatatumbo-Egipto

Desde Guantánamo, Shaker Aamer cuenta a su abogado hechos inquietantes sobre la huelga de hambre.

Por Andy Worthington. 2 de Abril de 2013

Traducido del inglés por
El Mundo No Puede Esperar
17 de abril de 2013

…los guardas se precipitan en las celdas y asaltan a la gente sin las cámaras normales que usan los equipos FCE (los que, en teoría al menos, graban lo que se le hace al detenido)

Como parte de mi cobertura a la enorme huelga de hambre que se está dando en Guantánamo, estoy encantado de hacer público el texto completo de una declaración (de hecho es un una declaración jurada) hecha por Clive Staffor Smith, el director de Reprieve, organización benéfica de asesoría legal ubicada en Londres, basada en una conversación telefónica que Clive tuvo el 29 de marzo con Shaker Aamer, el último residente británico en Guantánamo, cuya historia ha sido un foco de mi trabajo durante muchos años.

Aquí, aquí y aquí podrán encontrar informes que me entregó Shaker el año pasado, y aquí pueden ver una petición electrónica al gobierno británico pidiendo nuevas acciones para asegurar la liberación de Shaker, y aquí pueden encontrar una petición internacional.

Tal como he informado durante muchas semanas (pueden verlo aquí, aquí, aquí, aquí y aquí, la huelga de hambre empezó hace dos meses, en respuesta al nuevo tratamiento médico a los prisioneros y su desesperación por ser alguna vez liberados, después de que el presidente Obama prometiera cerrar la prisión, algo que después no hizo, incluso aunque 86 de los 166 prisioneros restantes (incluyendo Shaker) fueran liberados de sus cargos hace por lo menos 3 años y listos para ser liberados por un equipo especial entre agencias que el presidente creó poco después de acceder al cargo en el 2009.

El testimonio de Shaker, via Clive (y disponible aquí via Reprieve), añade información importante e inquietante sobre la huelga de hambre, y el comportamiento de las autoridades, así como aportando números: Shaker le dijo a Clive que hay “130 prisioneros en total en huelga de hambre en toda la prisión,” y que, “De los 66 prisioneros en el Campo V, se reconoce que 45 están en huelga, aunque en realidad son más los que la siguen.”

La declaración de Clive Stafford Smith sobre su conversación telefónica con Shaker Aamer, 29 de marzo de 2013:

Soy un abogado licenciado para ejercer derecho en el Estado de Luisiana, así como en la Corte Suprema de los Estados Unidos y otras Cortes inferiores de los EEUU. He tenido licencia para ejercer derecho desde 1984.

En la actualidad soy el director de la organización benéfica de asuntos jurídicos Reprieve. Tengo doble nacionalidad estadounidense y británica. He representado a los prisioneros en la Bahía de Guantánamo desde 2002, cuando trabajaba en Luisiana. Sigo representando a unos cuantos prisioneros allí.

El viernes 29 de marzo de 2013, a las 11 de la mañana aproximadamente, tuve una conversación telefónica sin clasificar de noventa minutos con mi cliente Shaker Aamer, cuyo Numero de Serie de interno es el 239. Pasamos buena parte de la llamada hablando del asunto de la huelga de hambre.

Shaker me dio una cronología detallada de lo que está pasando. Expongo mis notas de la conversación sobre este asunto a continuación. Cuando utilizo citas, son la mejor reconstrucción de lo que Shaker informó de lo que se había dicho, pero claramente no es textual. Me arrepiento de que debido a la falta de tiempo, no he podido comprobar con mi cliente mis notas y mis recuerdos, pero estoy seguro de que mis notas son tan precisas como pude razonablemente conseguir.

Tengo que apuntar que me centré en temas que tuvieron lugar después de mi última llamada con Shaker, que tuvo lugar el 1 de marzo de 2013.

6 de febrero: El incidente con los Coranes empezó el problema actual en la prisión

7 de febrero: Empieza la huelga de hambre.

15 de febrero: Vinieron al bloque de Shaker en el Campo V. (Anotar que en general no se me permite identificar la localización de las celdas en llamadas como esta.) Utilizaron la “Extracción forzada de la celda” (NT: de aquí en adelante FCE por sus siglas en inglés), que es el eufemismo que se utiliza ahora para enviar a la celda lo que antes se llamaba “Fuerza de reacción de Emergencia”). Sacaron a la fuerza a otros dos. A los tres los sacaron durante la hora del rezo. Los tres fueron heridos durante el asalto. Uno de ellos quedó inconsciente y se le llevó al hospital, donde Shaker cree que permaneció inconsciente durante 4 días. Todavía está en el hospital.

12 de marzo: Vinieron otra vez a por Shaker y lo sacaron a la fuerza de la celda durante la hora del rezo.

15 de marzo: Empezó la privación de sueño. Los del turno de guardia nocturno empezaron una acción conjunta para hacer difícil el dormir.

18 de marzo: La privación de sueño empeoró mucho. A Shaker lo movieron a otro bloque, con otra persona que se ha puesto en huelga durante muchos años. A Shaker lo meten en la primera celda del bloque que está diseñada para prisioneros con minusvalías, y que no se ha usado en muchos años. Está a unos pocos metros de donde los guardas usan el baño, la ducha, comen, etc.

La psicóloga que se hace llamar “Helena” vino a ver a Shaker. Se le acababa de mover a la celda ruidosa, le preguntó que si estaba planeando “hacerse daño.” Él no habla con los psicólogos que toman parte en el abuso, por lo que en principio no le respondió. Sin embargo, ella le dijo que los guardas le habían dicho que quería hacerse daño. Entonces Shaker le contestó, ya que no quería esto como excusa en el informe que llevara a más abusos en el futuro. “Tengo esposa e hijos y espero que se me libere en algún momento pronto ya que se me quitaron todos los cargos hace más de 5 años. No soy yo el que quiere hacerse daño, sino la Administración es la que me está dañando.”

Shaker le reclamó sobre la nueva celda, que está diseñada para una persona minusválida, (“todavía no soy un minusválido”), y es demasiado ruidosa para dormir. Señaló que si los guardas estuvieran tan preocupados de que se hiciera daño, hay una celda de observación a mitad del bloque con una puerta de plexiglás donde podían vigilarle durante 24 horas al día, y donde podría dormir algo.

“Helena” le dijo a Shaker que ese “no es mi asunto.” Shaker le contestó que claramente lo era ya que estaba sufriendo abuso y negación de sueño. Ella no ha vuelto desde entonces.

19 de marzo: Adel Hakeem y (Interno número 168) de Túnez, también un cliente de Reprieve, intentó suicidarse. Se le mantenía donde Shaker “solía estar” (Entiendo que en el Campo V Echo, que es el más abusivo de todos los bloques del campo. Shaker me ha detallado en conversaciones anteriores el maltrato único en este bloque). A Hakeemy lo llevaron al hospital y no volvió hasta el 28. Se le ha llevado al Campo V de nuevo, que obviamente es lo peor que le podían hacer a un detenido que se ha intentado suicidar. Shaker pidió que se hiciera algo sobre esto lo más pronto posible.

Shaker presentó una queja oficial al oficial en cargo sobre la privación de sueño. Señaló que sufre de zumbido en los oídos y que saben desde hace años que tiene un sueño muy ligero y problemas para dormir. Hay 12 celdas vacías en el bloque, por lo que se le podía mover a cualquiera de ellas y al menos se reducirían los problemas de ruido. Sin embargo, a 29 de marzo, no ha habido una respuesta a la queja.

Shaker informa de que se está utilizando un nuevo “Código Matrix” (por ejemplo, Código amarillo significa que alguien ha colapsado por la huelga de hambre, Código bola de nieve que alguien se está autolesionando, Código naranja es cuando hay alguna puerta abierta sin una razón autorizada, y Código Matrix aparentemente es cuando quieren evitar las cámaras y los equipos FCE). El impacto malvado de estos códigos es que los guardas se precipitan en las celdas y asaltan a la gente sin las cámaras normales que usan los equipos FCE (los que, en teoría al menos, graban lo que se le hace al detenido.

A un prisionero se le sometió a un nuevo Código Matrix por estar “en posesión de una botella de agua” y fue golpeado sin cámaras.

Hay una nueva práctica que se ha señalado que utiliza una correa de perro sobre los detenidos. Normalmente tienen las manos y las piernas con grilletes (que todavía se usan) y las manos las sujeta un guarda desde atrás mientras andan (o más comúnmente empujan) con el detenido. Pero ahora están atando una correa de perro de tela a la cadena de la cintura, enganchándolo como lo harían con un animal. Un sargento intentó hoy que Shaker fuera una víctima de un Código Matrix al negarse a llevar una correa de perro y ser tratado como un animal. Sin embargo, al final cambiaron de opinión y fueron a por un equipo FCE.

Las autoridades han empezado una campaña conjunta para sacar a la fuerza a los prisioneros de una manera más abusiva. Shaker había estado llevando a cabo una protesta no-violenta durante muchos meses (sentándose en el patio y pidiendo ahí durante una semana como protesta contra el hecho y las condiciones de su confinamiento; ese día, Shaker añadió la demanda de que se le debería mover de la celda ruidosa también). Esta protesta no-violenta se ha convertido básicamente en la única forma de protesta que Shaker puede utilizar. Durante los últimos meses, la salida forzosa de la celda se ha hecho de manera regular, pero ahora han empezado un nuevo método, que se aplica a todos los prisioneros excepto a aquellos que son llevados al hospital.

El nuevo método para sacar a la fuerza de la celda es así: ya no utilizan la tabla, sino que seis personas enormes entran al sitio donde está el detenido y encadenan sus pies y manos detrás de su espalda. Después lo levantan “como un saco de patatas” y simplemente lo llevan donde sea (en el caso de Shaker, a través de 6 ó 7 puertas, a unos 150 metros de su celda). Esto es terriblemente doloroso, especialmente porque Shaker tiene lesiones en la espalda desde hace tiempo (que se originaron por el maltrato que sufrió en la Base Aérea de Bagram por parte de los EEUU).

Dos generales vinieron a visitar el Campo V. (Shaker cree, aunque no está seguro, que uno de ellos era el General John F. Kelly, en la actualidad al mando del Comando Sur.) Un cortejo los acompañaba. Justo antes de que llegaran, una ambulancia se detuvo fuera del campo, con doctores, enfermeros y una camilla. Iban de civil. Iban bien equipados, incluida una bombona de oxígeno.

Subieron a la camilla a un hombre con poca barba que no era un detenido. No iba esposado, pero estaba atado a la camilla para que no se cayera. Lo llevaron a la ambulancia en presencia de los generales y lo condujeron hacia el hospital. Todo esto fue un acto para intentar impresionar a los generales con lo bien que iba todo. (Shaker cree que, si se les pregunta, las autoridades declararían que esto fue una cosa normal, tal vez una operación de entrenamiento.)

Shaker informa de que vienen visitantes al campo cada dos o tres días, como si hubiera un esfuerzo coordinado para convencer a la gente de que el tratamiento es bueno. En realidad, durante el día es mucho más tranquilo, es durante la noche cuando suceden los peores abusos.

“El turno de noche vuelve a “La hora de Miller” (a lo que shaker llama el comportamiento y las estrategias del General Geoffrey D. Miller, del 2002-03). Bajan y suben ruidosamente la grada, hablando, cantando (en especial una mujer), sacando la basura, dando 20 ó 30 portazos por noche, que son hidráulicas y hacen un ruido muy fuerte, arrastrando sillas, agitando el hielo en la cubitera. Han traído un ventilador muy grande para hacer ruido.”

Para Shaker está claro que hay órdenes particulares para que los turnos de noche hagan todo esto. Por ejemplo, sólo los turnos de noche no usan la tabla; mientras que el turno de día todavía lo hace. Shaker reclamó por qué no estaban usando la tabla para llevarle después de lo que habían dicho los doctores sobre su espalda. Le dijeron que no había ninguna regla que los hicieran usar la tabla.

Shaker se lleva bien con alguno de los guardas, un suboficial le había dicho que no querían, pero que tenían que hacerlo.

“…El Coronel dijo: “Llevaré este campamento a como estaba en los viejos tiempos. Tengo hijos en casa y sé cómo lidiar con chicos.” A Shaker le preocupan los hijos del coronel, ya que pueden necesitar que los servicios sociales controlen cómo los tratan.”

A Shaker también le preocupa que están haciendo todo lo que pueden para ocultar quién está cometiendo los peores abusos. El sistema numérico que fue implementado hace siete años o así para permitir a los prisioneros informar de soldados que abusen. Aunque consiguió el número de una persona (el hombre de 150 kilos), en general no puede conseguir los números de los equipos de intervención ya que visten monos blancos que tapan sus números. Los guardias también cambian sus números y reutilizan números viejos.

Shaker informa de un rumor (Se lo dijo un coronel a uno de los prisioneros, que no quiere que se diga su nombre por temor a represalias) de que el Coronel dijo: “…El Coronel dijo: “Llevaré este campamento a como estaba en los viejos tiempos. Tengo hijos en casa y sé cómo lidiar con chicos.” A Shaker le preocupan los hijos del coronel, ya que pueden necesitar que los servicios sociales controlen cómo los tratan.” (El Coronel es, presuntamente, el Coronel del ejército John Bogdan, que tomó el mando como comandante de la Fuerza de trabajo conjunto del Grupo de detención de Guantánamo en junio de 2012, al que se le culpa de los registros agresivos en las celdas que provocaron la huelga de hambre).

Durante las visitas por gente de fuera, incluso durante el día, hay varias estrategias para esconder lo que está pasando. Normalmente, dice Shaker, la comida que no se usa se deja fuera. Ahora, se pone en contenedores herméticos en el bloque, para esconder el hecho de que los detenidos están rechazando comer. Cree que esto puede que se haga para hacer que el olor de comida tiente a más prisioneros a volver a comer. Después toda la comida que no se ha utilizado se tira a la basura, de manera que los civiles vean que los contenedores están vacíos, y de nuevo no puedan informar de cuánto no se ha comido.

El coronel ha ordenado otras tácticas abusivas. Shaker entiende (y los detenidos creen) que el coronel sirvió en Irak o Afganistán antes de venir a la Bahía de Guantánamo, por lo que está tomando una actitud dura, porque es lo que al parecer hicieron allí. Sólo está distribuyendo colchonetas medianas (1 metro de longitud en vez de dos) y así.

20 de marzo: Shaker se queja al médico del ejército sobre su abuso el 19 de marzo, y hoy se le transportó en una tabla, ya que los oficiales médicos dijeron que el nuevo método para sacarlo de la celda no se podía utilizar en Shaker debido a la lesión en su espalda.

21 de marzo:Hoy, y todas las veces desde entonces, han vuelto al nuevo método, y han rechazado usar la tabla. Además, hoy encima introdujeron un nuevo abuso. Cuando el equipo FCE entró para sacarlo, un soldado bastante grande, que pesaba como 150kg, se le arrodilló en la espalda y lo echó al suelo con todo su peso encima. Esto causó moratones en su espalda y manos. Shaker se los enseñó al médico, que dijo que lo anotaría y le haría un seguimiento. Sin embargo, nadie vino a verle sus nuevas heridas y no se ha hecho nada.

22 de marzo: La extracción de celda abusiva se repitió con el soldado de 150 kg. De nuevo, le dejó moratones, y anotó el número del soldado. En esta ocasión, sujetaron sus manos y piernas, ambas cruzadas, y el hombre apretó hasta que Shaker oyó un crujido en su espalda.

A Shaker no se le permitió darme el número del soldado en una llamada desclasificada.

Cuando Shaker pidió tratamiento médico para su lesión, le dieron Tylenol. “Esta no es una respuesta razonable para una lesión de ese tipo,” me dijo.

23 de marzo: Shaker empezó a rechazar salir de la celda, ya que está muy preocupado de quedar paralítico igual que el egipcio y el sirio (de identidad desconocida), que quedaron paralíticos por los golpes que recibieron en la Bahía de Guantánamo. (Nota: El egipcio fue Sami al-Laithi, interno número 287, representado por Reprieve, que quedó paralítico de una paliza en el hospital.)

25 de Marzo: A las 14:05 a Shaker lo visitó “Dra. Cordelia” que es una de las amables del personal médico. Le dijo que ahora se le reconoce como un huelguista, aunque hubieran rechazado aceptarlo antes. Le contó el impacto de una huelga de hambre, leyéndole un trozo de papel sobre cómo podrían fallar sus riñones, quedar ciego, causar daño cerebral permanente, y así. Le dijo que necesitaba Tiamina, un medicamento para los espasmos musculares, y nutrientes como miel y complementos vitamínicos.

Desde el 25 de marzo, le han visitado un doctor o un enfermero cada día. Aunque no hacen nada. Les ha sermoneado sobre cómo están violando su médica ética al tomar parte en el maltrato innecesario a los prisioneros, pero le han dicho que reciben “órdenes de arriba.”

29 de marzo: A las 4 de la madrugada hicieron un “Código Matrix” a uno de los huelguistas de hambre más delgado (ahora pesa 50kg) que tenía una fiambrera consigo. Tenía té en el recipiente y le hicieron un Código Matrix. Al final, para que no le dieran una paliza se lo entregó.

09:15 Con su llamada de teléfono, no le dijeron la noche anterior como requieren las reglas. Se lo dijeron a las 9:15 de la mañana que vendrían inmediatamente a por él. Por ello no tuvo tiempo de preparar lo que contarle a su abogado sobre los detalles de lo que estaba ocurriendo. Sin embargo, hubo una “demora operativa” en la llamada (que Shaker informó ser una rueda pinchada en la furgoneta) lo que le dio algún tiempo para tomar algunas notas y prepararse para hablar con el abogado.

“Anoche fue una de las peores,” informa Shaker. Una chica hispana estuvo cantando casi toda la noche. El ruido de la puerta de al lado del lavabo era constante y alto. Shaker casi no puedo dormir.

Shaker ha perdido 15kg hasta hoy. Esto por fuerza es una estimación ya que no lo pesan con precisión, pero se considera que puede calcular con precisión su peso después de todas las huelgas de hambre que ha hecho. Su mano tiembla constantemente debido a la huelga de hambre.

Shaker ha sido castigado fuertemente por unirse a la huelga. Se le han denegado varias cosas que se habían pedido por razones médicas incluyendo su segunda colchoneta (por su espalda), su manta (para la artritis), su rodillera, su faja (para sus problemas de espalda), y las medias de presión que sirven para ayudar con el edema en sus pies. Incluso no le permitieron durante 10 días cepillarse los dientes.

Se le ha denegado también una segunda botella de agua que fue recomendada por el médico. En Campo V (en comparación con Campo VI, donde aparentemente las botellas de agua han sido retiradas del todo) hay una nueva regla por la que sólo se permite una botella de agua al mismo tiempo, independientemente que se use para café, para lavarse al rezar, o beber.

Todas las especias que Shaker había juntado se las tiraron; aparentemente hay una política de tirar todas las especies que los detenidos consiguen a través de la Cruz Roja.

Hay una política en la actualidad por la que nadie con autoridad puede hablar con los prisioneros sobre sus quejas. Shaker ha pedido hablar con el Oficial al cargo, con el asistente del oficial al cargo, y así, pero ninguno vendrá, ya que como les informa el Suboficial, no es su responsabilidad.

A 29 de marzo, Shaker informa que hay en total 130 prisioneros en huelga de hambre en toda la prisión. De los 66 prisioneros en el Campo V, 45 se les reconoce en huelga, aunque en realidad más la están haciendo (Shaker ha sido sólo recientemente reconocido como tal). Shaker informa de que 15 de ellos tienen niveles de azúcar en sangre por debajo de 40mg/dl. Hay un prisionero con niveles de azúcar en sangre de 17 mg/dl. 7 detenidos están en el hospital.

Las autoridades están jugando con los pesos de los prisioneros. Usan una báscula más grande, y los pesan con grilletes, y a menudo justo después de haber bebido un montón de agua. Esconden el peso de la vista de los prisioneros, y no dicen lo que se anota, aunque a veces sí lo dicen. Shaker informa de varios “milagros”: Con un prisionero, que pesaba 57kg la semana pasada y no ha comido en ese tiempo, dijeron que pesaba 70kg.

Shaker cree que a uno de los detenidos se le dijo que pesaba 38kg, otro 48, y un tercero 53.

Shaker estima que pesa 71kg, por debajo de los alrededor de 86 que pesaba cuando empezó. “Puedes ver los huesos en mi pecho. Mi cuerpo ha sufrido un gran shock.” Toma dos o tres cucharadas de miel al día para intentar aliviar el peor impacto de la huelga, ya que su cuerpo ha sufrido un gran daño durante estos once años.

Entre seis y diez detenidos “se caen” cada día. Les han dicho que esto es porque sus niveles de azúcar están entre 20 y 40 (mg/dl). Si esto pasa, se les ata a la tabla, y se les dice que tienen que tomar una mezcla de miel y agua. Pueden dejarlos en la tabla durante horas hasta que aceptan tomar el agua con miel. Usan este método en vez del tubo y la silla.

Los prisioneros están siendo maltratados de manera innecesaria, además del maltrato a Hakeemy (Interno 168). Por ejemplo, al sirio paralítico se le ha denegado una silla de ruedas por 6 semanas. Está aislado en Campo V Echo y está allí sin silla de ruedas.

A pesar de esto, Shaker informa de que los detenidos están más unidos que nunca antes, ya que están determinados a luchar contra el abuso que están sufriendo a través de una huelga de hambre no-violenta.

Aunque preferiría obviamente que Shaker Aamer se le permitiera testificar los hechos que me contó él mismo, lo que precede es un relato tan preciso como soy capaz de reproducir de mis notas de mi conversación con él sobre el actual estado de la huelga de hambre en la Bahía de Guantánamo, y la desafortunada respuesta de las autoridades.

Andy Worthington es el autor de Los archivos de Guantánamo: Las historias de los 774 detenidos en la Prisión Ilegal de América. Este artículo apareció originalmente en su página web el 2 de abril del 2013.

Las Injusticias de Estados Unidos: Los torturados, los rendidos*, los desaparecidos

Andy Worthington. 25 de febrero de 2013.

Traducido del inglés por
El Mundo No Puede Esperar
30 de marzo de 2013

Las injusticias no se vuelven menos injustas por más tiempo que se pase sin afrontarlas, y cuando se trata de la “guerra contra el terror” lanzada por el presidente Bush después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, esas injusticias siguen pudriendo y envenenando el alma de Estados Unidos.

Una de esas injusticias es Guantánamo, donde 166 hombres están todavía encarcelados, a pesar de que 86 de ellos fueron liberados de sus cargos, listos para ser liberados por una fuerza especial establecida por el presidente hace 4 años, y otra es Bagram en Afganistán (renombrada y renovada la instalación de detenciones de Parwan), donde George W. Bush hizo pedazos la Convención de Ginebra, y no ha sido reinstaurada, y donde prisioneros extranjeros capturados en cualquier otro sitio y entregados a la custodia de EEUU en Afganistán siguen encarcelados.

Algunos de estos hombres han sido mantenidos tanto tiempo como los de Guantánamo, pero sin que se les permitiera el derecho a ser visitados por abogados civiles, mientras que a los hombres en Cuba la Corte Suprema se lo ha garantizado dos veces (en 2004 y en 2008) incluso si esos derechos han sido ahora retirados por los jueces en la Corte de Apelaciones de Washington DC, demostrando una susceptibilidad a la histeria colectiva con respecto a la “guerra contra el terror,” más que a llevar justicia a los hombre en Guantánamo.

Otra profunda injusticia, en torno al secuestro de prisioneros en cualquier parte del mundo, y la rendición extraordinaria a “sitios negros” operados por la CIA, o las mazmorras de torturas en otros países, también sigue sin resolverse.

Algunos de los “Desaparecidos por América” finalmente aparecieron en Guantánamo, y aquellos prisioneros extranjeros mantenidos en Bagram también encajan en esa categoría. Lo que le pasó al resto, sin embargo, es tan desconocido ahora como lo era hace seis años, cuando seis ONGs (incluyendo Amnistía Internacional, Human Rights Watch y Reprieve) publicaron un informe, “Extraoficial: La responsabilidad estadounidense en las desapariciones forzosas de la “Guerra contra el terror,” identificando a 39 prisioneros cuyo paradero era desconocido (PDF).

En ese momento (junio de 2007) había algún interés en la historia, cuando George W. Bush había caído en un problema de credibilidad durante su segundo mandato, pero el interés había declinado para 2010, en el segundo año del presidente Obama como presidente, cuando un informe de seguimiento, el “Estudio conjunto sobre prácticas globales en relación a la detención secreta en el contexto del anti-terrorismo,” fue publicado por las Naciones Unidas (PDF).

Yo era el autor principal de las secciones que trataban las desapariciones llevadas a cabo por EEUU en la “guerra contra el terror,” el cual fue preparado por el Enviado Especial para la promoción y y protección de los derechos humanos y libertades fundamentales en su lucha contra el terrorismo, el Enviado Especial para la tortura y otras tratos o castigos degradantes, inhumanos o crueles, y los Grupos de Trabajo para la detención arbitraria, y desapariciones forzosas o involuntarias.

Me di cuenta de que en el informe decía: “Basándose en las figuras reveladas en una de las tristemente conocidas “circulares sobre la tortura” (PDF) de la Oficina de Asesoramiento Legal, escrita en mayo del 2005 por el Asistente del fiscal general Stephen Bradbury” y hecha pública por el presidente Obama como parte de un juicio en abril del 2009, “la CIA había, hasta mayo de 2005, tomado en custodia a 94 prisioneros y había utilizado “técnicas mejoradas” de grados variables en las interrogaciones a 28 de esos detenidos.”

Esos 94 hombres formaban parte del programa de “detenidos de alto valor”, y se mantuvieron en prisiones secretas llevadas por la CIA en Tailandia, Polonia, Lituania, Rumanía y Marruecos, aunque muchos de ellos también pasaron por la red de prisiones secretas en Afganistán durante el traslado.

Sin embargo, un número no especificado de otros prisioneros fueron también llevados ilegalmente a otros países para ser torturados, incluyendo Egipto, Jordania y Siria. Su número no se estimó hasta septiembre del 2007, cuando el entonces director de la CIA Michael Hayden dijo a Charlie Rose que el número era “intermedio, de dos dígitos, desde el 11 de septiembre de 2001,” sin dar más detalles. Tal como Rose declaró en respuesta, “Dos dígitos. O sea, 50, 60. Lo que sea. No importa. Han habido detenciones y entregas ilegales a algún sitio.”

Hace dos semanas, la última actualización de esta sórdida y desatendida historia llegó vía La Iniciativa de la Sociedad abierta por la Justicia, que publicó un nuevo informe, “Globalizando la tortura: La detención secreta y la rendición extraordinaria de la CIA.” Como explicaba el comunicado de prensa, el informe “identifica por primera vez los nombres de un total de 136 víctimas y describe la complicidad de 54 gobiernos extranjeros en esas operaciones.” Se ha revelado que los gobiernos, “que iban desde Islandia y Australia hasta Marruecos y Tailandia, han permitido de varias maneras las detenciones secretas y operaciones de entregas ilegales, incluyendo la acogida de prisiones de la CIA, asistiendo en la captura y transporte de detenidos, y permitiendo el uso de espacio aéreo doméstico para vuelos secretos.”

Como también indicaba el comunicado de prensa, “el informe subraya la incapacidad del gobierno de los EEUU para afrontar el legado de abusos cometidos en nombre del anti-terrorismo.” No se les escapó a los de la Iniciativa de la Sociedad abierta por la Justicia que el informe fue publicado mientras el Comité de Inteligencia del Senado presentaba un informe de 6000 páginas que llevó tres años terminar que da un análisis amplio del programa de torturas de la CIA bajo la administración Bush, mientras la película de Kathryn Bigelow, “La noche más oscura,” sigue divulgando el falso e irresponsable mensaje de que la tortura tuvo un papel clave en identificar la localización de Osama bin Laden, y en la víspera de la confirmación de John Brennan como el director de la CIA, a pesar de que bajo George W. Bush, había apoyado explícitamente la tortura y las rendiciones extraordinarias.

Amrit Singh, el autor del informe y un veterano representante legal de la Iniciativa de la Sociedad abierta por la Justicia, dijeron: “Ha llegado la hora de que EEUU y sus gobiernos aliados admitan la verdad y garanticen que se tomen responsabilidades por los abusos cometidos alrededor del mundo como parte de esos programas de la CIA. La mancha de la tortura y otros abusos asociados con estos programas continuará pegada a los EEUU y sus colaboradores todo el tiempo que se sigan escondiendo tras un velo de secretismo y rechacen hacer a sus funcionarios responsables.”

Por supuesto esto es verdad, pero todavía está por ver si algo puede despertar a los medios estadounidenses, o al público, con suficiente indignación para que se lleve a cabo alguna acción que haga a alguien responsable. Singh comenta que las mejores esperanzas para la responsabilidad todavía están en algún otro lugar, en Europa, donde, en diciembre de 2012, La Corte europea de Derechos Humanos mantuvo que el gobierno macedonio había violado los derechos de Khaled El-Masri, un ciudadano alemán, durante una operación de la CIA que llevó a que El-Masri, un caso de identidad incorrecta, fuera secuestrado y entregado ilegalmente a un “sitio negro” en Afganistán, donde su trato “equivalió a tortura.”

Además, en 2009, una corte italiana condenó en su ausencia a 23 estadounidenses (casi todos los oficiales y trabajadores de la CIA) por el descarado secuestro a plena luz del día en Milán, en febrero de 2003, de un clérigo, Abu Omar, que fue a continuación entregado ilegalmente para ser torturado a Egipto, y, tan sólo la semana pasada, una corte de apelaciones italiana sentenció al anterior jefe de inteligencia del país, Niccoló Pollari, a diez años de prisión “por complicidad” en ese secuestro.

Tal como la Iniciativa de la Sociedad abierta por la Justicia anota, “Otros desafíos legales a la detención secreta y a la rendición extraordinaria están pendiente ante la Corte europea de Derechos Humanos contra Polonia, Lituania, Rumanía, e Italia; contra Djibouti ante la Comisión Africana de los derechos de las personas y los pueblos; y contra autoridades locales o funcionarios en Egipto, Hong Kong, Italia, y el Reino Unido.”

Estas siguen siendo la mejor esperanza de que algún día alguien en las más altas esferas del gobierno de los EEUU será responsabilizado por sus crímenes. Mientras tanto, los anteriores funcionarios de Bush (incluyendo al propio ex-presidente) pasean libres, y el presidente Obama tiene su propia “lista de asesinatos” y programa de aviones no tripulados, que algún día será visto tan monstruoso e ilegal como el programa de rendición y tortura de Bush.

Además, como apunta La Iniciativa de la Sociedad abierta por la Justicia: “La administración Obama no ha repudiado definitivamente la rendición extraordinaria. En el 2009, el presidente Obama publicó una orden ejecutiva negando una responsabilidad sobre la tortura y cerrando los sitios de detención secretos de la CIA, pero la orden fue supuestamente elaborada para permitir detenciones transitorias de corta duración antes de llevar a los detenidos a otros países para ser interrogados o enjuiciados. Las políticas y prácticas actuales con respecto a la rendición extraordinaria permanecen secretas.”

Como tantas otras cosas en la “guerra contra el terror”, el secretismo no es nunca un buen signo. Sería demasiado esperar que el presidente Obama voluntariamente afrontará el legado de “los desaparecidos por América,” heredados de su predecesor, pero algún día alguien tiene que ser hecho responsable por este programa global de torturas.

Andy Worthington es el autor de Los archivos de Guantánamo: La historias de los 774 detenidos en la prisión ilegal de Estados Unidos. Este artículo apareció originalmente en su página web el 23 de febrero de 2013.

*Nota del traductor: La rendición extraordinaria es la práctica por la cual EEUU secuestra a una persona en cualquier parte del mundo y es enviada a un tercer país para ser interrogada y torturada bajo custodia estadounidense.

Tortura, tortura por todas partes

Andy Worthington
21 de diciembre de 2012

Traducido del inglés por
El Mundo No Puede Esperar
28 de enero de 2013

Para los que llevamos años discutiendo que los funcionarios retirados y los abogados de la administración Bush deben ser considerados responsables por el programa de torturas que introdujeron y usaron en su “guerra contra el terror,” la semana pasada fue de hecho una semana interesante, con los cambios que tuvieron lugar en Estrasburgo, en Londres y en Washington DC, que apuntaban todos hacia que fuera imposible que los torturadores puedan escapar sin rendir cuentas para siempre.

Esto puede ser hacerse ilusiones, dados los esfuerzos de los funcionarios de los EEUU y otros sitios para evitar responder por sus crímenes, y las maneras por las que, a través de argumentos legales y acuerdos en la trastienda, han suprimido todos los intentos para hacerlos responsables. Sin embargo, a pesar de esto, parece que mantener silencio absoluto es imposible, y la semana pasada se produjo un gran avance cuando, con unanimidad, un panel de 17 jueces de la Corte Europea de Derechos Humanos falló a favor de Khaled El-Masri, un alemán vendedor de coches de segunda mano de origen libanés, que es uno de los casos más famosos de error en la identificación de toda la “guerra contra el terror.” Ver un resumen aquí.

Describiendo el fallo, el Guardian explicó cómo la corte declaró que “los agentes de la CIA torturaron a un ciudadano alemán, sodomizado, encadenado y golpeado, mientras la policía estatal de Macedonia observaba,” y “también encontró a Macedonia culpable de torturarle, abusar y encarcelarle en secreto,” también anotando, “es la primera vez que la corte ha descrito el tratamiento impuesto a los sospechosos de terrorismo por la CIA como tortura.”

El-Masri tuvo la mala suerte de tener el mismo nombre de un hombre que al parecer ayudó a los secuestradores del 11 de septiembre, y cuando, después de una discusión con su esposa, llegó solo a Macedonia en la Nochevieja del 2003 para un corto descanso, fue, en cambio, agarrado y mantenido en una habitación de hotel durante 23 días por agentes macedonios, y después entregado a operativos de la CIA en el aeropuerto de Skopje.

Después “le pegaron numerosas veces por todas partes,” así lo describió la corte, añadiendo, “le arrancaron la ropa del cuerpo con tijeras y un cuchillo. Le quitaron la ropa interior a la fuerza. Le tiraron al suelo, con las manos en la espalda le pusieron una bota en la espalda. Después sintió cómo le introducían un objeto firme por el ano… en esa ocasión le administraron un supositorio a la fuerza.” Entonces le pusieron un pañal, encapuchado, lo encadenaron y montaron en un avión.

Terriblemente, la CIA llevó a El-Masri volando a “Salt Pit,” (Cantera de Sal en inglés), una prisión secreta de tortura en Afganistán, donde se le mantuvo durante cinco meses hasta que la CIA se dio cuenta de que era un caso de una identificación errónea, y se le llevó de vuelta a Europa. Soltado en la frontera con Albania, lo abandonaron y dejaron a que se les apañara solo de vuelta a casa, con su historia que suena increíble.

Desde entonces, a cada puerta que ha ido a pedir responsabilidades se la ha encontrado cerrada, y ha lidiado con problemas de salud mental como resultado de su dura experiencia. El veredicto de la Corte Europea de Derechos Humanos (ECHR por sus siglas en inglés) ayudará a vindicar a este pobre hombre, y los 60.000 Euros con los que la corte lo ha indemnizado serán probablemente de alguna utilidad también.

Su victoria no obligará a los EEUU a aceptar responsabilidad de ninguna clase, por supuesto, pero se une a la condena en Italia de 22 agentes de la CIA y un oficial militar de los EEUU retirado, por el secuestro y rendición extraordinaria con tortura en Egipto de un clérigo, Abu Omar, en febrero de 2003, y también da esperanzas a que otros casos ante el ECHR (contra Polonia, Rumanía y Lituania, por estar envueltos en el programa de torturas de la administración Bush) llevarán a victorias similares para aquellos envueltos, en este caso, los “detenidos de alto valor” Abu Zubaydah y Abd al-Rahim al-Nashiri, que están en la actualidad en Guantánamo.

Mientras Khaled El-Masri aseguraba su victoria en Estrasburgo, otra víctima de “rendición extraordinaria” y tortura, Sami al-Saadi, libio y antiguo opositor del ex-dictador Muammar Gaddafi, aseguraba una importante victoria en el Reino Unido, cuando el gobierno británico accedió a pagarle 2.23 millones de libras (3.5 millones de $) en un acuerdo sin juicio relacionado con el papel clave jugado por el Reino Unido, trabajando con los EEUUy Libia, en secuestrar al Sr. al-Saadi y a su familia y entregarlo al Coronel Gaddafi que lo encarcelaría y torturaría.

El rol británico en el secuestro y tortura de al-Saadi se confirmó en cartas encontradas en la oficina del jefe de inteligencia del Coronel Gaddafi Moussa Koussa en Trípoli, durante la caída de Gaddafi el año pasado, y da el papel a Inglaterra con una luz sombría, no sólo en relación a Sami al-Saadi, sino también en el caso de Abdel Hakim Belhaj, otro oponente por mucho tiempo de Gadafi, que también fue secuestrado (en Malasia) y torturado estando envueltos los británicos. Ambos secuestros tuvieron lugar en 2004, mientras Gadafi era llevado a juicio para que abandonara el terrorismo, y concediera a EEUU e Inglaterra acceso a sus campos petrolíferos. Belhaj todavía está llevando su reivindicaciones contra el gobierno británico a través de los tribunales, incluso si su amigo al-Saadi aceptó un acuerdo.

Al-Saadi explicó, “Mi familia sufrió bastante cuando fue secuestrada y llevada a la Libia de Gadafi. Ahora tendrán la oportunidad de completar su educación en la nueva y libre Libia. Ahora podré afrontar el tratamiento médico que necesito debido a las heridas que sufrí en prisión.”

Añadió, “Empecé este proceso creyendo que un tribunal británico llevaría la verdad a mi caso. Pero hoy, con el gobierno intentando presionar a través de tribunales secretos, siento que seguir adelante no es lo mejor para mi familia. Ya pasé por un juicio secreto antes, en la Libia de Gadafi. En muchos aspectos, fue tan malo como la tortura. No es una experiencia que tenga ganas de repetir. Incluso ahora, el gobierno británico no ha dado una respuesta clara a la pregunta: ¿estuvisteis implicados en mi secuestro, en el de mi mujer y mis hijos?”

De nuevo, los EEUU no están directamente implicados, pero las resonancias del acuerdo no pueden ignorar a los EEUU, y, parece, todavía hay más por venir en el caso de Abdel Hakim Blehaj, que dijo de al-Saadi, “Cuando mi amigo Sami al-Saadi fue liberado de la prisión de Abu Salim el 23 de agosto de 2011, pesaba muy poco. Estaba casi muerto. Es un milagro que sobreviviera a ese sufrimiento y ahora está en casa con su familia.”

La tercera novedad significativa de la semana pasada fue la aprobación, por el Comité seleccionado por el Senado en Inteligencia, de un informe de 6000 páginas que llevó tres años terminar, el cual da un análisis exhaustivo del programa de torturas de la CIA bajo la administración Bush. El informe se enviará a la CIA y a la administración Obama, aunque no está claro si será nunca publicado. Debido a que se mantiene clasificado, los juristas no tuvieron la libertad para discutir su contenido tan abiertamente como lo desearían, aunque su crítica al programa de torturas era evidente. La Senadora Dianne Feinstein (Demócrata por California) declaró, “El informe descubre alarmantes detalles sobre el programa de detenciones e interrogatorios de la CIA y plantea cuestiones críticas sobre las operaciones de inteligencia y su control.” También declaró, “Creo con firmeza que la creación de “sitios de interrogación” de larga duración y clandestinos, y el uso de las llamadas “técnicas de interrogación mejorada” fueron terribles errores. La mayoría del Comité está de acuerdo.”

Además, el Senador John McCain (Republicano por Arizona) declaró, “Tengo la esperanza de que podamos alcanzar un consenso en este país para que no volvamos a emplear estos horribles abusos, y que la mera sugerencia de hacerlo debería ser sacada de nuestro discurso político, independientemente de qué partido esté en el poder. Por tanto espero que este Comité tomará los pasos que sean necesarios para finalizar y desclasificar el informe, de manera que todos los estadounidenses puedan ver la crónica por sí mismos, lo que creo cerrará finalmente este doloroso capítulo para nuestro país.”

Por desgracia, mientras también espero que, primero de todo, el informe será publicado, y, segundo, que no será censurado en exceso, es preocupante darse cuenta de que todo lo relacionado con él será graduado por los que están en el poder para evitar la posibilidad de que ninguno sea hecho responsable por lo que tuvo lugar en los más oscuros años de la administración Bush.

Por desgracia, la tortura permanece, o bien fuera de los límites, o glorificada en los dos sitios donde cuenta: en las comisiones militares de Guantánamo, donde el juez principal, el oficial Coronel James Pohl, confirmó la semana pasada que a aquellos que estaban enfrentando juicios se les prohibía mencionar la tortura a la que fueron sujetos en los “puntos negros” de la CIA,” además de en los cines a lo largo del país, donde la nueva película de Kathryn Bigelow, “La noche más oscura”, será pronto proyectada.

Como Carol Rosenberg describió en el Miami Herald, el juez Pohl “aprobó el uso del retraso temporal en la emisión pública del juicio de pena de muerte del 11 de septiembre de igual manera que un censor en su corte, para asegurarse de que nadie divulga detalles de un programa de interrogación de la CIA ahora obsoleto, citando intereses de seguridad nacional.” Rosenberg también explicó que, en una orden de protección de 20 páginas acompañando su sentencia, en respuesta a una objeción de la Unión de libertades civiles americana (ACLU por sus siglas en inglés), explicó con detalle que “cualquier cosa bajo custodia de la CIA es clasificado, incluyendo “sus observaciones y experiencias”, queriendo decir que los acusados no pueden decir en un juicio público lo que les pasó en los llamados “sitios oscuros.”

Al contrario, la directora de cine Kathryn Bigelow no se enfrenta a ninguna censura por su ingenua y peligrosa explicación de los hechos que llevaron al asesinato de Osama bin Laden. Como Jane Mayer del New Yorker explicaba la semana pasada, la película “parece aceptar casi sin dudas que las “técnicas de interrogatorio avanzado” de la CIA jugaron un rol clave en permitir a la agencia identificar el mensajero que sin querer los llevó a bin Laden,” a pesar de que “esta afirmación ha sido desacreditada, repetidamente, por fuentes fiables con acceso a los hechos.”

Mayer también explica que la película “no captura la complejidad del debate sobre el brutal programa estadounidense de detención. No incluye una sola escena en la que la tortura sea cuestionada, incluso aunque durante los años de Bush estuvieran sacudidos por luchas internas en torno a ese asunto, de nuevo, no sólo entre abogados de libertades civiles y derechos humanos, sino dentro del FBI, el ejército, el Departamento de Justicia, y la CIA misma, que en un momento abandonaran el uso de la asfixia porque temían, acertadamente, que el hecho constituía un crimen de guerra.”

Como las películas son tan poderosas, temo que Bigelow estará jugando un gran papel de animador para los defensores de la tortura, para los que la mejor respuesta, mientras se destaque repetidamente el caso de Khaled El-Masri y la vergüenza de entregar oponentes políticos al Coronel Gaddafi para asegurarse su apoyo y su petróleo, será para el presidente Obama y el Congreso asegurarse de que el amplio informe sobre la tortura sea publicado, y no escondido, para que las torturadores no puedan seguir evadiendo responsabilidades por sus crímenes.

Sin responsabilidad, el virus tóxico de la tortura en el cuerpo político de Estados Unidos continuará infectando todo el país con sus veneno. Es el momento de que la negación termine.

Andy Worthington es el autor de Los archivos de Guantánamo: Las historias de los 774 detenidos en la prisión ilegal de Estados Unidos (publicado por Pluto Press, distribuido por Macmillan en los Estados Unidos, y disponible en Amazon, pincha para los EEUU y para GB).

Obama: Un presidente republicano debería tener reglas que limiten la lista de ejecuciones

26 de noviembre de 2012
Glenn Greenwald

Traducido del inglés por
El Mundo No Puede Esperar
23 de diciembre de 2012

Durante los últimos cuatro años, Barack Obama no sólo se ha hecho valer del poder para ordenar la ejecución de quien quiera, sino que lo ha ejercido con agresividad, incluyendo a ciudadanos estadounidenses y en cualquier parte del mundo. Se ha resistido enérgicamente no sólo a poner límites legales a este poder para asesinar, sino incluso a algunos esfuerzos para llevar algún mínimo de transparencia a las órdenes de ejecución que da.

Este poder autoproclamado ha resultado en cuatro años de bombardeos aéreos en múltiples países musulmanes a los que no se ha declarado la guerra (usando aviones no tripulados, misiles de crucero y bombas de racimo) y que han acabado con la vida de más de 2500 personas, casi siempre lejos de cualquier campo de batalla. Son típicamente alcanzados mientras van en coche, en el trabajo, en casa, e incluso mientras están rescatando o atendiendo a los funerales de otros que Obama ha mandado a ejecutar. Una buena parte de aquellos a los que ha matado han sido civiles, incluyendo docenas de niños.

Peor aún, su administración ha trabajado para asegurarse de que este poder está sujeto a las menos limitaciones posibles. Esto se logró al principio utilizando la interpretación radical y vaga de la “Autorización para el uso de la fuerza militar” (AUMF por sus siglas en inglés), por la que el presidente puede seleccionar no sólo a los grupos que perpetraron los ataques del 11-9 (tal como la AUMF recoge) sino también a aquellos que él considere “asociados” con dichos grupos, y puede seleccionar no sólo a miembros de esos grupos (como recoge la AUMF) sino a individuos que él considere provean “apoyo considerable” a esos grupos. Obama después blindó esas teorías en el papel convirtiéndolas en ley al firmar en el 2011 el Acta de autorización para la defensa nacional, que codifica permanentemente esas interpretaciones de Bush/Cheney de esos poderes de guerra.

Desde el principio, los funcionarios de Obama han asegurado también que esos poderes no tienen límites físicos, ya que han abrazado sin lugar a dudas lo que una vez fue el precepto central y muy controvertido del radicalismo de Bush/Cheney: el que los EEUU están luchando una “guerra global” en la que “el mundo entero es un campo de batalla”, lo que significa que no existen límites geográficos a los poderes de guerra del presidente. En definitiva, hemos tenido cuatro años seguidos de un presidente que ha ejercido lo que literalmente es el poder más extremo y tiránico que un gobierno pueda ejercer: ejecutar a quien quiera, incluso a sus propios ciudadanos, en total secreto y sin un atisbo del debido proceso; y que se ha resistido a todos los esfuerzos de imponer un marco de límites o incluso transparencia.

Pero al final, según un nuevo artículo de Scott Shane en el The New York Times, el presidente Obama se ha convencido recientemente de que podrían ser necesarios algunos límites y un marco legal real para guiar el ejercicio de su poder para asesinar. ¿Qué fue lo que llevó al final a Obama a llegar a esta conclusión? Fue el miedo a que podría perder las elecciones, lo que significaría que un republicano, grande y malo, ejercería esos poderes, en vez de un benevolente, confiable y noble demócrata, por ejemplo él mismo (negrita añadida):

“Enfrentando la posibilidad de que el presidente Obama podría no ganar un segundo mandato, su administración aceleró el trabajo en las semanas anteriores a las elecciones para desarrollar reglas explícitas para las ejecuciones selectivas de terroristas llevadas a cabo por drones no tripulados, de manera que el nuevo presidente heredaría criterios y procedimientos claros, según dos funcionarios de la administración….

“La cuestión ha podido perder algo de urgencia después del 6 de noviembre. Pero…. el señor Obama y sus consejeros están todavía debatiendo si matar a control remoto debería ser una medida de último recurso contra amenazas inminentes a los Estados Unidos, o una herramienta más flexible, disponible para ayudar a gobiernos aliados a atacar a sus enemigos o para prevenir que militantes controlen el territorio….

“Durante años antes de los ataques del 11 de septiembre del 2001, los Estados Unidos condenaron rutinariamente los asesinatos selectivos de sospechosos de terrorismo llevados a cabo por Israel, y la mayoría de países todavía objetan de tales medidas.

“Pero desde el primer asesinato selectivo por los Estados Unidos en el 2002, dos administraciones han tomado la posición de que los Estados Unidos están en guerra con Al Qaeda y sus aliados, y pueden defenderse a sí mismos atacando a sus enemigos donde sea que se encuentren.

“En parte porque los oficiales de las Naciones Unidas saben que los Estados Unidos están estableciendo un precedente ético y legal para otros países que están desarrollando drones armados, las NNUU planean abrir una unidad en Ginebra a principios del año que viene para investigar los ataques estadounidenses con drones…..

“El intento para escribir un libreto formal con un reglamento para las ejecuciones selectivas empezó el verano pasado después de reportes de noticias del programa de drones, empezado bajo el presidente George W. Bush y expandido por el señor Obama, donde se revelaban algunos detalles del rol del presidente en los procedimientos cuestionables que se utilizan para generar las “listas de ejecuciones” y aprobar los ataques. Aunque los oficiales de seguridad nacional insisten en que el proceso es meticuloso y legal, el presidente y sus principales colaboradores creen que debería ser institucionalizado, un plan de acción que parecía especialmente urgente cuando se creía que Mitt Romney podía ganar la presidencia.

Había preocupación de que la palanca podría no estar más en nuestras manos,” dijo uno de los oficiales, hablando desde el anonimato. Con un debate continuo sobre los límites apropiados a los ataques con drones, Obama no quería dejar un programa “amorfo” a su sucesor, dijo el oficial. El esfuerzo, que habría sido acelerado para completarlo en enero si Romney hubiera ganado, será ahora terminado a un ritmo más relajado, dijo el oficial.”

Ahora que Obama ganó en vez de Romney, tales reglas serán desarrolladas “a un ritmo más relajado.” A pesar de la sugerencia de Obama de que podría ser bueno que incluso él tuviera algún marco legal en el cual operar, no ha tenido ninguna prisa para someterse a sí mismo a ninguna de esas reglas en los 4 años en los que se han matado a miles de personas. Esto hace asumir con seguridad que por “un ritmo más relajado”, el oficial anónimo de Obama quiere decir: “nunca”.

Hay muchos puntos importantes que surgen con este informe: Kevin Gosztola y Marcy Wheeler, entre otros, han hecho como siempre un excelente trabajo discutiendo algunos de ellos, mientras que este artículo del Guardian del domingo informa de la reacción de la Unión de Libertades Civiles Americana (ACLU por sus siglas en inglés) y de otros, a la típica manipulación de Obama de los poderes secretos que se presentan aquí (como siempre, esos asuntos son demasiado secretos para permitir una divulgación del Acta de libertad de información (FOIA por sus siglas en inglés) o examen judicial, pero los oficiales de Obama son libres para filtrar selectivamente lo que quieren que conozcamos a la portada del New York Times). Me quiero centrar en un punto clave destacado por todo esto:

La benevolencia del Partido Demócrata

La arrogancia y el interés propio que está conduciendo esto es impresionante, aunque también un poco típico del pensamiento de los demócratas en general en la era Obama. La premisa aquí es tan evidente en sí misma que es repelente:

Soy un buen demócrata y benevolente líder; por tanto, no son necesarios límites, supervisión, controles o balances, límites legales o constitucionales, transparencia o debido proceso para que ejerza incluso el poder más extraordinario, tal como ordenar la ejecución de personas. Porque debido a mi bondad inherente y probada sabiduría progresista, se puede confiar en mí para ejercer esos poderes ilimitados unilateralmente y en la sombra.

Cosas como controles, vigilancia y debido proceso se necesitan desesperadamente sólo para los republicanos porque (al contrario que yo) esta gente son malévolos por tanto podrían abusar de esos poderes por lo que no se debería confiar en ellos con absoluta y descontrolada autoridad. Ellos (pero no yo) necesitan urgentemente restricciones a sus poderes.

Esta mentalidad no es sólo la creencia viva del presidente Obama, sino también de una considerable porción de los demócratas estadounidenses que lo adoran.

Hay muchas razones por las que los que se identifican como progresistas en los EEUU han cambiado tan radicalmente sus posturas en estos asuntos desde que Barack Obama sustituyó a George W. Bush. Estas incluyen: a) la subordinación a cualquier supuesta creencia por sus ansias de poder partidista; b) de hecho nunca creyeron en esos aclamados principios pero sólo los defendían por oportunismo partidista, por ejemplo, como una manera para desacreditar al presidente republicano; y c) están convencidos ahora de que esos abusos serán sólo cometidos contra musulmanes y, consumidos por sus propio interés, concluyeron que no merece la pena poner atención a esos abusos porque sólo afecta a Otros (este es el privilegio de no ser musulmán que disfrutan la mayoría de los progresistas de EEUU, que los blinda de ser objetivos, por lo que simplemente no les importa; los más sinceros de este tipo incluso admiten su motivación).

Pero la razón principal para este cambio fundamental de opinión es que sinceramente comparten la visión del mundo de auto-exaltamiento que ha llevado a Obama a este punto. La premisa central es que la política internacional toma forma mediante una batalla entre el Bien y el Mal. El lado del Bien es el Partido demócrata; el lado del Mal es el Partido Republicano. Todas las verdades políticas son verificables a través de este prisma maniqueo.

Esta es la narrativa de la moralidad simplista y auto-aduladora que se ve reafirmada una y otra vez mientras están sentados durante horas cada día teniendo sus conjeturas aduladas y validadas (y nunca cuestionadas o desafiadas) al ver MSNBC, leyendo blogs pro-Obama que producen como rosquillas odas a su grandeza, y bebiéndose los millones de dólares de la experta propaganda del partido surgida de las elecciones del año, que difunde esta caricatura de la Liga de la Justicia.

El resultado es este, para muchos, es verdaderamente inconcebible que un líder tan noble, amable y sabio como Barack Obama abuse de sus poderes de detención y asesinato. No es sólo un rancio oportunismo partidista o privilegio que les lleva a no objetar a que Obama abrace esos poderes radicales y las peligrosas teorías que protegen a esos poderes de control o escrutinio. Es que sinceramente lo admiran tanto como líder y hombre que creen de corazón (como Obama mismo obviamente cree) que el debido proceso, los controles y la transparencia no son necesarios cuando él hace uso de esos poderes. A diferencia de cuando los villanos republicanos están en el poder, la bondad de Obama y su sabiduría son las únicas salvaguardas que necesitamos.

Así, cuando Obama ordena matar a alguien, no es necesario el debido proceso y no necesitamos ver ninguna evidencia de su culpabilidad; podemos (y lo hacemos) tan sólo asumir que la persona señalada es un terrorista y merece la muerte porque Obama lo ha decretado. Cuando Obama ordena que una persona permanezca indefinidamente en una celda sin cargos o cualquier oportunidad para cuestionar la validez del encarcelamiento, eso es incuestionable porque esa persona tiene que ser un terrorista o por lo menos peligroso, o si no Obama no habría ordenado su encarcelamiento. No necesitamos pruebas, o presentar pistas, o debido proceso para determinar la validez de esas acusaciones; todo lo que necesitamos es Obama tomando esas decisiones porque confiamos en él.

Sentimientos parecidos a los que conformaron la era Bush

La mentalidad es tan reconocible porque es lo que condujo también a los seguidores de Bush durante años cuando defendían sus medidas de autoridad sin control y poderes en secreto. Aquellos que se pasaron años argumentando contra el uso por parte de Bush/Cheney de poderes extremos siempre confrontaron esa mentalidad en el fondo, una vez que las justificaciones pseudo-intelectuales fueron desenmascaradas: George Bush es un buen hombre y un líder noble en el que se puede confiar para ejercer esos poderes en secreto y sin controles, porque él sólo quiere mantenernos seguros y sólo seleccionará a terroristas.

Moldeado por exactamente el mismo tipo de babosa hagiografía presidencial ahora tan a la boga en círculos progresistas (comparen esto de la era Bush a cosas como esta y esta) los conservadores creían que Bush era un buen hombre y un gran líder de manera que no necesitaba salvaguardas o transparencia. Si Bush quería espiar a alguien, o meter en la cárcel a alguien, entonces (sólo por la virtud de su decreto) podíamos y debíamos asumir que esa persona era un terrorista, o por lo menos había una amplia evidencia para creer que lo era.

Fuimos bendecidos con un líder en el que podíamos confiar para ejercer poderes de guerra ilimitados en la sombra. Esta es precisamente la misma mentalidad aplicada por los demócratas (y por Obama mismo) al presidente actual, excepto que no sólo justifica el espionaje sin debido proceso y la detención sino también la ejecución.

Fe frente a razón y evidencia

Por varias razones es extraordinario que tantos ciudadanos hayan sido enseñados satisfactoriamente a venerar tanto a los líderes de su partido que literalmente creen que no son necesarios controles o transparencia, incluso cuando esos líderes ejercen los poderes más extremos: ejecutar gente, bombardear múltiples países, encarcelar a gente sin cargos, vigilancia masiva y espionaje de comunidades enteras.

Para uno existen suficientes evidencias de que literalmente cada líder de ambos partidos mayoritarios durante el pasado siglo abusaron sistemáticamente de esos poderes porque fueron capaces de ejercerlos desde la sombra. Fue el descubrimiento del Comité de la Iglesia lo que llevó a las reformas de mediados de los 70. Reformas basadas en la premisa de que prácticamente todos los líderes, por virtud de su naturaleza humana, abusarán inevitablemente de esos poderes, ejerciéndolos para fines innobles, si operan sin serias restricciones y vigilancia. Uno tiene que ignorar toda las evidencias históricas para poder poner confianza en un líder en particular para que ejerza esos poderes sin control.

Después están todas las pruebas específicas de los abusos tras el 11 de septiembre. Durante la última década, el gobierno de EEUU (bajo ambos partidos) ha acusado repetidamente a personas de ser terroristas y castigado como terroristas a quienes no eran nada de eso. Ya sea debido a un gran error o a motivos más corruptos, el brazo ejecutivo y todas sus agencias de inteligencia y militares han probado más allá de cualquier duda razonable que su mera acusación de que alguien es un terrorista (no probado con evidencias y sin verificar por ningún tribunal independiente) es en definitiva poco fiable:

Incluso más allá de esto, está bien documentado que el gobierno de EEUU, bajo Obama, a menudo manda ejecutar a gente sin ni siquiera saber la identidad de la persona que están intentando matar. Del artículo del domingo del New York Times:

“Después está el asunto de los ataques aéreos contra personas cuyas identidades son desconocidas. En una videoconferencias en enero, el señor Obama habló de los ataques en Paquistán como “esfuerzo que selecciona y se enfoca en personas que están en una lista de terroristas activos.” Pero durante varios años, primero en Paquistán y más tarde en Yemen, además de “ataques personalizados” contra nombrados terroristas, la CIA y los militares llevaron a cabo “ataques por pautas o patrones” contra grupos de militantes sospechosos y desconocidos.

“Al principio el término se usaba para sugerir específicos “patrones o pautas” de un conocido terrorista de alto nivel, tales como su vehículo aparcado en un lugar de encuentro. Pero la palabra evolucionó a significar el “patrón” de militantes en general (por ejemplo, hombres jóvenes portando armas en un área controlada por grupos extremistas). Tales ataques aéreos han causado el conflicto más grande dentro de la administración Obama, con algunos funcionarios cuestionando si el asesinato de combatientes no identificados está justificado legalmente o merece la pena la reacción violenta local.”

Es realmente impactante ver a ciudadanos asegurar que su gobierno está matando “terroristas” cuando esos ciudadanos no tienen ni idea de a quién se está matando. Pero esto se vuelve más alucinante cuando uno se da cuenta de que ni siquiera el gobierno de los EEUU sabe a quiénes están matando: están matando a cualquiera cuyo comportamiento se cree concuerda con el perfil de un terrorista (“hombres jóvenes portando armas en un área controlada por grupos extremistas”). Y, por supuesto, la administración Obama ha redefinido “militante” para que signifique “todos los hombres en edad militar en una zona bajo ataque aéreo”, reflejando en su propaganda llena de eslóganes que están matando a terroristas cuando, de hecho, no tienen ni idea a quiénes están asesinando.

A la luz de todas estas evidencias, continuar asumiendo ciegamente que las acusaciones del gobierno no probadas de “terrorista” son equivalentes a pruebas de esas acusaciones es abrazar el tipo de confianza basada en la fe que es el centro de la lealtad religiosa y la fe en un dios, no la de un ciudadano racional. Aún así uno se encuentra una y otra vez este diálogo de alguna forma en cuanto sale el tema:

Argumento: El gobierno de los EEUU no debería encarcelar-matar-espiar a gente sin presentar pruebas de su culpabilidad.

Respuesta defendiendo al gobierno: Pero esos son terroristas, y se les tiene que parar.

Pregunta obvia: ¿Cómo sabes que son terroristas si no se ha presentado ninguna prueba de su culpabilidad y no se le ha concedido el debido proceso?

Al final, la única posible respuesta a esta pregunta (la única explicación de por qué esta mentalidad definitivamente autoritaria persiste) es porque se ha adoctrinado tanto a la gente con la central bondad de su particular líder del partido que ignoran toda evidencia empírica, y sus propias facultades racionales, para poner su fe ciega en el líder con el que han crecido amando y admirándolo (si mi líder dice que alguien es un terrorista, entonces me creo que lo son, y no necesito ver pruebas de ello).

Uno puede debatir razonablemente en gran parte que la democracia requiere de cierto grado de confianza depositada en las capacidades y juicio de cualquiera de los líderes políticos que uno apoye. Pero por muy lejos que esa confianza deba llegar, seguramente debe parar bien antes de que se convierta en el poder para encarcelar y matar en total secreto, lejos de cualquier campo de batalla y sin controles o debido proceso.

Principios centrales ignorados que son sustituidos por el amor al líder.

El artículo de El Times describe la visión de Obama de que se necesitaría desarrollar algunas “reglas para los drones” con la posibilidad de la victoria de Romney. Pero algunas de esas reglas ya existen: se encuentra en estas cosas llamadas “la Constitución” y la “Carta de Derechos”, la Quinta Enmienda la cual estipula:

“Ninguna persona será… privada de la vida, libertad, o propiedad, sin el debido proceso legal;”

Aún así se ha dejado de lado todo eso a cambio de una creencia basada en la fe profundamente inquietante y poco saludable de que nuestro líder puede tomar esas decisiones sin que sean necesarios molestos impedimentos.

Para mí, este comentario, dejado en respuesta a un artículo en Gawker el domingo en el nuevo artículo del New York Times, expresa perfectamente el sentimiento que oí durante años en los círculos de la derecha para justificar todo lo que Bush hizo en secreto, y ahora es tan miserablemente común en los círculos progresistas para justificar el uso por parte de Obama de los mismos o incluso poderes más grandes:

“El hecho en cuestión es que las complejidades de la seguridad y la guerra van más allá de lo que aquellos interesados en parecer moralmente superiores están dispuestos a conceder. Sólo pasa que muchos liberales están más interesados en aparentar superioridad moral…

“Yo solía ser exactamente de la misma manera, pero después de hecho consideré genuinamente cómo me sentiría si sostuviera el peso de la presidencia y esas decisiones. No tengo dudas de que la mayoría de los liberales, en esa situación, actuarían igual que Obama…

“Soy liberal, no soy fan de la guerra, ni del fanatismo republicano ni de la demagogia sin sentido por todo el planeta diciendo que América es lo mejor. Pero puedo entender por qué los ataques con drones pueden ser lo más conveniente en una guerra. O quizás, para ser más preciso, sólo puedo entender lo incapaz que soy de entender. Y en vez de suponerme merecedor de entender la complejidad y así ofrecer una crítica, confío en aquellos más inteligentes que yo. Pero muchos de mis compañeros liberales no creen que haya gente más inteligente que ellos. No tengo el egocentrismo de mis compañeros liberales. Es como un republicano moderado viendo como locos a los del ala derecha de su partido incluso si piensan igual en la mayoría de las cosas.”

Esta es la forma platónica de fe en el líder autoritario:

No necesito saber nada; mi líder no necesita probar la verdad de sus acusaciones; él debería castigar a quien quiera en total secreto y sin garantías, y yo asumiré que hace lo correcto (siempre que yo y otros como yo no seamos los objetivos) porque él es superior a mí y yo pongo mi fe en Él.

Cualquiera que piense que el líder (cuando es de mi partido) debería tener que enseñar pruebas antes de matar a alguien, o permitirles el debido proceso, está siendo un purista infantil. Yo solía ser así, hasta que Obama tomó el cargo, y ahora veo lo vital que es confiar en él y no molestarle con todo ese fanatismo “del debido proceso”. Eso es lo que significa ser un ciudadano adulto: confiar en tu líder de la manera en que los niños lo hacen en sus padres.

Este es el único sentimiento que puede explicar la comodidad con la que se permite a Obama (y, antes de él a Bush) ejercer esos poderes extremos sin controles o transparencia. Este es exactamente el sentimiento al que cualquier crítico de Obama se enfrenta constantemente, aunque expresado un poco más sutilmente y con un poco de más dignidad.

Al final, lo más extraordinario de todo esto (más confuso para mí) es lo violentamente contraria que es esta mentalidad al ethos en el que los estadounidenses han sido inculcados: en concreto, que la primera regla inviolable del gobierno es que no se debe confiar en los líderes para ejercer sus poderes sin constantes restricciones (sin lo que se nos enseña en la escuela y que se llama “separación de poderes”. Aquí está cómo Thomas Jefferson expresó esta advertencia en las Resoluciones de Kentucky de 1798:

“En las cuestiones del poder… no escuchéis nada sobre la confianza en el hombre, sino impedirle la malicia mediante las cadenas de la Constitución.”

Y aquí está lo que John Adams dijo en su Revista de 1772:

“Hay peligro en todos los hombres. La única máxima de un gobierno libre debería ser no confiar en ningún hombre vivo con poder para poner en peligro la libertad pública”.

Es literalmente imposible concebir una mentalidad más alejada de estos principios básicos que la que insta a que se pueda confiar en Barack Obama (a diferencia de George Bush o Mitt Romney, o cualquiera de los temidos villanos republicanos que toque hoy) de manera unilateral para matar, encarcelar o espiar en secreto al que él quiera porque es un buen hombre y un líder en el que se puede confiar y por tanto acusaciones sin pruebas deberían ser asumidas como ciertas. Pero este es, de manera aplastante, el sentimiento retorcido y autoritario que ahora predomina en la mayor parte del Partido Demócrata y en la autodenominada ala “progresista”, justo como se hizo en el Partido Republicano y su ala conservadora durante ocho años.

Al final, esta perniciosa y peligrosa confianza en el líder de uno (más allá del normal deseo humano de seguir a un líder) es el subproducto de identificarse en exceso con la personalidad de marca comercial de los políticos. Muchos progresistas de la costa este y oeste (que es donde de manera aplastante los líderes de opinión del Partido Demócrata están) han sido entrenados para verse a sí mismos en Obama y a los rasgos de personalidad a los que aspiran (el padre y marido dedicado, abogado erudito educado en Harvard, sofisticado y urbano), igual que los religiosos conservadores y otros tipos de republicanos fueron entrenados para ver a Bush de esa manera (el cristiano evangélico devoto, el que “vendría a hacer limpieza”, el vaquero patriótico fanfarrón, y padre y marido entregado).

Los políticos son percibidos como si fueran concursantes en un “reality show”: los televidentes deciden quién les gusta o quién no (pero la diferencia es que esas apariencias son reforzadas con cientos de millones de dólares de campañas de propaganda incesante, sofisticada y muy manipuladora (hay una razón por la que la campaña de 2008 de Obama ganó múltiples premios de la industria de marketing y publicitaria). Cuando se nos enseña a vernos reflejados en un político basándonos en una relación personal ficticia, al final se termina poniendo excesiva confianza en aquellos con los que nos identificamos (sería la manera en la que uno confía en un familiar o alguien a quien se quiere), y a albergar excesivo desprecio en aquellos a los que se ha sido entrenado para ver como el malo de la película. En definitiva, los ciudadanos están siendo entrenados para ver a los políticos exactamente de la misma manera en la que Jefferson nos advirtió como peligrosa: “En cuestiones de poder… no escuchéis nada sobre la confianza en el hombre.”

Hay una ironía final en todo esto que merece la pena resaltar. Los líderes y movimientos políticos convencidos de sus propia bondad son aquellos que normalmente necesitan restricciones más grandes y no más pequeñas en el ejercicio del poder. Eso es porque (como los verdaderos creyentes religiosos) aquellos que están convencidos de su natural superioridad moral pueden encontrar cualquier manera de justificar incluso los actos más corruptos ya que están justificados por los nobles fines por los que son puestos, o son purificados por la nobleza de los que están llevando a cabo esos actos.

Las facciones políticas llevadas por las convicciones auto-aduladoras de su propia superioridad moral (junto con sus líderes) son las que más probablemente abusan del poder. Cualquiera que escuchara a los conservadores de la era Bush sabe que esta convicción los llevó al argumento de “estás con nosotros o estás con los terroristas”, y es tan cierto como los progresistas de la era Obama que ven genuinamente el horizonte político como una batalla global entre las fuerzas del Bien (los demócratas, o sea, ellos mismos) y las fuerzas del Mal (los republicanos).

De esta manera no debería sorprender que Obama (y sus seguidores más ardientes) creen de verdad que son necesarias urgentemente reglas para restringir a los republicanos de matar a quien quieran, pero que tal urgencia deja de existir cuando el poder descansa en las manos del actual benevolente líder. Tal mentalidad peligrosa y perversa es extremadamente penetrante en la ciudadanía, y explica bastante por qué y cómo el gobierno de los EEUU ha sido capaz de hacerse con los poderes que ha ejercido durante la última década con tan poca resistencia.

Este artículo apareció originalmente en el blog de Glenn Greenwald en The Guardian UK

¡Alerta, Alerta que camina!

Una estampa de una plaza céntrica bogotana

Colombia no es un país cualquiera. Está entre los cinco primeros del mundo en muchas cosas: reserva de agua dulce, oro y carbón; el 2º en biodiversidad y desplazados internos (5 millones), en desigualdad social, sufre el conflicto armado interno más antiguo del mundo (50 años), más de 10.000 presos políticos, más desaparecidos que en todas las dictaduras latinoamericanas, 300.000 soldados, y es el segundo país del mundo que más ayuda militar gringa recibe.

En Colombia, los narcotraficantes más buscados por la DEA se convierten en presidentes, financiados por el paramilitarismo, y nombran como responsables de su seguridad a generales paramilitares.

Hacía más de una década que no se oía hablar de paz en Colombia, desde las conversaciones de paz entre Pastrana y las FARC en el Caguán. La estrategia fue el exterminio de la base social de la insurgencia y la negación del conflicto, como si con la estrategia de tierra arrasada o haciendo que la gente mire para otro lado este iba a desaparecer. Estas semanas parece que un rayo de esperanza asoma de los nubarrones oligarcas e imperialistas. Y cómo no, en La Habana.

Pero estas conversaciones no son casuales, ni son producto de una política de paz del gobierno guerrerista de Santos; son la consecuencia del pueblo organizado, de años de organización paciente y semiclandestina, escondidos del terrorismo de Estado. Cientos de organizaciones sociales de todo tipo y miles de luchadores por la paz conformaron la Marcha Patriótica. El lanzamiento de Marcha Patriótica el pasado abril, juntó a 80.000 personas en Bogotá, fue un hito político, organizativo y logístico.

He tenido la enorme suerte de ser testigo de algunas reuniones preparatorias del Cabildo de Juventud de la Marcha Patriótica celebrado en Cartagena. Cerca de 10.000 jóvenes de toda Colombia marcharon a la ciudad de Cartagena la heroica, a decir basta de guerra. También asistí al lanzamiento en Barranquilla de Juventud Rebelde, organización juvenil que aglutinará a toda esa juventud colombiana con ansias de justicia y paz.

Y aquí hago un inciso para describir Cartagena y Barranquilla. Reflejo del narcoestado y la corrupción. Miseria y despilfarro, putas y traquetos, negros y blancos. Barranquilla, ciudad que se hizo famosa internacionalmente por la para Shakira, no tiene alcantarillado y se inunda cada vez que llueve. Por unos pesos te cruzan la calle en volandas para que no te mojes los pies. Sin embargo, la zona caribeña colombiana es tierra de palenques e independencia. Rebeldía, arte, música y mucha, mucha pasión.

En Cartagena de Indias

No es casual que este cabildo juvenil sea fundamental. Como me decían alguno de sus líderes: Nosotros, la juventud colombiana, somos huérfanos políticos. Toda una generación de líderes políticos revolucionarios, más de 4000 integrantes de la UP, fue aniquilada por el terrorismo de Estado. Un crimen de lesa humanidad impune, que exilió a otros cientos o miles más. Esa brecha generacional empieza a taparse, la juventud, la que es secuestrada durante 3 años por el ejército para darse plomo con sus hermanos, esa juventud se ha «parado» (en Colombia pararse es levantarse).

Uno de los principales retos de la Marcha Patriótica es el de la seguridad. En estos pocos meses ya son varios los desaparecidos, y las amenazas, señalamientos y las graves acusaciones de ser parte de las FARC, por los medios de comunicación de la oligarquía son constantes. En Cartagena han sufrido el sabotaje mediante la cancelación de cientos de reservas de hotel y un enorme despliegue militar. Y es que la oligarquía y el imperialismo no quieren la paz, no quieren justicia; y es que paz y justicia son antagónicas al saqueo del TLC.

Uno de los Jóvenes Rebeldes

La rebeldía, hasta ahora murmurada y medio escondida, sale de las selvas, campos y barrios colombianos. Como una bola de nieve por la ladera, crece exponencialmente. Me cuentan que la organización de enseñanzas medias integrante de la Marcha, con representación nacional, crece por semanas. Cientos de pelaos quieren sumarse a la lucha por la Paz con Justicia Social. Así mismo pasa con el campesinado y los trabajadores. La Marcha representa la Utopía para los desplazados, oprimidos, negros, indígenas, mujeres, estudiantes, campesinos, y demás sectores populares víctimas del conflicto social y armado.

Ante este crecimiento, para muchos inesperado, surgen inquietudes. ¿nos aniquilarán? Para ello, Marcha ha de ser cautelosa, inteligente, y tener memoria histórica. La Unión Patriótica confió en la democracia y, lo que es más importante, no buscó la solidaridad internacional o lo hizo tarde. Marcha es consciente de que el internacionalismo es la garantía de su supervivencia. Los pueblos rebeldes de todo el mundo tienen que tener su mirada puesta en la Marcha Patriótica colombiana. No podemos permitir otro genocidio, en ellos está la esperanza de toda América Latina y el mundo. Colombia es el eslabón débil del imperialismo.

Marcha tendrá que tomar decisiones en cuestión de meses. «Marcha Patriótica surge con vocación de poder«. Pero ¿qué poder? ¿se convertirán en una fuerza electoral? El debate ya se da entre sus miembros. El optimismo propio de esta coyuntura de crecimiento hace que algunos den por hecho una victoria electoral en el caso de que se presentaran. Pero el panorama electoral de Colombia no lo deja tan claro. Vota algo menos del 50 % de la población, y de ahí unos 10m de votos van para la derecha. El voto para la izquierda socialdemócrata (Polo) es minúsculo. El Polo Democrático, que ha expulsado al Partido Comunista Colombiano de sus filas por su apoyo a Marcha Patriótica, ha firmado su sentencia de muerte. Por ello, la esperanza electoral está en que Marcha sea capaz de movilizar electoralmente a varios millones de votantes que hasta ahora no habían participado. Y eso no es un reto fácil. Sin embargo, ayudaría que la derecha está dividida entre Uribe y Santos. Marcha tiene que seguir templando la espada antes de plantar batalla a la oligarquía en el terreno electoral.

2012 está siendo un año histórico para las luchas populares en todo el mundo. El imperialismo se defenderá cual gato panza arriba, esperemos que le queden menos vidas.

¡… y tiembla, y tiembla imperialista, que América Latina se vuelve socialista!

Las sorpresas que esconde una Iglesia Universalista en Carolina del Norte

Esta semana pasada ha sido muy rara e intensa. Dos magníficos documentales sobre la guerra y la esperanza en Colombia y una charla sobre Irán y la política internacional estadounidense. Es de esto último de lo que quiero escribir. El miércoles Ray McGovern, un antiguo miembro de la CIA habló en la Iglesia Comunitaria Universalista unitaria, o al menos es así como lo traduzco literalmente. El acto era organizado por la «Coalición por la Paz con Justicia», «Acción por la paz de Carolina del Norte» y «Mayores por la Paz». De hecho yo creo que por la media de edad la mayoría venían de la última organización. Pensábamos que iba a ser un rollazo, una iglesia, un ex-de la CIA, hablando sobre Irán. Será propaganda, pero bueno, nos atrevimos.

Cuando entramos no pude cerrar la boca de mi asombro. Mesas con información sobre Palestina, donde podías comprar pañuelos palestinos auténticos (no los de Zara) y libros sobre la ocupación israelí, panfletos, y uno de esos impresionantes mapas con la pérdida de territorio palestino con los años.

Lo que no sabíamos es que Ray McGovern además era un activista político, y la charla se titulaba:»Irán: amenazas y exageraciones – ¿Quién se está quedando con quién?. «La charla explora las decepciones y tergiversaciones en el discurso público sobre Irán, así como los potenciales peligros de una agresión de un aliado de EEUU a Irán».

El tipo, un hombre mayorcete, empieza saludando a los miembros del FBI presentes en la sala, aunque ninguno saludó. Y empezó a hablar, paró casi dos horas y media después. Resumiré lo que dijo (y lo que entendí):

Cuando empezó en la CIA, una de sus primeras misiones fue cubrir el conflicto en Irlanda. Él se refirió a ello como hacerle el juego al imperio británico, que había maltratado, robado sus vacas y saqueado sus tierras, las de sus abuelos. Sí, es católico e irlandés.

Enseguida entra en materia, hace una breve exposición histórica de Irán, de cómo en el ’53 se produjeron las primeras elecciones democráticas en Irán y ganó un tipo al que no se le ocurrió otra cosa que «darle al pueblo el petróleo que estaba en manos de la BP». Entonces la CIA organiza un golpe que puso en el poder al Sha, uno de «los dictadores más sanguinarios que se han conocido en medio oriente». El Sha fue derrocado por otra revolución y hasta nuestros días.  Explica con todo lujo de detalles cómo tanto la inteligencia estadounidense como israelí han enseñado que Irán no está preparando armas nucleares, que antes «tendrían que echar a la agencia de la energía atómica de allí». Sin embargo, tanto el gobierno israelí como sobre todo los medios se empeñan en la guerra.

Pero antes de hablar en detalle sobre la situación actual entre Irán e Israel cuenta cómo Truman sabía que Pearl Harbor iba a ser atacado, de cómo ciudadanos estadounidenses han sido asesinados con la complicidad del gobierno, por ejemplo Rachel Corrie, o USS Liberty. De esto último cuenta una anécdota muy interesante. Resulta que ese barco estadounidense fue atacado por Israel, de tal mala manera que no lo hundieron, y al darse cuenta los israelíes salieron por patas. Los supervivientes lanzaron el SOS y unos aviones fueron al rescate. El mando de esa operación de rescate recibió una llamada de Robert McNamara, secretario de defensa entonces, ordenando que los aviones se volvieran. El que estaba al mando se negó, «señor, hemos sido atacados, no abandonamos a nuestros hombres heridos en combate, pongame con su supervisor». Y efectivamente, su superior, el presidente Lyndon Jhonson, ordenó que no se rescatara a esos hombres porque sería una vergüenza para la nación, atacados por «fuego amigo».

Habló largo y tendido sobre «el genocidio palestino», de cómo los palestinos viven en una cárcel al aire libre con el apoyo militar, económico y político del gobierno estadounidense. Y es que según él, el 50% de los impuestos de los contribuyentes estadounidenses va a la guerra.

La parte más interesante es cuando empieza a contar cómo los sionistas mandan en este país. Dice que los generales israelíes entran en el pentágono como si estuvieran en su casa. El sionismo está en todas las estructuras del Estado, pero donde más poder o influencia tienen es en los medios de desinformación. De hecho, Obama y Clinton, aunque muy tímidamente, se oponen a un ataque a Irán, pero según McGovern, se le teme tanto al sionismo que nadie se atreverá a contradecir lo que un presidente israelí diga y entrarán «inevitablemente» en guerra con Irán si Israel finalmente decide atacar. Cuándo será eso o si será es algo que nadie parece tener claro. Unos dicen que Israel esperará a después de las elecciones en EEUU, así Obama no le temblará el pulso para corresponder a su principal aliado. Otros que será antes porque así Obama no «le quedará otro remedio que entrar en la guerra» porque no hacerlo sería algo imperdonable por el electorado demócrata pro-sionista, pero sobre todo por los medios de comunicación que lo machacarían.

Preguntaba alguien en el público por qué los medios de desinformación  son tan pro-guerra, más que los mismos políticos. Él dio una respuesta clara y contundente: La General Electrics, una de las principales compañías de armamento, es una de las principales propietarias de los medios de comunicación que a su vez son controlados por los «halcones sionistas». Se cierra el círculo.

Durante el debate alguien le pregunta sobre la National Patriot Act, o Ley patriótica nacional, que firmó Obama hace unos meses (de la que he publicado varias traducciones) y que permite al ejército detener indefinidamente y ejecutar incluso a ciudadanos estadounidense sin control judicial. Dice que es un despropósito, algo que no pasaba desde la Guerra Civil, y que fue el propio gobierno el que insistió en que se metiera esa enmienda que incluyera a ciudadanos estadounidenses. Según él, la ley se aprobó en plena efervescencia del movimiento Occupy (el15M estadounidense), al que temían se convirtiera en un movimiento tan poderoso que desbordara las capacidades represivas «normales» del Estado (policía) y necesitaran de un apoyo extra, como son las desapariciones y ejecuciones con un velo legal. Algo que siempre se ha hecho, pero ilegalmente. Y aquí es cuando empiezo a estar en desacuerdo con este grupo (como no podía ser de otra manera, ¿verdad?):

Los asistentes, como decía, son un grupo de veteranos y hippies setentones blancos, muy blancos. Sólo un negro en la sala (con alrededor de 40-50), el que llevaba la cámara. En una ciudad donde el 50% de la población es negra. La «progresía» estadounidense tiene un problema (entre otros muchos), la segregación racial política. El «1%» no está asustado de Occupy, sino de los que realmente representan a la mayoría de la población, los pobres: blancos, negros y latinos. Esas 3 comunidades no sólo no se hablan entre ellas, ni se reconocen como iguales, pero es que ni siquiera hablan los mismos idiomas (en un sentido literal y metafórico). Y hasta que no se miren y comuniquen, hasta que la «intelectualidad» no sea capaz de integrar las reivindicaciones populares con las del fin de la guerra y el imperialismo, nada cambiará a mejor en este país. Eso, y que son unos chovinistas, por muy progres que sean no son capaces de mirar más lejos de su ombligo, lo que realmente les fastidia de la Ley Patriótica es que afecta a compatriotas.

Os dejo un vídeo fantástico (en inglés) donde McGovern se enfrenta a Donald Rumsfeld durante una conferencia. Simplemente le llama de mentiroso para arriba. Hay que echarle «cojones«.

[youtube http://youtu.be/v1FTmuhynaw]

Moncadista en la capi

Si no os gusta cómo ha quedado este post tanto en la estética como en el contenido poned una reclamación que la eliminaré con estilo democrático.

El viernes me pasé como el que no quiere la cosa por la capital del imperio haciendo una breve parada por territorio español. Dos guardias civiles me abren amablemente la puerta y como en una parodia discuten entre ellos si se atiende o no los viernes. En el consulado estaban muy ocupados y me dijeron que me tomara un café y volviera en media hora. Ese rato me lo pasé en la cafetería de enfrente escuchando la conversación de dos ejemplares ciudadanos patrios. Aprendí que las violaciones a los derechos humanos que sucedieron en Valencia no fueron otra cosa que un montaje del diario Público. Y que la huelga general es un despropósito, vergonzosa. Entre otras lindeces como que no hay derecho que una mujer se quede embarazada y la empresa no pueda despedirla.

En ese momento veo una cara conocida, con un par de escoltas. La cara me resultaba familiar y sabía que la había visto en más de una portada de «El Jueves». !Ahh, la infanta¡. Cuando volví adentro vi a los del consulado alborotados porque a la lista se le había olvidado dejar una foto. Se ve que la pobre no gana ni para fotomatones.

Pero bueno yo venía aquí a enseñaros algunas fotos de mi paseo por la capital de EEUU, Washington DC.

La de la izquierda no es más que una bonita calle de la ciudad, la de la derecha es la del edificio donde se aloja el Instituto de Paz de los Estados Unidos. Lo primero que le viene a uno a la cabeza es el trabajín que tienen que tener ahí dentro viendo qué país invaden al que puedan llevar la paz.

La de la izquierda no sé muy bien qué representa, un misil, un lápiz o «dime de lo que presumes….». No, en serio, es un obelisco que le hicieron al primer presidente del país, George Washington. Es la estructura de piedra más grande del mundo. No se puede decir que no empezaron con aires de grandeza estos yanquis. No os digo por dónde se podrían meter semejante monumento. El de la derecha es donde está sentado Lyncoln, otra monstruosidad que me recuerda a esta.

Sabes que no me gusta la esclavitud y totalmente admites lo erróneo que es desde un punto de vista abstracto.

Al lado de los baños, por eso lo vi, había una exhibición con citas de Lyncoln, ese presidente que ganó la guerra civil y que supuestamente liberó a los esclavos. No me voy a entretener mucho, pero Lyncoln fue un esclavista hasta el último momento. Los negros no fueron liberados totalmente hasta los años 60 y aún hoy en mi universidad se dedican a limpiarnos la mierda a los blancos. Si queréis saber más sobre el tema leeros La otra historia de los Estados Unidos de Howard Zinn.

Pero si os fijáis en la foto de la derecha, no en la estatua, veréis un ranger que está adoctrinando al personal sobre lo bueno que fue el de la estatua.

La siguiente parada es el memorial a la guerra de Corea. En la misma tónica, una guerra de invasión (todavía hay más de 40.000 soldados de EEUU en Corea del Sur) se convierte por arte de magia en una liberación.

Y es que como dice una placa justo al lado: La libertad no es libre. Que es como decir que el agua moja. Pero yo lo que entiendo que están diciendo es mira lo buena gente que somos que vamos a liberar países. Que ya que estaban se hubieran atrevido a liberar toda la península, pero se quedaron a mitad. Y ahora tenemos una panda de piraos vestidos de rojo arriba y otra panda de salvajes abajo. Ambos en el gobierno me refiero. Sus pueblos demasiado tienen. Y si no, no os perdáis la libertad que los EEUU llevaron a Corea del Sur en el vídeo de abajo.

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=QgB9P83r7Mk]

El memorial de la Segunda Guerra Mundial es más de lo mismo. Nos venden la moto con que liberaron Europa del fascismo, y «Los americanos (véase estadounidenses) vinieron a liberar no a conquistar, a restaurar la libertad y terminar con la tiranía«. Claro, por eso tienen bases militares en Italia y Alemania. O participaron cuando ya habían hecho el agosto comerciando con los nazis. Y la pena es que se quedaron sin fuelle cuando se trataba de restaurar la libertad en España, y no les importó reconocer al tirano Franco y aceptar a España en la ONU a cambio de un par de bases militares y buenos negocios.

Los primeros cerezos donados a la ciudad de Washington por la ciudad de Tokio como gesto de amistad y buen futuro fueron plantados aquí el 27 de marzo de 1912.

Los japoneses, muy majos ellos, en 1912 les regalaron unos cerezos para que los sembraran al lado del río. Se ve que las cerezas tenían que estar amargas porque unos años después les mandaron de vuelta un par de pepinos con el culo amargo a Hiroshima y Nagasaki .

Para rematar me encuentro en la casa de las Américas a Isabel la guarra. ¿No podrían haber elegido a otro personaje para representar a América? Bolívar, Martí….No, a la genocida a la que no le tocaba el agua.

El marxismo es el ángel guardián del capitalismo
Cultiva la paz y el comercio con todos

Después me fui al museo del holocausto, donde no se fiaban del agua que llevaba y me hicieron beber de mi botella…menos mal que no llevaba mi pañuelo palestino si no me lo hacen tragar.

Había una exposición muy buena sobre la propaganda nazi con cartelería y proyecciones de mucha calidad. Me di cuenta que Hitler y su cuadrilla no eran unos mindundis. Igual que no lo son los que gobiernan (en todos los sentidos) este país. La exposición criticaba cuestiones como la violencia, la censura o la falta de libertad. En la parte de la historia de la 2ª guerra mundial España y el franquismo no existen. Y solo los judíos fueron masacrados. En más de un comentario se decía que el nazismo era una reacción a la revolución bolchevique. Por eso el cartel de la izquierda.

Que el museo era sionista estaba claro, que en todo el museo se obviaron los genocidios cometidos por los EEUU, también. Lo que no me esperaba es que la exposición terminara con una foto de Ahmanideyah, en la que se advierte del peligro de un nuevo genocidio judío por el antisemitismo árabe, y se cita al presidente de Irán cuando dijo aquello de «Las grandes potencias han creado el régimen sionista para extender su soberanía en la región… todos los días este régimen masacra a los palestinos, pero como es contrario a la naturaleza, pronto asistiremos a su desaparición y a su destrucción«

Concluyendo, Washington DC es evidentemente la capital del imperio. Es una ciudad de monumentos al cinismo. Es parte de la propaganda necesaria para que el pueblo estadounidense siga tragándose barbarie tras barbarie, como la de esta semana por ejemplo. Porque no hay matanzas en Afganistán, son actos de liberación, que tendrán su bonito memorial recordando cómo EEUU liberó a otro país más.

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