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El blog de Moncadista

Nací un 26 de julio…

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Casta científica

Llevo más de medio año seco, sin nada original que decir, disfrutando de lo que otros dicen pero sobre todo empeñado en la experimentación animal con ratones para intentar, humildemente, acercarnos a encontrar una cura o prevención para el cáncer de próstata metastático. Llevo algo más de tres años trabajando con ratones, y en el nuevo instituto he encontrado unas condiciones en el estabulario sencillamente impresionantes. Estoy muy sorprendido por la profesionalidad y sobre todo la inmensa ética con la que el personal tanto investigador como técnico trata a los animales.

Además de científico soy comunista. Profundamente convencido de que no habrá revolución sin ética revolucionaria. Así mismo creo que no alcanzaremos una humanidad más justa sin un respeto al resto de seres vivos que nos acompañan, o dicho al revés, el maltrato animal es consecuencia de la profunda inhumanidad a la que nos lleva el sistema de explotación capitalista.

Lo que me ha hecho volver a escribir es este artículo.

Este es un debate que hace tiempo que quiero seguir desarrollando. ¿Qué ciencia del s. XXI queremos? Y más concretamente qué biomedicina queremos porque es cierto que el rumbo de la investigación biomédica depende de la presión del capital. No me dejo de sentir prostituido cada día por las multinacionales farmacéuticas.

Antes de seguir quiero apuntar que me ilusioné como el que más con los 5 diputados de Podemos. Pablo Iglesias y La Tuerka hicieron mi “exilio” gringo mucho más agradable.

Otro apunte. Respeto mucho a los militantes, sobre todo en EEUU, que se juegan la cárcel, y a veces la vida, denunciando el maltrato animal en granjas industriales.

Empecemos con el artículo de Ruth Toledano.

No voy a entrar en lo del carácter revolucionario del 15M, de lo que algo he escrito. Me centraré en la parte “científica,” donde se nos acusa a los científicos de casta.

Ruth escribe: “El cientificismo, que considera que los únicos conocimientos válidos son aquellos que se obtienen mediante las ciencias experimentales y reduce, por tanto, el saber humano al conocimiento científico, se inscribe, podríamos decir, en lo más viejo de ese régimen”.

Según mi amigo David, químico en Cambridge: «Esta frase la escribe alguien que siento decir no sabe de lo que habla. Cientificismo es cuando la ciencia sustituye a la religión y se adopta como dogma. Es un defecto en el que se puede caer (y de hecho ocurre) pero ante lo que hay que defenderse con más (aun) pensamiento crítico».

Y es cierto, lo siento Ruth, pero no tienes ni idea de lo que hablas. En este otro artículo tuyo afirmas que la experimentación animal puede ser sustituida por chips o in vitro. En biomedicina eso es imposible. Además, en nuestros centros no nos dejan utilizar tantos animales como queramos, ni hacer lo que nos de la gana. Todo tiene que tener una justificación. ¡Y es que es absurdo porque todo lo hacemos antes in vitro!

El verdadero debate aquí es qué tipo de medicina queremos. Lo de “medicina alternativa” no dice nada. ¿Alternativa a qué? Lo que queremos es que cure. Y para demostrar que cura hay que utilizar el método científico, que no es más que intentar demostrar que algo no es falso.

Y aquí es donde entra la ética. La cuestión de si uso de animales sí o no es, de verdad, irrelevante. Lo que nos jugamos aquí es más que eso. ¿realmente queremos curar el cáncer o el alzheimer? ¿Tenemos en cuenta las horribles consecuencias que puede tener sobre la humanidad y el planeta la erradicación del cáncer y las enfermedades infecciosas? Estás atacando a los que utilizamos animales en experimentación biomédica con el sistema productivo de carne que tenemos, ¿de verdad?

Venga, ¿cuando nuestro padre tiene metástasis de cáncer de próstata y le dan un par de meses de agonía, no queremos que se cure, o que no hubiera pasado? Bueno, pues eso hoy día es imposible sin experimentación en organismos complejos, y ya no te digo en biochips. No se puede entender el mecanismo de acción de un fármaco en un cultivo celular, no tienes ni idea Ruth. No sabes lo que es un cultivo celular. Y decir que no se puede extrapolar a los humanos… pura demagogia. ¿qué nos vas a contar? Jamás diríamos que un tratamiento que funciona en ratones lo hará en humanos. El resto de la comunidad científica se mofaría de nosotros. No, es sólo un paso más, el siguiente es probarlo en humanos.

Con la experimentación en ratones que hacemos ahora mismo en mi laboratorio quizás podremos, en unos años si la financiación lo permite, sensibilizar a los tumores de próstata a la quimioterapia con una simple dieta. La cuestión ética más importante no es si utilizo animales, si no si realmente debemos encontrar una cura del cáncer.

¿estoy aquí aplicando “la tiranía de la especialización” como tú dices? Pues puede que sí. ¿Pero es que vosotros no lo hacéis? ¿Quién ha elaborado buena parte del programa electoral de Podemos? Profesores universitarios según Pablo Iglesias ¿No aplica continuamente Pablo Iglesias una tiranía intelectual del que se sabe “creído,” al afirmar tajantemente en esta entrevista que el keynesianismo producirá empleo, cuando numerosos economistas (como Pedro Montes si no me equivoco), o decrecionistas, afirman que la inversión y el crecimiento puede suceder con destrucción de empleo? ¿No es contradictorio más productivismo y decrecionismo al mismo tiempo?

Los científicos seremos casta tirana, pero tú en este artículo pasas sin escrúpulos de decir que utilizamos animales para seguir obteniendo fondos a la siguiente línea hablar del uso de animales en cosmética. Y lo de igualar los desahucios al uso de animales en experimentación en el último artículo es todo un ejemplo de ética: política y periodística.

Totalmente relacionado con esto está la creación del círculo “Podemos terapias naturales.”

Es un reflejo de una de las principales carencias de Podemos, su falta de cohesión ideológica. Han empezado la casa por el tejado, y si bien están convulsionando la escena política del país, está sirviendo como coladero para todo tipo de disparates oportunistas, de lo peor del quincemayismo hippie, alejado de las problemáticas reales, cotidianas de las masas populares de nuestros países.

Si este arribismo oportunista no se ataja de alguna manera (con democracia, militancia, organización…), el proyecto está destinado a fracasar. No podemos empezar un movimiento amplio insultando a toda una profesión, con unos niveles de precariedad laboral y personal altísimos. Un sector, el investigador, que fue el primero en organizarse con las nuevas tecnologías, de forma horizontal a través de la Federación de Jóvenes investigadores-Precarios. Apuesto a que muchos de los que han participado o participan en la FJI son parte activa en la formación y apoyo a Podemos, por el talante abierto, solidario, anti-dogmas… de la casta científica.

Ruth, espero que te disculpes antes la comunidad científica de este país, y si no, a ver si eres capaz de decirle a la cara a Iván Calvo (premio Investigador Novel en Física Teórica) que también es casta.

La casillita, de cómo hacer algo para no hacer nada.

Actualización más abajo.

Yo no quería escribir de ciencia, me tiro todo el día dale que te pego, pero las circunstancias….

Lleva unos días rulando una de las muchas peticiones de firmas que hay últimamente. Dónde quedaron esas mesas en la puerta de la facultad a 0ºC (ni frío ni calor) pidiendo firmas para que nos dejaran colgar carteles dentro de la facu. Ahora todo se hace a través de «actuable«, cuyo lema es «cambiando el mundo». Es genial porque para hacer esto ya no pillas pulmonías, como mucho una tendinitis en el dedo índice de «clickar»…y además ¡cambias el mundo!.

Bueno, esta petición de firma virtual reclama una» Casilla de apoyo a la Ciencia en la Declaración de la Renta 0,7%» , como la de la Iglesia, qué curioso. Parece que la propone un tal Miguel Ángel de la Fuente Frechoso, profesor de Historia. Digo yo, que siendo él Dr. en Historia, sabrá más que yo cómo se llevan a cabo las transformaciones sociales…clickando. ¡Lo que me parece alucinante es que llevan 91700 «firmas» y subiendo!

Bueno, aquí hay que analizar dos aspectos, uno el de la casillita en sí, el otro de la reivindicación como tal.

LA CASILLITA

En nuestro país de pandereta no se investiga porque no toca. Nuestro «valor añadido» ha sido la obra y el turismo, y en el futuro será…..ehhh, estoooo, feicnecignoar, eso. Pero desde luego no la I+D+i. Por otro lado yo dudo mucho de que la investigación, o sea, el desarrollo de las fuerzas productivas, vaya a aliviar la bajada de la tasa de ganancia. De hecho, Alemania no se está salvando por su inversión en investigación sino por su cantidad de trabajo precario y mal pagado, más el imperialismo económico. O sea, aumentar la extracción de plusvalía. Pero bueno, supongamos por un rato que la investigación fuera la panacea. Por lo pronto genera unos conocimientos que benefician a la sociedad, y de paso a las multinacionales farmacéuticas que me explotan todos los días. Por todas esas razones los gobiernos, el nuestro también, tendría que invertir en investigación. Como dice mi ex…»A mí es que lo de la casilla me parece degradar a la ciencia a la categoría de «financiable voluntariamente», en lugar de con fondos estructurales.» Y añado: financiable voluntariamente por los asalariados, y no por el Capital. O sea, plusvalía. Me imagino al investigador biomédico que ese día se ha gastado 500€ en un anticuerpo que en EEUU cuesta 300$, véase estafado el erario, poniendo la crucecita en la casillita para que de su sueldo se pague esa estafa. Porque no toda la recaudación del Estado tiene por qué venir de las rentas del trabajo (IRFP) o del IVA, también podría venir de las rentas del capital, porque para eso sí encuentran 100.000 millones de €.

A mi interpelación: «NO a la caridad en la investigación, NO a la casillita de las narices. Dentro de poco pediremos limosna en la puerta de los hospitales para pagar el sueldo de los médicos.» Mis colegas me dicen que cómo puedo estar en contra de que la gente dé dinero a la ciencia. De la filantropía (que yo pensaba que era lo de los sellos). Y cómo voy yo a estar en contra de algo así, si quien paga mi cerveza es una fundación. Pero sí, cosas como la fundación marató, que recogen decenas de miles de € para investigación me parecen además de lamentables, muy peligrosas. Y mira que es dinero «caído del cielo» para mucha gente muy cercana a mí. La caridad, en cualquiera de sus formas, lleva al empeoramiento de aquello que pretende paliar.

Y aquí llegamos al posibilismo. De los mensajes que me vienen a la cabeza que he visto con la recogida de firmas:  «Es que menos da una piedra», «es un parche», o «alguno se mueve», «si quieres apoyar la investigación»…Incluso tiene una entrada en el blog de la revista científica Nature.

Yo me pregunto, ¿dónde estaban esas 100.000 personas antes? ¿Por qué no fueron a Madrid a manifestarse a Madrid en el 2010 en contra de los recortes? A mí se me congelaron las….manos aguantando la pancarta. ¿Cuántos eran socios de la Federación de Jóvenes investigadores? ¿Cuántos se organizaron?

Es que es muy fácil clickar para «cambiar el mundo», pero muy difícil hacer algo realmente útil. Es hacer para no hacer nada. Es ganarse el cielo. Joder, con lo fácil que es pulsar el botón, al menos hacerlo por una causa justa, pedir que el 0.7% de lo que dan a los bancos lo den a la investigación.

Al final los 100.000 firmantes no se ganarán el cielo, pero se han metido su dosis de opiáceos, ;).

ACTUALIZACIÓN:

Según esto (es.wikipedia.org/wiki/Impuesto_sobre_la_Renta_de_las_Personas_F%C3%ADs ) en 2010 se recaudó en España 67mil millones de € por el IRPF. Si todo el mundo marcase la casilla, el 0.7% de esta cantidad iría a ciencia. Es decir, 0.7 / 100 * 67 * 10^9 = 469 000 000. O lo que es lo mismo, 469 millones de euros, es decir una cantidad inferior a la que ha recortado el gobierno del PP (600 M€). (De un comentario de Meneame.)

Va un español, un griego y un francés….

Me estoy leyendo un libro de esos que te marca, tan bueno que me paso las paradas del metro, que me cabrea, me emociona…Se llama «El hombre que amaba a los perros» de Leonardo Padura. Os lo voy a reventar (espoiler le dicen), el protagonista muere, se lo cargan, el nombre del asesino es mundialmente famoso: Ramón Mercader, bueno, no lo conocéis, pero seguro que al «ideólogo» sí, Stalin. Los protagonistas del libro son Liev Davidovich Trotsky, Ramón Mercader e Iván, el escritor.

Ya escribiré algo sobre el libro, os contaba esto porque cuando Trotsky está agonizando en México, con 60 años y le ve las orejas al lobo, reflexiona que la 2º guerra mundial, esa monstruosa guerra imperialista, despertaría las consciencias de los trabajadores europeos y soviéticos, y se rebelarían contra sus amos, la revolución despertaría de nuevo…

Es un cliché, pero es típico fatalismo trotskista. Nosotros (me incluyo) nos hemos tirado años soñando con esta crisis, que sería la que haría despertar a las masas de trabajadores explotados y alienados. Je. El otro día me decía mi amiga Noe que cómo se podía hacer una revolución en plena crisis, que los trabajadores estaban pasándolas canutas para movilizarse. ¡vaya! Si no hay crisis porque estamos muy bien, y cuando hay crisis porque estamos muy mal. ¿en qué quedamos?

Pocas veces se tiene la oportunidad de visualizar concretamente las carencias organizativas de la clase obrera en nuestro país. Fui a una asamblea de precarios en Barcelona, con motivo de la subida de las tasas de doctorado, las llamadas tutorías, a 400€. Los predocs son trabajadores que además de estar precarios deben pagarse su formación. No deja de ser una consecuencia de los procesos privatizadores que empezaron hace cerca de 20 años (Informe Bricall). Y más cercano del «plan Bolonya», del que tanto renegaron los precarios de la FJI, que no iba con ellos decían.

Cuando llegué a la asamblea, en la que se tenía que decidir quién y qué se llevaba a la reunión con el conseller Huguet, llevaban una hora dando vueltas al asunto, argumentando la injusticia de la subida, hablando todos al mismo tiempo, sin turnos de palabra, sin actas…Nada parecido a organización.

Ahí está una de las claves de por qué en tiempos de crisis no hay movilización, y sí las hay en Francia o Grecia. Aunque a los trabajadores nos diera por protestar contra las medidas de ajuste que nos están aplicando sin vaselina, no sabríamos cómo hacerlo. La gente más formada de este país, los doctores, no saben qué es una asamblea, no saben respetar el turno de palabra, no saben tomar decisiones en grupo, etc.

Podemos convocar mil huelgas, mil manifestaciones y mil asambleas; pero hasta que no aprendamos a generar poder popular, hasta que no deshagamos toda la ideología individualista, pueden caer chuzos de punta que nada efectivo se hará.

Pero hay que aprender haciendo, y este es un momento ideal para dar un impulso a ese aprendizaje. Pero también es un momento bueno para que aprendamos con ética a tomar decisiones colectivas, a evitar la manipulación de los grupos organizados, del más carismático, de los más lanzados o de los más miedicas. De todo hay en una asamblea, y el otro día pude visualizar en 5 minutos los 3-4 grupos.

Pude constatar, por desgracia, lo relativamente fácil que es llevar a una asamblea sin experiencia a tomar la decisión que uno quiera. Había 3 posiciones, y por las intervenciones, un grupo de gente apostaba por negociar con la Generalitat. Intervine, sinteticé las tres posiciones que no se habían materializado hasta ese momento, y defendí la mía (que yo creía que era la mayoritaria), y propuse que se votara tras un turno de palabras cerrado. «Sorprendentemente», la gente que había defendido la negociación cambió el sentido del voto tras mi intervención. qué hubiera pasado si mi intervención hubiera sido defendiendo la opción minoritaria, ¿hubiera cambiado el sentido del voto, y por tanto la decisión de la asamblea? Probablemente.

Que conste que esto no me hace ni más listo, ni manipulador, ni nada. Es la consecuencia normal de la ausencia total de experiencia de la peña en tomar decisiones colectivas, algo imprescindible para la construcción de un movimiento popular.

Que conste en acta.

Huelga decir…

Me decido a escribir esto cuando he visto que tengo varias entradas cada día en el blog desde búsquedas de «becarios huelga», «becarios pueden hacer huelga», etc. Eso sólo en las últimas semanas.

Es evidente que en este país hay muchos becarios preguntándose, ¿puedo hacer huelga?

Buena parte de la producción está en manos de becarios, trabajadores no reglados (economía sumergida lo llaman) y sobre todo, que incluye a los anteriores, PRECARIOS.

Lo que más me jode no es que la «izquierda» apoye la huelga sin más, sino que vea comentarios en rebelión, feisbuk o kaos diciendo que la Huelga es un derecho de todos, incluidos becarios. Lo cual es una mentira como un castillo o es que son muy ingenuos.

Si estoy en contra de esta Huelga, aunque no iré a currar, es por varias razones.

1. Porque los que más sufren las consecuencias de la «crisis» y de la reforma laboral son los que menos posibilidades tienen de no ir a currar. Bien porque no pueden permitirse perder esos 40€, bien porque los del sindicato que convocan son aquellos que les dicen que no tienen derechos porque «no están contratados», o porque no ir a currar aquel día les supone perder el curro.

2. Es vergonzoso que la izquierda radical, que no revolucionaria, incluso la CNT o Izquierda anticapitalista, apoye o convoque una huelga a la desesperada, dirigida a trabajadores de élite, sin organización previa, sin base, tras años de traiciones y abandonos. Luego espero que no vengan con el «es que no hay conciencia de clase». Me río yo de la «conciencia de clase» de los nombrados anteriormente.

3. En épocas contrarrevolucionarias las huelgas son contrarrevolucionarias. Los pocos precarios que se atrevan a ir a la huelga acabarán más quemaos que el palo de un churrero. Porque la reforma laboral no se va a parar porque los sindicatos verticales que la convocan desmovilizaron y eliminaron todas las formas de organización y «auto-protección» que los trabajadores tenían.

Ya me imagino a un becario despedido por no haber ido a currar el día de la huelga, yendo a CCOO (comecocos diría un sabio) a pedir apoyo legal y pagando un pastón por el abogado.

Pero no iré a currar el 29 porque sobran los motivos, cagoento!

¿BECARIOS EN HUELGA?

Es muy tarde y no me apetece escribir mucho, pero esto tenía que contarlo.

Hoy, lo confieso, he sido un esquirol. No he hecho huelga, aunque estaba en todo «mi derecho» de hacerla. He ido a firmar a recursos humanos como que había asistido al trabajo para que no me quitaran el día de sueldo. Resulta que los socia-listos del gobierno (catalán y español), a las órdenes del Capital (lease bancos, organismos financieros, club bildeberg, etc), y siguiendo fielmente su programa electoral ha sacado un decreto en el que se nos baja el sueldo a todo quisqui. Ya sean funcionarios de 3000€ al mes, como a nosotros los becarios y sucedáneos de 1000. Ese es el programa social del gobierno.

Lo más gracioso es que yo curro en una empresa «pública», que hace cuatro días era una fundación privada. La empresa no sabe muy bien cuánto o a quién va a bajar los sueldos. El comité de empresa, entre los que hay investigadores que tienen a gente a su cargo sin seguridad social, incumpliendo la ley, nos reúne a todos los trabajadores en un aula donde no cabían más de 70 personas, cuando la empresa tiene unos 500 asalariados. Bueno, resumiendo, el comité de empresa asume sin rechistar el recorte, y sólo ante la queja de algunas trabajadoras, se plantean negociar, no cuánto,¡ sino a quién!  Llama la atención la nula costumbre de reunirse, de hablar en asamblea, de pedir turnos de palabra, de tomar decisiones, de tomar notas, etc. Es un patio de colegio lleno con una media de edad de 40 y muchos.

Se supone que la generalitat ha ordenado a la empresa incumplir el convenio colectivo y bajar el sueldo un 5%, el comité de empresa lo acepta sin rechistar. Cuando la mayoría de los salarios están ya presupuestados (el mío por ejemplo).

Hoy era la huelga de trabajadores del sector público, pero ¿contra quién hago la huelga? No existe un explotador, ninguna persona física obtiene beneficios económico con mi trabajo, sólo putearía a mí y a mí jefa (a la que también le bajan el sueldo). Además, lo más importante, la Huelga NO es un derecho individual como nos intentan vender. O es un derecho colectivo, por ser un arma colectiva, o se convierte en una pantomima, en algo reaccionario. La huelga se inventó para putear al cabrón de tu jefe, pero había que hacerlo de manera colectiva, mayoritaria, no individual. Mañana nos reuniremos para ver qué formato de lucha utilizaremos, la más útil, la que más unidad genere, no la individual.

Eso sin hablar de los miles y miles de trabajadores que no tienen el derecho a huelga. Becarios, precarios y parados.

ya seguiré otro día…

IDEOLOGÍA PRECARIA

Que la ideología predominante es la de la clase dominante es demasiado simple. La clase dominante no se “comporta” igual que la dominada. Tiene otras prácticas, otros deseos, inquietudes…
Después está la “ideología” de los elementos del Estado que proceden de la clase dominada. Como dice Althusser en su libro Marx dentro de sus límites, el Estado es una máquina que sirve para reproducir la explotación, una máquina cuyas piezas son precisamente su producto, o su objetivo. Es como si el pan formara el horno, lo hiciera funcionar.
Uno de los elementos esenciales del capitalismo del s.XXI para reproducirse es el desarrollo de la técnica, dicho de una forma más clásica sería el desarrollo de las fuerzas productivas.
Cómo la investigación en biomedicina se puede considerar algo al servicio de la explotación es largo de desarrollar, pero se puede ver desde dos puntos de vista, uno los beneficios inmediatos que da la investigación biomédica a la industria médica y farmacéutica, por otro cuanto mejor funcione la sanidad, cuanta más esperanza y calidad de vida más “contentos” estaremos los explotados. El Estado ejerce de árbitro entre la codicia de la industria médica (aseguradoras y farmacéuticas) para mantener el “orden”, el equilibrio (sic) y las necesidades de los asalariados.
Pero a lo que yo iba es a cómo se escenifica aquello de la conciencia de clase en aquellos que proceden de la clase explotada, más o menos humilde, pero que van a formar parte de un cuerpo de funcionarios muy especial, el de los investigadores.
Un albañil cuando va al tajo tiene claro que está allí para ganar dinero, la casa que construye no sólo no es para él, sino que probablemente no podría ni comprársela con el salario que recibe construyéndola. Por lo que si no le pagan no currará. Lo tiene clarísimo, con excepciones como las escenificadas en la película “En un mundo libre de Ken Loach”.
Es alucinante que los candidatos a funcionarios investigadores tengan una capacidad de autoexplotación tan grande. Porque la investigación, la innovación, la producción de conocimiento conlleva explotación. No hay un patrón, no hay un “beneficio” en forma de stock options, pero hay plusvalía: la indirecta cuando tu trabajo es utilizado por una empresa para generar más conocimiento que después comercializa después de apropiarse del conocimiento original. Y una plusvalía “directa” pero sutil, escondida. La cúspide de la pirámide de los que “gobiernan” el centro de investigación se benefician bastante del trabajo precario de los investigadores de la base de la pirámide a base de mejoras salariales, viajes, estatus, financiación para sus proyectos. Son unos réditos nada comparables con los que puede tener un directivo de una multinacional, pero lo son en el ámbito de la investigación.
Por ello es importantísimo reproducir esa situación. Es necesario mantener la jerarquía artificial, o sea no por méritos, sino por selección “artificial”.
Lo que diré a continuación puede parecer una generalización vulgar, pero es empírica.
Muchísimos investigadores seleccionan a su personal por sus méritos académicos, cuanta más formación tenga el predoc menos tiempo pasará formándose, y por lo tanto más productivo será la persona y los que le rodean. Pero también existe una selección ideológica. He visto cómo muchos investigadores eligen a su personal con un perfil “psicológico débil”. Son sorprendentes los grados de sumisión que se alcanzan. Jornadas de 12 horas, trabajar de madrugada y fines de semana, insultos, humillaciones, no reconocimiento del trabajo, chantajes (no te corrijo la tesis si no haces esto o lo otro), etc.
Esto es posible gracias a la “desproletarización”, a la falta total de conciencia. El porcentaje de predocs que han participado en movimientos estudiantiles es muy bajo, precisamente por la autoexigencia y competencia que existe que selecciona a los licenciados menos activos en las universidades.
Los comités de empresa no sólo permiten esta situación de semiesclavitud, sino que la justifican. No están contratados, no podemos representarlos. El legalismo una vez más al servicio de la explotación.
De todas maneras es una justificación rastrera. Como decía en otro post.
Como ejemplo de lo precaria que es la conciencia entre los predoctorales:
Un centro de investigación cualquiera, la mitad de los predoctorales sin seguridad social, en situación claramente irregular. Se mueve ficha, una visita de una inspección de trabajo, presión por parte de los predocs, y la dirección del centro le ve las orejas al lobo y decide regularizar a todos esos “sin papeles”. Ante la disyuntiva evidente de quién paga eso si la empresa o los investigadores principales con sus proyectos, los predocs por un lado tienen miedo a ser despedidos al negarse ambas partes a pagar la regularización y por otro lado algunos argumentan que al costar más dinero conseguir predocs, mano de obra, que entonces será más difícil conseguir entrar en el mundo de la investigación, y por lo tanto según ellos “perjudica a los futuros becarios”. Es el mismo argumento del comité de empresa. Cuando es precisamente al revés. Sólo puede favorecer a los predocs, porque los que no están no existen, no son perjudicados.

Este es un argumento parecido al que se daba con las becas universitarias. Pero la diferencia es fundamental. La universidad debe ser pública y universal, por tanto se tiene que garantizar la financiación de los estudiantes. No es lo mismo cuando hablamos de trabajadores. La patronal exige la bajada de los salarios y el precio del despido para “disminuir el paro”. No podemos permitirlo en el ámbito de la investigación porque nos llamen “estudiantes predoctorales”. Es la misma mentira.
Ante la encrucijada del posible despido debido al cumplimiento de la ley, la ideología precaria lleva a la desesperación, a la desesperanza, al sálvese el que pueda. Para la ideología precaria no existe el grupo, no existe la lucha, no existen los derechos, la negociación, la presión, la prensa, la movilización, la unidad, la justicia, el honor, el orgullo…No. El mundo se acaba, no hay alternativa.
Por suerte los precarios a nivel ideológico no son mayoría. La lucha, por muy light que sea, genera conciencia. Ante los problemas surgen soluciones mediante la lucha. La toma de conciencia, el internalizar que no somos estudiantes sino trabajadores, que tenemos unos derechos y que existe la manera de hacerlos cumplir; es un proceso lento, con altibajos. Pero es posible. Una persona puede abandonar la ideología precaria y transformarla en una conciencia avanzada de lucha. Lo he visto, he sido partícipe, y me siento orgulloso.

Libertad en la precariedad

forgesCuánto se puede retorcer un argumento para que lo más mezquino e injusto se vuelva comprensible y hasta de agradecer.

En una fundación de investigación de esas sin ánimo de lucro (sic), que además investigan para curar el cáncer (ohh), que dependen de un patronato parcialmente «público» buena parte del personal está sin contrato ni seguridad social.

Un grupo de predocs (becarios para la mayoría) decide que «no está bonico» eso de andar trabajando sin derechos en pleno siglo XXI y encima por una causa tan noble como la cura del cáncer…

La empresa y el comité de empresa, tanto monta monta tanto como en los sindicatos verticales de antaño, se empeñan en hacer piruetas lingüísticas para convencernos de que te den una beca de 700€ para currar de técnico de laboratorio durante julio y agosto puede que no sea perfecto pero que si se eliminan estas becas a quien perjudica es al becario. Atención al tema, si no hay beca no hay becario al que perjudicar. Aún así todo el mundo asiente como en misa. Lo que esconde este argumento es que a quien perjudica que no haya becas que encubran puestos de trabajo es al investigador principal y a la empresa. Que si quiere que salga pa´lante ese trabajo necesita contratar a un técnico.

Otro argumento que me encanta es el de que, atención, el comité de empresa no puede obligar a la empresa a que cumpla la ley en relación a un contrato a media jornada de un predoc que efectivamente trabaja más de 8 horas al día. Pues no puede obligarla porque entonces iría en contra de ¡la voluntad del trabajador!. Sí señores, la voluntad del afectado es estar contratado 4 horas, porque así lo ha firmado. Por tanto el comité de empresa, como garante de las voluntades de los trabajadores a los que dice representar, no puede posicionarse en contra. Tooma moreeeno.

Está claro que ese argumento no se sostiene y así se lo he demostrado. Un trabajador predoctoral es obligado bajo coacción a trabajar más de 8 horas contratado por 4. Y resulta que nadie puede «obligar» a la empresa a que se cumpla el estatuto de los trabajadores. Cuando yo le digo que sí se puede, el comité me pregunta sorprendido: ¿cómo?

Es el mismo argumento de los empresarios que utilizan a trabajadores extranjeros sin contratarlos. Es que los inmigrantes lo aceptan. Ya está, esa es la libertad individual que nos regala el capitalismo, la de elegir cómo quieres que te enculen si con una beca por 700€ sin derecho a médico de cabecera o un contrato parcial que no te cubre que te rompas la crisma por la tarde. Ni la vaselina te la cubre…

Bendita democracia que Dios nos ha dado.

 

PROPUESTAS DE FUTURO PARA LA FJI

Sacado de un correo de la lista estatal de la FJI. A lo mejor fuera de contexto no tiene ningún sentido, pero me lo he currado lo suficiente para que esté aquí.

mi propuesta es también que la FJI renazca como una asociación contra la precariedad laboral y científica en la investigación. O sea, lo mismo que ahora, pero con matices que necesitan de unos «pequeños retoques». Evidentemente está basado en mi documento sobre la FJI que he mandado un par de veces y que tengo colgado en mi blog.

1º: Participación.
¿hay menos incorporaciones que hace 5 años? tendríamos que buscar en las actas si hay menos socios que entonces. Probablemente sí.
Seguramente porque como se ha dicho las condiciones no son tan sangrantes. ¿no lo son? Si en mi centro la mitad de los predoctorales no tienen seguridad social, pongamos que en el resto del Estado es el 30-40%.
Esa puede ser el motivo de que las incorporaciones a la FJI sean la mitad.
Si somos realistas, las condiciones de los predoctorales de 2ª no se mejorarán con leyes, sino con lucha sindical: denuncias y negociaciones. (binomio movilización-negociación). Nos han dejado claro muchas veces que las leyes no serán de obligatorio cumplimiento, ¿no?.
Es evidente que la FJI no ofrece apenas nada a esos predocs de 2ª. Apenas hemos publicitado la comisión no más becas, y al menos en mi entorno de trabajo no sabían qué era una inspección, ni que su actividad laboral, la tesis, es productiva, y por tanto un trabajo, etc.

Entonces entre que vivimos el periodo más pasivo y menos combativo de la historia (menos que en el franquismo), 5 millones de parados y subiendo sin ni una sola mani; y que la FJI hoy no es una buena herramienta para esos predocs que sienten que están puteados pero no saben muy bien si es normal, si se puede cambiar, si se puede hacer algo, etc. pues poco podemos esperar.
Que queréis que os diga, yo soy incapaz de venderle a los recién licenciados el que se metan en la FJI y «pierdan» su tiempo para luchar por que pongan en la ley de la ciencia que sea obligatoria, pero sí puedo decirles cómo pueden hacer algo para mejorar su situación laboral, después cambiar las condiciones de trabajo y científicas de su entorno y después, cuando se de cuenta de la relación entre su realidad personal y la del resto, la necesidad de cambiar la política científica del gobierno. Y de algo que pasa desapercibido: ¡que se puede cambiar! y la FJI lo ha demostrado.

Asociaciones locales:
Este va a ser un tema polémico y con razón. ¡cómo voy a dejar mi asociación!. Pero, ¿qué es lo que me hace más «cercano» a un precario de la universidad de Girona que a una precaria de un OPI de Galicia?. Nada. Al contrario. Tengo más problemas en común con la compañera de Galicia que con el de Girona. Entonces, cuál es la utilidad de las asociaciones «locales» (la mía ni siquiera es «local»)?.
Pues atender las convocatorias de becas locales-regionales, pedir subvenciones, negociar con el gobierno regional, ah, y organizar las asambleas-jornadas.
¿todo esto no lo puede hacer una comisión temporal, o unos responsables que busquen voluntarios?

Todos sabemos que una de las dificultades de la FJI es la comunicación. Gastamos muchas energías leyendo, escribiendo y «entendiendo»(sic) correos. La asociación local, en teoría, debería suplir eso, puliendo los debates de manera presencial. Pero eso no es verdad. La distancia que me separa de la UAB es mayor, verídico, que la que me separa de la UGR.
Lo siento por mis compañeros que aprecian mucho su asociación y todo lo que representa, pero hoy día, las asociaciones sólo son útiles por cuestiones técnicas a la hora de pedir subvenciones.
off topic: ¡imaginaros que yo me he reunido con una de Esquerra Republicana sin apenas saber catalán!
Por tanto, sin disolverlas, (habría que estudiar las cuestiones técnicas), las asociaciones como «entes legales» deberían pasar a segundo plano, que ya lo están.
En todo caso, la «asociación local», el grupo de personas afines que tienen una relación más presencial y comparten problemas y luchas, debería ser lo que yo llamaré «asamblea de centro».

Imaginaros una campaña de cartelería donde se dijera que «Defiende tus derechos, apúntate a la FJI». Nunca he visto una campaña de «afiliación» en los 5 años que llevo aquí. Y esa podría ser nuestra responsabilidad como socios, llevar la FJI donde trabajemos. Que la probabilidad de que asociemos a alguien será baja es cierto, pero más lo será si no lo hacemos, o será baja si decimos «Cambia la ley, apuntate a la FJI». Porque las leyes, el gobierno, quedan muy lejos para la gente que no tiene experiencia.

Por lo tanto, yo propongo que existan dos listas centrales, una pública y otra privada. Y como podréis imaginar la privada se limitará a temas organizativos y de privacidad.

Todavía no me queda claro qué pasaría con la lista no más becas. Pero sí tengo claro con el resto. Todas tienen que pasar a centralizarse, y quien diga que eso «saturaría» la estatal, pues se le manda un manual de filtros, etiquetas, gestores de correo, etc. Es verdad, tenemos el problema de que muchos hilos se rompen porque algunos gestores cambian automáticamente el asunto. Pero eso se puede solucionar, espero. Yo quiero poder leer algunos hilos de insti, o a lo mejor estoy interesado en elaborar un panfleto, o un comunicado o aportar un dato a doc (cosa que no hice, ejem).

Reconozco que los foros no han sido una solución, mientras la tiki sí que ha sido un avance.

Por lo tanto, imaginemos una asociación en la que sus socios más experimentados, concienciados, kamikazes, como queráis; están animando a sus compañeros de centro a que la FJI es la asociación que va a ayudar (que no resolver) a solucionar sus problemas laborales. Y os digo, por experiencia, que en una negociación con la dirección de la institución de turno las palabras «Federación de jóvenes investigadores» valen su peso en oro. Pues, la asociación ofrece su experiencia, sus recursos, (y espero algún día sus abogados) a ayudar a solucionar el conflicto, problema, injusticia…
Un porcentaje muy bajo de los jóvenes investigadores que están haciendo cosas en su centro se meterán en la lista, a esos «pre-kamikaze» se les dirá que no se lo tienen que leer todo, que vayan echando una ojeada a lo que les interesa, que poco a poco. Entonces el kamikaze de turno entre café y café le explica la relación entre la PLA y el que tenga que ir a poner un experimento de madrugada.

Serán pocos los que se unan, pero serán más que si nos limitamos a listas elitistas (que rima) a elaborar enmiendas, leyes, y requeteleyes mientras nos quejamos de que «la gente no se mueve».
Evidentemente la lucha institucional es necesaria, a la vista los resultados de los últimos años, pero está prácticamente agotada, no debe ser nuestro objetivo principal porque yo creo que nos lleva al desastre. Y si vosotros creeis que es un objetivo importante, debe ir ligada a una lucha de base, sindical si queréis, si no, nos convertiremos en un apéndice del gobierno de turno. Un grupo de presión y por tanto de élite que se dedica a negociar con el gobierno las comas de las leyes, para que una parte cada vez más pequeña de los investigadores se vean beneficiados. Sería como la asociación de conductores de triciclos.

Sintetizando que no resumiendo:
La FJI una asociación con sus socios (un voto-un socio), sus cuotas, sus asambleas, sus estatutos sencillicos…

  • una lista pública, la de la asociación, la estatal, donde se hable de todo lo relacionado con la asociación excepto los temas que necesiten de privacidad. Para mi propuesta es necesario un equipo potente de moderadores, que podrán salir de todos esos puestos de secretarios, presidentas, tesoreros, vocales, repres de asociaciones que ya no serán útiles allí.

Estos moderadores deberán reconducir, y sobre todo renombrar-resumir los debates para que esta lista sea dinámica y útil. (Aquí necesitamos una mano de nuestros informáticos, o de alguna idea brillante como en Lekeitio).

  • Una lista privada. Habrá que definir en función de las necesidades quién debe estar, aunque yo creo que cualquier socio que lo solicite debería tener el derecho a estar. Total, solamente sirve para que no indexe en google. Creo que «no más becas» debería seguir con su lista, aunque perfectamente se podría integrar en la lista privada, mediante moderación de asuntos.

Listas o foros periféricos que serán temporales, temáticos, a petición de un grupo de socios y que se crea necesario (ante un conflicto en un centro por ejemplo). Cualquier socio acreditado de la FJI tendrá el derecho a estar en esa lista.
Mi propuesta tiene el objetivo de que la asociación vaya creciendo en la base conforme la gente ve más cercana la FJI, y necesita de estructuras organizativas de base. Comités de asamblea de centro por ejemplo. Esto necesitaría de algunos cambios. Pero esto no es real ahora. Si el volumen de temas de la estatal es realmente insostenible debido a luchas concretas habría que ir creando listas de asambleas de centro nuevas para descargar a la estatal, pero mientras esto no pase (que no pasará en breve) todo socio debería poder opinar (que no decidir, eso se debe hacer en asamblea de centro si no afecta a la FJI) sobre cualquier tema.

Hay muchos flecos: resolución de conflictos, toma de decisiones, quién conforma la «junta directiva», cómo se harían las campañas y un largo etcétera. Pero yo creo que en lo que he escrito está el eje de mi propuesta.
A machacarlo. Pero por favor, llevo unas cuantas horas dándole forma, no seáis crueles y ser constructivos. 🙂
Gracias por la paciencia.
un saludo

PD: los subrayados son para que queden claros conceptos, para que no se malinterpreten algunos argumentos.

Investigadores predoctorales superheroes

forges_becariosLa investigación es una profesión muy, pero que muy peculiar.
Cualquier asalariado reconoce más o menos fácilmente a un empleador, y por tanto si sus condiciones laborales (salariales, vacaciones, jornada laboral, etc) son malas pues reconoce al culpable y de eso a reconocer que existe explotación pues hay poco. Confiar en que esa situación puede cambiar es harina de otro costal.
Sin embargo, en la investigación no suele existir un empleador, en el sentido de que nadie está enriqueciéndose con tu trabajo, como sí lo podrían percibir los albañiles. Es más, ni siquiera produces nada tangible y en nuestro país pocas veces «vendible». Los maestros saben que generan riqueza porque saben aquello de que la juventud es el futuro…
En la universidad no enseñan a nadie a que reconozca la investigación como una actividad productiva, sino como algo muy bonito y provechoso para la sociedad «en su conjunto».
En esas sale un licenciado de la universidad, y se va a buscar becas para hacer la tesis (que no para investigar), donde le dicen que le van a pagar algo para que siga formándose, pero claro que tendrá que pagarse los masters o cursos de doctorado.
Pasan los meses y te das cuenta de que echas más horas que un reloj, que la jefa te obliga a faltar a clases, a venir de madrugada a poner experimentos, a que la mujer del jefe firma como autora cuando tú haces todo el trabajo, a que la jefa del departamento sale en tus artículos sin apenas conocer el trabajo…
El problema es que no se dan cuenta de que además están TRABAJANDO, que producen conocimiento, o sea riqueza, y ese conocimiento de las miles de tesis doctorales y millones de artículos científicos es utilizado por un sistema económico y político injusto para mantener, fortalecer y extender esa desigualdad.
Se podrían poner muchos ejemplos y ya lo expliqué en otro artículo, sólo 1: tecnología desarrollada en universidades públicas que logró la producción de liposomas la utilizó después la industria farmacéutica para producir medicamentos que son patentados e inasequibles para países pobres. Los accionistas se enriquecen, los pobres mueren.

Por tanto, la investigación que realizamos los jóvenes investigadores en España va por un lado a fortalecer un sistema de castas y de jerarquías injusto, y de manera más importante pero invisible fortalece un Sistema, el capitalista que se apropia de nuestro trabajo para perpetuar la desigualdad.

Un día juntas a un puñado de becarios cabreados y les dices que como tienen artículos y un horario, producen, y como su labor es productiva tienen que ser trabajadores, y por tanto tienen derechos. Seguridad social, vacaciones, horario, prevención de riesgos laborales, prestación por desempleo, representación en el comité de empresa, jubilación, etc. Pero resulta que nadie lo sabe. Y además tiene el derecho como trabajadores no contratados a «contárselo» a un inspector de trabajo que DEBE actuar de oficio para resolver esa irregularidad.

Si normalmente a trabajadores de toda la vida, los contratados, los que sí son representados por los sindicatos cuando hay eleccione sindicales. Pues si estos no se atreven a denunciar irregularidades del tipo «trabajo 50 horas y estoy contratado a media jornada», cómo va a denunciar una persona cuya carrera profesional está en juego y que acaba de darse cuenta hace un rato de que es que además de becaria es currela.

Y aquí está el dilema. Existe el derecho, los cauces y la persona consciente que en plan superheroe denunciaría a la inspección de trabajo una empresa que tiene al 10% de su personal en condiciones deplorables, sin derechos ni cotización. Una empresa semipública, dependiente de un gobierno y que además investiga para buscar una cura contra el cáncer. Eso llevaría a todos esos «becarios-que-empiezan-a-pensar-como-trabajadores» a ser contratados. Con un matiz, sin su participación y casi sin su consentimiento.

La otra opción es seguir arañando poco a poco en esa pared de arena que es la Ideología, fomentando la participación y el debate, enfrentando a la gente con sus contradicciones y sus miedos, y hacerles hacer cosas que no se hacen nunca «tomar decisiones colectivas», y que ya empiezan a romper una de las cosas que han fortalecido siempre: la jerarquía en la toma de decisiones.

Pues yo prefiero esto último, mi objetivo principal no es que todos los predoctorales tenga los mismos derechos que el resto de los trabajadores gratuitamente, sino que mediante la toma de conciencia (que tiene un recorrido variable), la lucha y sobre todo las decisiones colectivas que conforman lo que se llamaba poder popular, se consigan esos derechos. Derechos que sabrán distinto, tendrán el sabor de la victoria, del trabajo colectivo, de la sensación de unidad, de que juntos sí se puede, etc, etc, etc.

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